Almería se echa a la calle el primer día de reapertura de bares y comercios

Almería se ha echado a la calle, aunque con todas las precauciones, en el primer día de la reapertura de la hostelería y el comercio no esencial, una vez que la ciudad ha bajado de los 1.000 casos de coronavirus por 100.000 habitantes en 14 días y de que la Junta lo ha autorizado, tras dos semanas de cierre.

Representantes del sector han coincidido en señalar que la mayor parte de los negocios han abierto sus puertas y que la afluencia de público y el “ambiente” ha sido excelente, también gracias al buen tiempo, de forma que determinadas partes de la ciudad, especialmente el Paseo Marítimo y el centro, como la Plaza del Marqués de Heredia, han estado ‘abarrotados’, siempre cumpliendo con las distancias y medidas de seguridad impuestas en terrazas y tiendas.

Pero pese a este ‘lleno’ de muchas zonas, en el ambiente también ha estado presente la idea generalizada de que no se pueden echar las campanas al vuelo y de la necesidad de mantener todas las precauciones para evitar otra situación similar en breve.

“La gente tenía muchas ganas de salir a la calle y disfrutar de una cerveza, y más aun con el buen tiempo”, decía Pedro Sánchez-Fortún, vicepresidente primero de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (ASHAL), quien aseguraba que la mayoría de establecimientos de la capital había podido abrir pese a haber sido avisados solo con un día de margen.

“Está claro que es difícil conseguir todos los productos para abrir un bar o un restaurante de un día para otro, pero hay productos que sí se pueden conseguir. Nosotros tenemos una marisquería y una bodega, hemos podido comprar marisco y pescado fresco, hemos abierto y hemos tenido el aforo completo toda la mañana, dentro de las limitaciones impuestas”, añadía.

En Almería ahora está permitido un aforo del 30% en el interior y un 75% en terrazas, aunque un bando del alcalde ha permitido abrir al 100% al aire libre si se pueden cumplir las distancias de seguridad, de un metro y medio entre respaldos de sillas y de cuatro sillas por mesa.

No obstante, algunos establecimientos no han podido abrir, sobre todo por la dificultad para encontrar género de un día para otro, y también por problemas de personal.

De hecho, algunos de los propietarios consultados por este diario lamentaban que la incertidumbre en que sigue el sector ha hecho que en algunos casos no se hayan atrevido a reabrir. “Estamos asustados, a ver lo que dura esta apertura porque todavía estamos cerca de la tasa 1.000, no nos extrañaría que nos obliguen a cerrar la semana que viene… y dudamos si sacar a trabajadores del ERTE para solo unos días”, decía el dueño de un bar del centro.

Indignación La mayoría de los hosteleros y los comerciantes consultados coincidían también en mostrar su indignación por el cierre obligado de sus negocios estos días atrás, mientras se han permitido otras aperturas. “No entendemos por qué unos grandes almacenes y otras tiendas pueden estar a reventar y nosotros hemos tenido que cerrar”, decía María Trinidad Villegas, presidenta de Almería Centro y propietaria de una zapatería en el centro.

“En mi negocio, por ejemplo, cumplimos absolutamente todas las medidas, estamos siempre con mascarilla, tenemos las puertas abiertas de par en par, asientos separados, un aforo máximo y nuestros clientes no suelen pasar más de 15 minutos en el interior, algo que no sucede en otros que han estado abiertos”, añade.

De ahí a que Almería Centro vaya a participar en una concentración el próximo día 16 frente a la Delegación del Gobierno de la Junta para reclamar que se eliminen las severas restricciones actuales al pequeño comercio, “como sucede en casi todas las comunidades autónomas”, concluye Villegas, quien informa de que en el caso de las tiendas prácticamente todas las del centro sí han podido abrir este sábado.

En los barrios En los barrios de la capital la situación ha sido similar: buena parte de los negocios han reabierto pero otros no han podido. En El Alquián, por ejemplo, entre los establecimientos que no han abierto este sábado está el restaurante Los Arcos. Su propietario, Juan López, también miembro de la Asociación de Comerciantes del barrio, aseguraba que había preferido esperar a este domingo, pues no ha querido “abrir a medias” por falta de tiempo para conseguir todo lo necesario.

“Esto no puede ser, no nos pueden avisar de un día para otro, ni para abrir ni para cerrar, porque en este caso se pierde mucha mercancía”, decía.

López también se mostraba indignado por que se haya señalado a la hostelería como responsable de la propagación del virus. “Hemos cerrado dos semanas y los contagios han seguido aumentando...¿Es nuestra la culpa entonces? Nosotros cumplimos escrupulosamente con las medidas, somos zonas seguras, mientras vemos que se permite en otros sitios que la gente esté apiñada por todos lados. La han tomado con la hostelería sin pruebas, porque ¿dónde están los datos que digan que es la responsable?”, se pregunta.