Hoy hace 15 años que la nieve llegó a las playas almerienses

¿Y usted dónde estaba el día 7 de febrero de 2005? Posiblemente muchos almerienses lo recuerden porque esa fue la última vez que se pudo ver una imagen tan inusual que no se ha vuelto a repetir. Han pasado 15 años y aunque las tormentas de nieve y granizo se han repetido, el manto blanco no ha vuelto a cubrir las playas, el litoral de Poniente o la propia capital.

El temporal llegaba a primera hora de la mañana de aquel lunes 7 de enero; fuertes rachas de viento acompañadas de precipitaciones que fueron de nieve y de granizo en buena parte de la provincia. Desde que comenzó las llamadas a los Bomberos o a Protección Civil se sucedieron por la provincia y, como cosa excepcional, en la ciudad de Almería.

Colapso
La presencia de ese manto blanco que se formó en apenas unos minutos se convirtió en una trampa para los automovilistas que sufrieron las dificultades en zonas clave de la capital como los accesos a Torrecárdenas, los barrios más al norte de la ciudad y las carreteras de entrada y salida, tanto por el norte como por el Poniente.

Algo más al oeste, enclaves turísticos y residenciales como los de Aguadulce, Roquetas de Mar o Almerimar presentaban una imagen absolutamente atípica al verse cubiertos por la nieve generada tras la caída del granizo. Una imagen que se repetiría en núcleos del Poniente como La Mojonera, Vícar o Adra.

Daños en el campo
Lo que sí que se ha repetido son las consecuencias que el granizo dejó aquellos días en el campo ya que hace poco más de una semana la comarca de Níjar se vio sacudida por una fuerte granizada que dejó 1.700 hectáreas afectadas y la desgracia de un agricultor fallecido al ceder la estructura del invernadero en el que se encontraba trabajando.

Hace quince años una tromba de granizo de similares características repartió sus daños en la comarca del Poniente; la evaluación de la superficie afectada alcanzó las 2.000 hectáreas. Entonces, como ahora se reclamaron ayudas para poder reconstruir lo destruido.

Tiempo ‘loco’
Lo que a estas alturas parece poco probable es que se repita el episodio de la nieve a tan baja altitud como se dio en 2005. Los meteorólogos señalan que las temperaturas cálidas de los primeros días de febrero pueden ser consideradas como una anormalidad climática.

Almería no está  -como ha quedado patente con la granizada de hace unos pocos días- libre de la llegada de tormentas, de sufrir episodios del paso de borrascas o de gotas frías, las DANAs actuales, pero la eventualidad de nevadas o fríos extremos son cada vez menos frecuentes.

Aunque no imposible, será difícil que costas y playas se cubran de blanco, como ocurriera hace quince años.