Lola ya no está en las calles llevando comida a los hambrientos y perezosos gatos de los solares, pero su empeño ha creado conciencia y detrás de ella ha llegado un grupo de jóvenes voluntarias que dedica una parte de su tiempo libre a atender a los gatos de Lola.
A comienzos del pasado mes de marzo, cuando Lola Salmerón tuvo que ser internada en el albergue municipal por el derrumbe parcial de su vivienda, una de sus amigas más fieles, Pilar, movió los hilos para que los animales no se quedaran desabastecidos y pudieran seguir comiendo y bebiendo todos los días.
Pronto encontró la colaboración de un grupo de almas caritativas, formado exclusivamente por mujeres, que se puso en marcha de inmediato y que en unas semanas se ha constituido como asociación, formando ‘Los gatos de Lola y CIA’, o lo que es lo mismo, las nuevas ‘Lolas las de los gatos’ que se encargan de cuidar a las colonias de animales que existen en el casco histórico como lo hacía la propia Lola.
Fátima, Amaya, María José, Julia, Carmen, Mari Carmen, María, Mercedes, Noemi e Isabella, se han organizado para recorrer los solares del barrio que Lola tenía a su cargo desde hace una década. Llevan sus carrillos de la compra llenos de pienso y de latas de comida que adquieren gracias a las aportaciones de muchos vecinos que colaboran con la iniciativa. Si Lola Salmerón se gastaba casi toda su paga mensual en la comida que le echaba a los gatos, sus discípulas han abierto las manos para recibir ayudas, incluso han puesto en marcha una cuenta para recibir ingresos: ES-1730580990212754-952246, es el número para que todo el que quiera echarles una mano pueda hacer su donación.
Hay personas que ponen su grano de arena aportando directamente comida o acogiendo en sus casas a un animal, una iniciativa que las componentes de la asociación consideran fundamental ya que muchos de los gatos que viven en la calle corren el riesgo de desaparecer.
El trabajo de las madrinas de Lola es una tarea costosa, ya que no se trata únicamente de comprar la comida de los animales a diario, sino de tenerlos bien cuidados y de llevarlos al veterinario cuando sea necesario. Ahora que llevan dos meses metidas de lleno en este trabajo, valoran más la labor que realizaba Lola Salmerón, que en solitario, recorría todos los días el centro de Almería para tener bien atendidos a más de medio centenar de gatos.
En su empeño por seguir creciendo y por dar a conocer la asociación, este grupo de mujeres ha abierto su propia página en Facebook donde cada día tienen más seguidores y donde están encontrando también una vía importante de colaboradores. Son las discípulas de Lola la de los gatos, dispuestas a que la labor sorda de su maestra siga presente en las calles de Almería.
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