Cuca Gamarra lleva ocho meses como portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, con un perfil más moderado que su antecesora en el cargo, Cayetana Álvarez de Toledo. La ex alcaldesa de Logroño, abogada de formación y profesión, es en la actualidad una de las figuras de primera línea del proyecto de Pablo Casado. Esta semana ha estado en Almería, una de las provincias donde va a haber cambio de liderazgo orgánico.
¿Qué está pasando en la política para haber llegado a esta situación de amenazas, debates frustrados y crispación absoluta?
En primer lugar hay que condenar y yo condeno cualquier tipo de amenaza, de coacción, venga de donde venga y afecte a quien afecte. Creo que un demócrata siempre tiene que defender la libertad y que en libertad se puedan defender las ideas. Aparte, creo que lo que algunos quisieron llamar la nueva política, lo que ha traído a este país ha sido mucha polarización y muchísima crispación. Y a todo ello hay que unir la personalidad de Pedro Sánchez, que promueve dos Españas y que promueve siempre el enfrentamiento. En el Partido Popular representamos otra cosa y queremos otra manera de convivir. Al final, un gran proyecto de país es en el que 47 millones de españoles, todos diferentes, somos capaces de convivir desde la pluralidad, con las búsquedas del consenso y frente a todos los que quieren romper y enfrentar.
Habla de Pedro Sánchez pero quienes están en los extremos son otras siglas diferentes. ¿Qué responsabilidad tienen?
Los extremos tienen algo que les une. Independientemente de en qué extremo se encuentren, se necesitan porque se retroalimentan. Pero cuando yo hago referencia a Pedro Sánchez es porque él, en su manera de gobernar, lo que está promoviendo es la falta de acuerdos con el principal partido de la oposición. Y cuando tus socios de gobierno son los independentistas, Bildu y todos aquellos que no quieren un proyecto conjunto para España, y siempre los antepones a la búsqueda del acuerdo con el PP, cuando rehúyes todo aquello que el PP y Pablo Casado te ofrecen, evidentemente tú también estás ayudando a que se produzca esa ruptura.
¿Qué responsabilidad tienen los políticos en el uso de la palabra en foros parlamentarios a la hora de alentar la crispación o sosegarla?
Todos aquellos que ostentamos una responsabilidad tenemos que ser siempre conscientes de que de la manera en que la ejerzamos dependerá mucho la sociedad que tendremos y por la que tenemos que trabajar. La moderación, la búsqueda del acuerdo, el respeto al adversario politico, son claves. Ese proyecto de respeto es lo que significa el PP y lo que hemos sido, somos y queremos seguir siendo frente a todo tipo de fuerzas que busquen polarizar. Pero no solo es una posición responsable, es la posición constructiva y la que España necesita y de donde nosotros no vamos a salir.
Como portavoz parlamentaria ¿está contribuyendo más a esa posición de centralidad del PP que la etapa precedente?
Cada uno es distinto, yo tengo mi manera de hacer las cosas, mi propia personalidad. Y luego, yo vengo del mundo municipal, he sido alcaldesa de una ciudad y y sé la importancia que tiene el concepto de la convivencia y del respeto y que tienes la responsabilidad de garantizar todo ello, como lo saben Ramón [Fernández-Pacheco] en Almería y Gabriel Amat, en Roquetas. El PP está en un momento en que lo que le presenta a la sociedad española y a los andaluces es un proyecto que tiene que seguir creciendo. Eso significa seguir ampliándose y abriéndose a sumar a más gente. Y eso solo se consigue desde una manera firme a la hora de exponer las posiciones, pero también de una manera serena y moderada.
¿Usted diría que el Partido Popular se está centrando?
El Partido Popular siempre ha sido un partido de centro derecha y en Andalucía lo saben bien. Los andaluces tienen un presidente como Juanma Moreno, que es el de siempre. El PP lo que está haciendo en un momento muy complejo para el centro derecha, porque se ha fragmentado en los últimos años, es impulsar un proyecto en el que se sientan identificadas más personas con un único objetivo: ser la alternativa real y posible a Pedro Sánchez que permita que España tenga otro Gobierno que le genere a los españoles progreso y futuro. Y todo ello solo se puede hacer creciendo, centrándonos. Y ese centrarse es apertura.
Si a partir del 4 de mayo Isabel Ayuso necesitara gobernar con el apoyo de Vox, ¿sería para el proyecto de Pablo Casado un inconveniente o una ventaja?
Estoy convencida de que el 4 de mayo lo que los madrileños van a decidir es qué futuro quieren. Y todo hace indicar que lo que van a reforzar va a ser el proyecto del Partido Popular y el proyecto que lidera Pablo Casado. Y eso va a suponer algo importantísimo. Que en momentos muy complejos, el proyecto de centroderecha que lidera el PP en toda España, y en este caso en Madrid, está más fuerte que nunca. No me cabe ninguna duda de que los madrileños le van a otorgar la mayoría suficiente para que pueda gobernar en libertad y en solitario.
Insisto, si necesitara esos votos...
Ella [Isabel Díaz Ayuso] ha sido muy clara. Y lo que les dice a los madrileños es que quiere gobernar con tranquilidad y que está dispuesta a hacerlo en solitario. Ese es el planteamiento que la candidata y presidenta de la comunidad les está trasladando a los madrileños y es su objetivo.
A partir del 9 de mayo va a decaer el estado de alarma, y todo apunta a que el gobierno no va a proponer un nuevo decreto. ¿Van a hacer algún tipo de iniciativa parlamentaria?
Lo que durante esta pandemia los españoles han podido ver es cómo tenían a un presidente del Gobierno de España que ha evadido sus responsabilidades y que ha dejado solos a los presidentes de las comunidades autónomas. El Congreso no ha impulsado ninguna reforma legislativa, porque los partidos que apoyan al Gobierno no lo han permitido. Y esa es una dura realidad. Lo que venimos planteándole desde hace un año es la necesidad de un plan jurídico para que, al margen del estado de alarma, que no debe establecerse ni un día más del estrictamente necesario, las comunidades autónomas pudieran tener instrumentos para luchar contra el virus. No hay nada peor que un gobernante que abdica de sus responsabilidades y mira desde la soberbia hacia otro lado. Legislar no supone ningún fracaso, sino todo lo contrario.
Legislar es una tramitación más larga que un decreto de estado de alarma. Llegado el caso, si hubiera necesidad porque la evolución sanitaria lo aconsejara, ¿lo apoyarían?
Es que está a tiempo si él quiere de tener legislación ordinaria, porque hay instrumentos para legislar por urgencia. El Partido Popular ha hecho los deberes que el Gobierno no ha hecho. Tiene registrada una proposición de un proyecto de Ley para ello y se lo brindamos al Gobierno y al resto de fuerzas políticas para que el día 10 pueda haber legislación ordinaria suficiente y nosotros apoyaremos reformas legislativas para que haya legislación ordinaria. No debiéramos de plantear ningún otro escenario, porque no se deben limitar más los derechos y las libertades de todos los españoles de manera excepcional.
¿Qué apoyo podrían tener para ese plan jurídico?
Pues en esta segunda vuelta en la que nosotros llevamos esa ley, ya son muchos los partidos que señalan al Gobierno la necesidad de legislar. Y se lo han dicho directamente al presidente del Gobierno, al que su soberbia no le permite escuchar al resto de fuerzas políticas y de gobiernos autonómicos. Se ha podido escuchar cómo Esquerra, Más País, el PNV, Compromís, muchísimos partidos públicamente reconocen estar analizando y valorando la propuesta del Partido Popular.
¿Espera apoyos de partidos tan alejados de su posición política?
Nosotros siempre que planteamos una iniciativa es para que se puedan alcanzar acuerdos. Lo hacemos convencidos de negociarla y pactar con el resto de fuerzas políticas. Lo que tendría que valorar Pedro Sánchez es que no todo el mundo puede estar equivocado si todo el mundo le está pidiendo algo. La soberbia debe quedar al margen en la responsabilidad de gobernar.
¿Cree que ese rasgo, el de la soberbia personal, es el que está determinando la actuación del Gobierno en relación con la gobernanza de la pandemia?
Yo creo que hay tres elementos: uno es la mentira, otro la soberbia y otro la ineficacia. Cuando un presidente del Gobierno decide mirar hacia otro lado y evadir responsabilidades, porque siempre es o Europa o las comunidades autónomas, frente a algo tan duro como lo que estamos sufriendo, evidentemente la soberbia está muy presente.
Sin embargo, en la primera etapa de la pandemia era al contrario, las comunidades autónomas responsabilizaron al gobierno de limitar su actuación. ¿Dónde está el equilibrio en esa gobernanza?
Durante toda esta pandemia hay conceptos que han surgido que esconden la manera de gobernar o de gestionar de Pedro Sánchez. La nueva normalidad, en el fondo, esconde mantenernos en un estado de alarma casi permanente. Durante todo este año, hemos visto cómo se atacaba desde el propio gobierno la libertad de prensa, la inviolabilidad del domicilio, se ha justificado actuaciones que nunca deben justificarse en una democracia. El otro concepto ha sido la cogobernanza. Y la cogobernanza en un momento determinado fue quitar competencias a las comunidades autónomas y, a partir de un momento, ante la posibilidad de que eso generara desgaste politico, el presidente del Gobierno evade absolutamente todas sus responsabilidades. Al final ni come ni deja comer.
El Partido Popular mantiene bloqueada la renovación del CGPJ. ¿Por qué está siendo tan difícil ponerse de acuerdo en la renovación de ese órgano?
Está siendo difícil porque el Partido Socialista ha querido romper las reglas del juego y no cualquier regla del juego. Esa reforma, ante la cual Europa ha tenido que tomar cartas en el asunto y que ha llegado a movilizar a 2.500 jueces en España, que es el 50 por ciento, es un ataque directo a la separación de poderes. Y la separación de poderes es el pilar básico de la democracia. El Partido Popular tiene unos principios y unos valores que defender por encima de todo y la no interferencia del Poder Ejecutivo en la elección del gobierno de los jueces es fundamental. Y eso es lo que estaba en juego en esas reformas que hemos recurrido ante el Tribunal Constitucional y ese es el punto de inflexión ante el cual nosotros no podemos llegar a acuerdos.
Pero esta situación ya lleva tres años, no es de esta reforma.
Es cierto que ha habido tres años, pero dos han sido con un gobierno en funciones. Este es un proceso que se había iniciado en los últimos meses del gobierno de Mariano Rajoy y que se frena por casi dos años de gobiernos en funciones y de inestabilidad política. A partir de ese momento, la disposición y la disponibilidad del Partido Popular liderado por Pablo Casado ha sido absoluta y lo sigue siendo, pero bajo unas condiciones claras. Y es que esté garantizada la independencia en la renovación y la no interferencia desde el punto de vista político. Ni más ni menos. Y eso es irrenunciable. Si el Partido Socialista quiere la posibilidad de un acuerdo, la tiene ahí. Lo único que tiene que hacer es renunciar a querer politizar y querer intervenir en otro poder.
¿Debería Juanma Moreno adelantar elecciones en Andalucía?
Nunca valoro lo que tiene que hacer un presidente autonómico, porque nadie mejor que él sabe lo que tiene que hacer. Y Juanma Moreno es una garantía para la estabilidad de Andalucía y ha demostrado el gran político que es. Puede ver cómo en dos años en esta provincia se ha hecho más que lo que en 30 años hizo el socialismo por ella.
Hay renovación en el PP de Almería. ¿Cómo son las relaciones con Génova?
El PP de Almería es un grandísimo ejemplo para el Partido Popular de todos los lugares de España. Gabriel Amat es un ejemplo de liderazgo, de buen gobierno y de buena gestión al frente del PP de Almería y al frente de la Alcaldía de Roquetas. El proceso que él mismo está liderando es un proceso de renovación que toda organización tiene que llevar a cabo internamente. Creo que están siendo ejemplares. No me cabe ninguna duda de que el equipo que le va a relevar va a permitir también la continuidad de un gran proyecto político. La clave es el proyecto, un proyecto que cada cierto tiempo tiene que dar el relevo en la dirección, pero siendo el mismo. Y eso el Partido Popular de Almería lo lo tiene garantizado. Gente con muchísima experiencia política, con una grandísima vocación de servicio público, como es Javier [García] y todo su equipo, van a ser capaces de hacerlo y de continuar ese proyecto desde la renovación y también el aire fresco.
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