Cuatro condenados por distribuir cocaína entre Almería y Murcia

La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a penas de dos años de cárcel a cuatro acusados de distribuir drogas a pequeña escala en municipios del norte de la provincia de Almería y en la Región de Murcia.  Los acusados estaban radicados en la localidad de Huércal-Overa y, desde su base de operaciones, se trasladaban hasta otros puntos para vender cocaína a demanda.

Según la sentencia judicial, la Policía Nacional de Lorca detectó a dos sospechosos en los aparcamientos del hospital Rafael Mendez de Lorca en marzo de 2013, cuando presuntamente iban a realizar un pase de droga. Ambos quedaban con frecuencia y se suministraban droga el uno al otro cuando la necesitaban, según las diligencias.

El principal acusado adquiría la droga de una persona de nacionalidad iberoamericana que no pudo ser  identificada y gestionaba la venta en connivencia con los otros tres procesados.  “Cuando la  recibida  entraba  en  contacto con terceras personas a las que vendía dicha sustancia”, indican los hechos probados. 

Los traficantes recibían llamadas telefónicas y entregaban las dosis de cocaína en puntos estratégicos. “Para realizar las ventas los compradores llamaban al teléfono de un acusado  y quedaban con él. En ocasiones dichos compradores acudían al domicilio de Lorca y en otras quedaban en bares de esta localidad”, señala la sentencia de la Audiencia Provincial.

“Para vender dicha sustancia, cuando  J.  o   B. recibían una llamada de un comprador, quedaban con ellos en un punto cualquiera de Lorca, se acercaban a dicho lugar y realizaban la venta”, continúa. También se menciona un bar de en el barrio de la Virgen de las Huertas, al que acudían desde Almería.

El otro acusado  L.  se encargaba de vender esta sustancia principalmente en el norte de la provincia teniendo su base de operaciones en la localidad de Huércal-Overa. 

Durante la operación de la Policía Nacional se registraron dos viviendas en Lorca y Huércal-Overa y descubrieron unos 115 gramos de cocaína de distinta pureza y un valor superior a los 6.000 euros en el mercado clandestino. También una bolsa con cogollos de marihuana.

Los agentes hallaron sobre un armario un arma detonadora con apariencia de ser real para defenderse de posibles problemas relacionados con la venta de drogas y una báscula.