La hija de Ana Julia Quezada: “Nunca sospeché que lo había hecho mi madre”

“Ana Julia es una mujer fría y mentirosa”, señala su ex marido S. M., al que intentó culpar

Vista panorámica del juicio
Vista panorámica del juicio La Voz
Javier Pajarón
21:53 • 10 sept. 2019

Cinco testigos prestaron declaración a puerta abierta en la segunda sesión del juicio oral contra Ana Julia Quezada por el presunto asesinato de Gabriel Cruz Ramírez.



Todos ellos construyeron una descripción del carácter de la acusada y de su comportamiento en los días posteriores a la denuncia de la desaparición del menor en las Hortichuelas (Níjar) el 27 de febrero de 2018.



La declaración de S. M., su ex marido, era muy esperada porque Quezada trató de incriminarlo presuntamente en varias ocasiones orientando la investigación con la colocación de la camiseta y manifestando una supuesta enemistad.



“Ana Julia es una mujer fría y mentirosa. Cuando ella quiere te da una imagen y luego cambia radicalmente. Es fría, miente”, repitió en su declaración ante el jurado.



Además, S. M. mencionó que su relación se rompió por problemas económicos, envíos de dinero a República Dominicana a sus espaldas. Y aseguró que sospechó durante los días de la búsqueda cuando se cruzaron en el entorno de Las Negras, donde residía. “Actuó como si no me conociera, tuve un pálpito”.



El testigo estuvo en el punto de mira de la Guardia Civil en aquellas horas por las informaciones falsas ofrecidas por la acusada Ana Julia Quezada aquellos días.



También fue llamativa la declaración de su hija, residente en Burgos y presente a través de videoconferencia. En su explicación, dijo que Quezada la llevó en varias ocasiones a la finca de Rodalquilar porque “le daba paz” y lamentó su utilización. “Nunca sospeché que lo había hecho mi madre”, señaló ante el jurado.



“Ella me lo pidió y yo fui de corazón a ayudar. Me da igual lo que ella quisiera hacer, yo vine de corazón”, dijo visiblemente afectado al final de su interrogatorio a preguntas de la fiscal Elena Fernández Lora. Dijo que la relación con su madre  se había roto. “No quiero, no me sienta bien”, subrayó.


“Se me heló la sangre”

La joven pidió expresamente no ver la imagen de su madre y se ha desmarcado complemente de sus acciones. “No tengo ningún contacto con ella”.

Por otra parte, varios testigos alertaron del comportamiento extraño de la acusada entre el 27 de febrero y el 10 de marzo, cuando fue detenida. “El día de la concentración en Almería, el 9 de marzo, estábamos al lado del escenario y me dijo: ‘lo han matado, son demasiados días’, lo que me dejó patidifuso porque siempre decía que iba a aparecer el niño y hasta entonces y hasta el final, incluso la Guardia Civil, trabajaba con la hipótesis de que estuviera vivo”, señaló un testigo.


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