Ana Julia Quezada conoció la sentencia de prisión permanente revisable desde una celda del módulo de mujeres de El Acebuche, donde permanece internada desde el 15 de marzo de 2018. Desde entonces, paso a paso, el proceso judicial iniciado por el magistrado Rafael Soriano y culminado por Alejandra Dodero la ha apartado cada vez más de las calles de Almería.
Sus abogados Esteban Hernández Thiel y Beatriz Gámez preparan un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) con la esperanza de esquivar la cadena perpetua. Es el principal objetivo de la apelación, aunque no el único.
La defensa llegará al TSJA con dos bazas principales. Por un lado, tratará de tumbar la calificación del delito de asesinato. Desde el comienzo la presunta asesina de Gabriel Cruz ha sostenido que la muerte fue accidental y sus letrados lo calificaron como homicidio imprudente.
Según fuentes consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA, el recurso incidirá en la capacidad de defensa del menor de 2018. Esta versión permitiría, en caso de estimación, eliminar la alevosía (ataque sorpresivo y sin capacidad de defensa de la víctima) y, en consecuencia, el asesinato y la prisión permanente revisable.
Jurisprudencia
Además, el Tribunal Supremo ya revocó una condena similar por un asesinato al entender que la edad de la víctima no podía considerarse a la vez para acreditar la alevosía (subir de homicidio a asesinato) y la prisión permanente revisable (asesinato agravado).
Sobre esta controversia legal, Esteban Hernández Thiel tratará de conseguir una modificación de la sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería y conocida el pasado lunes.
No obstante, tendrá que rebatir una resolución que detalla en sus 26 páginas una alevosía por especial desvalimiento de la víctima, por la diferencia física (Gabriel Cruz tenía apenas 24 kilos) y por la “emboscada”. Además, añade una cuarta circunstancia para resaltar la alevosía, en su “modalidad convivencial o doméstica”, referida a la “despreocupación de la víctima de sufrir un eventual ataque” desde su entorno.
Estos cuatro elementos apuntalan la condena de prisión permanente revisable frente a la jurisprudencia eventualmente desfavorable de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
Por otra parte, en segundo lugar, Esteban Hernández Thiel buscará eliminar los delitos de lesiones psíquicas y daños morales. Ana Julia Quezada fue condenada por cuatro delitos respecto a los padres.
La defensa sostiene que nunca hubo voluntad de dañar a Ángel Cruz y Patricia Ramírez y que todo el comportamiento posterior al crimen el 27 de febrero de 2018 fue para ocultar el cuerpo y los hechos.
En el mismo sentido, creen los letrados que no puede condenarse a la acusada por dos tipos de delitos basados en los mismos hechos (o por lesiones psíquicas o por daños morales, pero no a la vez).
Esta interpretación coincide con la expuesta por la fiscal Elena Fernández Lora, que solo pidió las lesiones psíquicas. Este interpretación marcó grandes diferencias con la acusación particular. Francisco Torres cargó contra la fiscal tras el veredicto. “Decía la fiscal que no podía inventarse delitos”, ironizó.
Ana Julia Quezada tiene un plazo de diez días para recurrir la sentencia y el fallo del jurado ante el TSJA.
Bajo régimen de protección
Ana Julia Quezada permanece internada en El Acebuche bajo la protección del artículo 75 del reglamento penitenciario. No convive con el resto de internas del departamento y apenas mantiene contacto con un reducido grupo de funcionarios. Esta situación se mantiene desde diciembre del pasado año tras un incidente en el comedor del módulo uno.
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