Agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil en Almería investigan la procedencia de una alijo de hachís decomisado frente a las playas del parque natural Cabo de Gata. El Servicio Marítimo decomisó este fin de semana un cargamento de 900 kilos de resina de hachís a bordo de una embarcación recreativa avistada frente a la localidad de San José, a unas siete millas náuticas mar adentro.
La droga venía oculta en el interior de bidones de gasolina de color rojo, de plástico, repartida en pequeños paquetes y no en grandes fardos como es común en este tipo de alijos procedentes de Marruecos.
La embarcación era un bote de fibra de unos cinco metros de eslora y matrícula española. Según fuentes de la investigación, a bordo viajaban dos tripulantes que han sido arrestados por un presunto delito contra la salud pública.
El Servicio Marítimo avistó la embarcación y apresó a los viajeros. Luego trasladó la embarcación y el cargamento hasta el Puerto de Almería. Durante la mañana del sábado se efectuó el registro de la mercancía en el Muelle de Poniente, en las instalaciones de la Guardia Civil.
Los agentes sacaron los paquetes de hachís de cada bidón. La utilización de estos recipientes de plástico buscaba ocultar a las fuerzas de seguridad la droga en posibles controles costeros o de patrullas marítimas. Sobre la dársena se repartieron una docena de bidones de gran capacidad, junto a la lancha de fibra decomisada en la operación de la Benemérita. Los detenidos pasarán a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia en la capital.
La ruta del narco
El tráfico de hachís a gran escala ha reaparecido con fuerza en las costas de Almería tras años de cierta remisión en la ruta del Mar de Alborán. La explosión de los desembarcos en el Estrecho del Gibraltar había opacado el trasiego hacia la provincia de Almería.
Sin embargo, las mafias se vieron asfixiadas por las fuerzas de seguridad en Cádiz y retomaron sus envíos por Almería, Granada y Murcia en los dos últimos años. Las cifras del Ministerio del Interior y la Fiscalía así lo acreditan.
Particularmente frecuente han sido las operaciones contra el narcotráfico en el Poniente almeriense, donde la semana pasada el grupo especial OCON Sur (Guardia Civil), con una delegación en la provincia de Almería, realizó una intervención contra un clan radicado en la Curva de Adra.
En el mismo sentido, como adelantó LA VOZ DE ALMERÍA, la Audiencia Provincial de Almería va a juzgar ahora a una banda internacional también activa en el Poniente y responsable de la presunta introducción de 9.000 kilos de hachís a mediados de 2018 mediante el método de los fondeos (los alijos se ocultan en el fondo del mar, a pocas millas, con pesos muertos).
Al mismo tiempo que crecen de nuevo los alijos con embarcaciones recreativas y lanchas, han desaparecido casi al completo las aprehensiones de resina en buques mercantes, un modelo de macrocargamentos que había centrado la atención de las autoridades desde el año 2012 y que había dado nombre a una nuevo circuito: ruta del Mediterráneo occidental.
“La confluencia de distintos grupos criminales, en la consecución de grandes alijos, especializados en las distintas tareas y que colaboran con una o varias organizaciones, supone una seria dificultad para la tramitación de las macro causas que derivan de las investigaciones que se llevan a cabo contra ellas”, señaló la Fiscalía Superior de Andalucía en su último informe anual. Los delitos contra la salud pública fueron casi los únicos en subir en 2020 en Almería, a pesar del virus.
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