Los vándalos vuelven a hacer de las suyas en la capital almeriense. El pasado 11 de marzo, el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, visitaba las obras del mirador de San Cristóbal, donde el Ayuntamiento había invertido cerca de 50.000 euros en diversas mejoras, y anunciaba la continuidad de las actuaciones en los accesos al monumento del Sagrado Corazón y acondicionamiento de la ladera “para su puesta en valor como recurso turístico”.
Los trabajos incluyeron la limpieza del entorno del monumento, pavimentación, el repaso de muretes, instalación de nuevos puntos de luz, ajardinamiento de la zona y la instalación de una barandilla de metal en diversos espacios del entorno, entre ellos en la escalinata que da acceso al monumento.
Justo un mes después, esta mañana, la barandilla aparecía arrancada de cuajo y destrozada a los pies de la escalinata que permite acceder al Sagrado Corazón. Gracias a la colaboración ciudadana y a la rápida actuación policial se ha podido evitar que los vándalos se la llevaran, aunque lamentablemente los autores de semejante acto vandálico no han podido ser detenidos.
La concejala de Urbanismo, Ana Martínez Labella, ha condenado este nuevo acto de vandalismo y ha lamentado que “apenas una semanas después de finalizar la actuación que se ha desarrollado sobre el principal mirador de la ciudad nos encontremos con un episodio como este. Es muy triste”.
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