Es de Rioja, estudia Primero de Bachillerato de Ciencias Tecnológicas en el I.E.S. Argar, y participa, con el equipo Space Six, en el concurso CanSat, una iniciativa de la Agencia Espacial Europea que desafía a estudiantes de toda Europa a construir y lanzar un satélite del tamaño de una lata de refresco.
¿En qué consiste el proyecto en que participas?
Estamos montando un mini satélite que te envía datos, como mínimo a cada segundo. Principalmente, envía la temperatura y la altura. Yo soy el desarrollador hardware, y somos seis, mas el capitán, Antonio. Nos llevamos todos bastante bien...
¿Y cómo va el trabajo?
En principio, ya vuelve a ir bien. Hemos tenido unas semanas de estar parados, pero hemos vuelto a hacer cosas. Por ahora hemos hecho un prototipo que funcionó hasta que se rompió la antena, pero ya hemos comprado una de mejor calidad, y vamos a hacer un circuito impreso.
¿Qué les está aportando participar en un proyecto así, de tecnología?
Personalmente, me ha aportado
conocimientos, sobre
todo a la hora de la práctica.
En mi instituto no se hacen
prácticas y, gracias a esto,
ahora tengo un nivel avanzado
en tecnología.
Y en el futuro, ¿qué quieres estudiar, por qué?
Quiero estudiar ingeniería
mecánica, porque me gustan
los motores, los engranajes...
Y me gustaría crear
mi propia empresa de coches
eléctricos. Este proyecto
me ha ayudado, pues me
ha enseñado a diseñar y ha
construir. Aunque no sea lo
mismo, es parecido...
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