Carta al ministro de Fomento

Los presidentes de Focal y Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería entregan la misiva

LOS TRENES solo llegan  ahora hasta la estación de Huércal de Almería-Viator.
LOS TRENES solo llegan ahora hasta la estación de Huércal de Almería-Viator. La Voz
Alfonso Rubí y Jesús Martínez Capel
07:00 • 31 dic. 2019

Alfonso Rubí Cassinello como presidente del Foro Ciudad de Almería (FOCAL) y Jesús Martínez Capel como presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería (ASAFAL) quisimos aprovechar la oportunidad del acto convocado por la Asociación Valenciana de Empresarios en la Institución Ferial Alicantina de Elche para transmitirle la inquietud de la sociedad civil almeriense por la evolución negativa de nuestros servicios ferroviarios, que no sólo no mejoran, sino que empeoran progresivamente.



Como usted bien sabe, nuestras únicas comunicaciones actuales son con Granada-Sevilla y con Linares-Madrid, a través de Moreda. Las líneas mantienen su trazado decimonónico y están muy deterioradas por falta de mantenimiento, con cerca de treinta precauciones temporales en ambos recorridos, con frecuentes averías del material rodante (que han exigido que nuestros trenes circulen con dos locomotoras)  y con tiempos de viaje de siete horas en los dos casos, en el primero incluidos tres trasbordos en autobús (en el segundo sólo uno).



Los proyectos ferroviarios están estancados, con múltiples indefiniciones y frecuentes sorpresas, que paralizan y obstaculizan su ejecución, y que denotan falta de rigor en su redacción, a pesar de su elevado coste y de la importancia de su impacto en la economía regional y local. Se adjudican con bajas temerarias (en algún caso superiores al 50%) que acaban dando problemas, generando modificados, y provocando incluso el abandono de las empresas adjudicatarias.



Soterramiento



El caso más reciente es el del soterramiento de un tramo de un kilómetro en la entrada a la ciudad de la línea ferroviaria, para suprimir un paso a nivel muy conflictivo en la trama urbana (en aplicación de los planes de su ministerio de 2001 y 2005 y por lo tanto con más de catorce años de retraso). Se adjudicó con una baja del 35% y un plazo de ejecución de 13 meses, que terminó el 10 de octubre. Actualmente se ha ejecutado menos de la mitad, y las obras están prácticamente paralizadas por la interferencia de un vertedero de cien mil toneladas de material inerte, no tenido en cuenta en la redacción del proyecto. Se estima que la ejecución se alargará otros 18 meses al menos y que será mucho más cara. 



Para ejecutar esa obra se descartó construir un bypass y se trasladó la Estación fuera de la ciudad, decisión que ha provocado un descenso del número de viajeros del 40% a Madrid y del 90% a Sevilla. A esto hay que añadir que no se ha definido aún el resto del modelo de integración urbana del ferrocarril. No sabemos cómo será el trazado antes y después de este tramo, ni cómo será la Estación definitiva, La tradicional lleva dos años con una obra de rehabilitación que iba a durar 13 meses y aún no se sabe cuándo acabará, ni cuál será su uso final. Ni cuándo ni cómo llegará el ferrocarril al puerto, que está a 500 metros de la Estación y que lleva sin acceso de trenes desde 1989, siendo (con el de Motril) el único de los 46 puertos nacionales de interés general que no tiene servicio ferroviario, y no está ni siquiera proyectado.



Cambiador de ancho



No se sabe casi nada del cambiador de ancho de vía en Granada, prometido hace varios años, y que podría producir un poco de alivio inmediato a nuestras comunicaciones, Las obras licitadas y adjudicadas de la línea Almería-Murcia no arrancan, no se sabe bien por qué. No hay un calendario ni siquiera aproximado, tan solo una fecha final poco creíble. Las zonas logísticas, la línea a Granada, la del Almanzora,… duermen el sueño de los justos. Lo único que se sabe es que se reducen las prestaciones: vía única, tercer hilo a Granada, etc. Mientras, se habla de la locura de añadir un tercer carril a la autovía A-7 en cada sentido, para que quepan en ella más coches, más camiones y más transporte insostenible, con una alta incidencia sobre la huella de carbono de nuestros productos hortofrutícolas.


Este panorama transmite una impresión de improvisación en la toma de decisiones, y de que estas se apoyan en criterios al menos discutibles, lo que no parece que sea un método adecuado para gestionar una infraestructura y un servicio tan importante como el ferrocarril. Además, la escasez de información  (que debería ser concreta y frecuente) provoca en los ciudadanos ansiedad, incredulidad, hastío y la sensación de ser engañados y burlados continuamente. Echamos de menos que se nos tenga un poco más en cuenta con métodos participativos, y que se nos trate con algo más de respeto.


Por estas razones el ferrocarril en Almería está en su peor momento histórico, a pesar de las promesas que se nos vienen haciendo (e incumpliendo) desde hace más de veinte años por parte de los sucesivos ministros y altos cargos ferroviarios. El ferrocarril está pasando incluso de ser una debilidad de nuestro sistema económico, a convertirse en una amenaza para nuestro desarrollo futuro.

Necesitamos certezas. Necesitamos esperanzas. Necesitamos soluciones. Porque Almería también existe. Perdone el atrevimiento, pero creemos que la gravedad de la situación exige que la pongamos en su conocimiento y que la denunciemos.


Temas relacionados

para ti

en destaque