Agentes de la Policía Nacional en Almería, acompañados de técnicos de la compañía Endesa, han llevado a cabo una operación en la zona almeriense del Cerro de San Cristóbal. El dispositivo, en el cual han participado unas 50 personas entre agentes y operarios de la compañía eléctrica, se ha saldado con la detención de 18 personas, todas ellas de una misma familia, la desmantelación de más de 3.500 plantas de marihuana, y el corte del suministro eléctrico en 96 viviendas que presentaban acometidas ilegales a la red eléctrica.
Las investigaciones se iniciaron a principios del mes de julio de 2019, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que en varias viviendas enmarcadas en las calles Fausto García, Patio de Fausto García, Camino San Cristóbal, Loma San Cristóbal, y Luchena, pudieran estar albergando cultivos hidropónicos de plantas de marihuana.
El tráfico de drogas, única fuente de ingresos económicos
Las actuaciones policiales previas al arresto de este clan familiar, resultaron bastante complejas, habida cuenta de las características urbanísticas de las calles dónde se debían desarrollar las indagaciones policiales. Algunas de dichas vías eran peatonales, y en su mayoría estrechas y con escasa afluencia de personas y vehículos ajenos a la zona. La idiosincrasia de los vecinos e investigados, presentes en la calle de manera casi perenne, y en continua actitud vigilante y hostil, también dificultó en enorme manera el desarrollo de la investigación.
Sin embargo, a lo largo de los meses, la Policía Nacional consiguió desgranar el funcionamiento de este un grupo familiar perfectamente organizado, que había montado una infraestructura que estaba generando grandes beneficios derivados del cultivo, manipulación y posterior venta del estupefaciente. Según el puesto que cada persona ocupaba, obtenía unas ganancias económicas, siendo ésta su única fuente de ingresos.
Estructura y modus operandi
Como resulta habitual en este tipo de organizaciones delictivas, el reparto de tareas y funciones, y la forma piramidal en su estructura, son elementos imprescindibles.
En la parte más baja de la pirámide se sitúan los jardineros y aguadores, los primeros encargados del crecimiento y floración de las plantas de marihuana, y los segundos vigilantes en las calles aledañas, ante posibles inmersiones policiales o de otros clanes que pretendan el robo de las mismas.
En un nivel intermedio, y con una confianza absoluta por parte de los jefes de la organización, se encuentran dos de los arrestados, A.M.C de 24 años de edad, y D.J.C.T de 36, jardinero jefe y electricista respectivamente. El primero hace de intermediario entre los jefes y los jardineros, y vela porque estos desempeñen con celo y rigor su trabajo. El segundo responde del montaje eléctrico necesario para la prosperidad de las plantaciones indoor.
En la parte más alta se encuentran dos hermanos, la mujer de uno de ellos, y el hijo del otro, ideólogos y máximos responsables y beneficiarios de dicho sistema ilícito, generador de enormes beneficios económicos.
Inmuebles ocupados, contratos simulados e intento de "usucapio"
Los lugares dónde se escondían las plantaciones variaban entre viviendas propiedad de los arrestados, cuevas deshabitadas, o inmuebles ocupados, sobre los cuáles había una labor de investigación previa por parte del grupo criminal.
La investigación policial ha llegado a acreditar que, algunos de los detenidos, llegaron a acceder al interior de las viviendas ocupadas, para buscar documentación relativa sobre la titularidad del bien, como escrituras, contratos de suministros, cartas...y con esos datos, simular contratos de alquiler o venta de tales bienes. También ha quedado demostrado que en el caso de estar fallecidos sus legítimos propietarios, llegaron a hacerse pasar por los mismos, y aparte de las ventajas que pudiesen haber obtenido con carácter inmediato, más a largo plazo, la intención era la de reclamar su propiedad, una vez ha transcurrido el plazo legal como meros poseedores del inmueble -"usucapio".
Registros simultáneos
Como consecuencia de la operación policial, se llevaron a cabo 28 registros, los cuáles se saldaron con la detención de 18 personas y la incautación de 3.506 plantas de marihuana, tres pistolas y un revólver con los números de serie borrados, una escopeta y un rifle, cerca de 60.000 euros en metálico, 362 transformadores, 369 lámparas, 32 extractores de aire y 69 máquinas de aire acondicionado, cuatro balanzas digitales, así como todos los utensilios y fertilizantes para conseguir en un corto espacio de tiempo una cosecha.
Operación conjunta de Endesa y Policía Nacional
Posteriormente, operarios de la compañía Endesa, supervisaron las acometidas de 115 viviendas, hallando 96 de ellas conectadas directamente a la red de distribución, sin que el consumo quedase registrado en un contador. Además de los desenganches, fueron desmontados cientos de metros de tendido ilegal, que pretenden evitar futuras acometidas ilegales en el barrio, las cuales terminan por generar quejas y malestar en la zona, por los continuos cortes de luz derivados de las sobretensiones que tienen que soportar las instalaciones. Estas instalaciones manipuladas, no cumplen con la normativa en materia de seguridad, y son generadoras de un importante riesgo no solo para aquellos que las manipulan, sino también para las personas que viven o circulan en las proximidades de las mismas.
Las 18 personas detenidas - 13 hombres y 5 mujeres- de nacionalidad española, han sido puestas a disposición del juzgado de instrucción número seis de los de Almería en funciones de guardia, como presuntos autores de delitos contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico, tenencia ilícita de armas, robo y usurpación, quien por su parte ha acordado el ingreso en prisión de seis de ellos.
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