Todas las asociaciones de comercio minorista de la capital: Almería Centro, Nueva Andalucía, Mediterráneo-Oliveros, El Zapillo, La Cañada y El Alquián, se concentraba esta mañana a las puertas de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía y cortaban el tramo final del Paseo de Almería durante unos minutos para volver a poner sobre la mesa los problemas que tienen en esta pandemia más allá de que hayan podido abrir las puertas hace unos días.
Y es que esta apertura no les asegura que si la situación empeora no tengan que volver a cerrar las puertas de unos comercios que "están a pie de calle, en los que la gente no está más de 15 minutos, se cumplen con las medidas de seguridad higiénico-sanitarias y no hay aglomeraciones", tal y como explicaba la gerente de Almería Centro, Carmen Sánchez.
Esta concentración llega después de haberse reunido con representantes de la Junta de Andalucía sin que de momento se hayan atendido sus principales reclamaciones. Unas peticiones que han plasmado en un manifiesto que leía la presidenta de 'Almería Centro', Mª Trini Villegas, en el que reclamaban nuevamente que "se haga una distinción entre los pequeños comercios y grandes comercios" así como la diferenciación con los establecimientos de hostelería ya que "la estancia media en los comercios es de 15 minutos y se lleva siempre la mascarilla".
Insistieron en la necesidad de que "se revise el criterio para determinar qué son comercios esenciales y cuáles no" y que en caso de cierre ineludible del comercio tradicional se estudien alternativas como "la cita previa, recogida en tienda o la venta a domicilio".
Ampliación de horario
Pero sin duda la principal novedad en estas reivindicaciones del pequeño comercio almeriense se encuentra en la petición de "ampliar el horario comercial hasta las 20.00 horas para poder paliar las pérdidas acumuladas hasta ahora" así como solicitar a la administración ayudas por el valor del 60 al 70% de la facturación de 2019 como se está haciendo en otros países europeos".
Recordaba Ángeles Amate, de la asociación de comerciantes de La Cañada, que lo que piden es que les traten "justamente" porque no son un foco de infección y que quieren "trabajar acorde a las medidas que han dado".
Por su parte Jesús Ibañez, de ASEBAM de la asociación comerciantes Mediterráneo-Oliveros, mostraba su disconformidad con "el tipo de cierre discrecional de los negocios cuando el 90% son seguros porque hay dos o tres personas a la vez nada más y con una frecuencia de tiempo de corta transacción, mientras que se mide como a los grandes comercios en los que se está mucho más tiempo". Cree Ibáñez que estar dos semanas cerrado supone "matar al pequeño negocio porque cuando está cerrado es el autónomo el que trabaja con algún empleado, no puede tirar adelante. El comercio se va a morir pero de hambre. Cerrar dos semanas supone ahogarlo definitivamente porque lucha contra la venta on line, con los grandes centros comerciales y lucha con el poder vivir día a día".
Julio Martín, de la asociación de comerciantes de Nueva Andalucía, explicaba que "la situación es muy grave, las ayudas son insuficientes y en muchos casos ni siquiera se ha podido optar a ellas. Reivindicamos que se revisen los criterios por los que se cierra o no un negocio".
Carlos Sánchez, concejal de Promoción de la Ciudad, acudió a la concentración respaldando a los comerciantes y explicando que "en el Ayuntamiento lo tenemos claro desde el principio. Hemos presionado a todas las administraciones porque el sector del comercio lo está pasando realmente mal y las reivindicaciones de hoy son lógicas, consecuencias, y por ello el Ayuntamiento de Almería va a estar con ellos siempre".
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