Juan Espadas: “No soy candidato de Madrid ni de Sevilla, sino de la militancia“

La última vez que vino a Almería fue para asistir a la boda de unos amigos. Esta semana ha regresado Juan Espadas ya en su campaña de precandidato a las primarias del PSOE andaluz.

¿Conserva amigos en lo personal y en lo político en esta provincia?

Claro que sí. Tenga en cuenta que estuve ocho años en una consejería, la de Medio Ambiente, dirigida por una almeriense, Fuensanta Coves, y con un equipo almeriense. Y, sobre todo, porque tuve la oportunidad, además, de conocer a muchos alcaldes y alcaldesas, a mucha gente de distintos sectores de la actividad productiva, de la agricultura, de municipios pertenecientes a parques naturales, de actividades ligadas a la naturaleza y al turismo rural, … Tuve una actividad muy intensa en Almería y también como consejero de Vivienda.

¿Está pidiendo el aval a esos amigos?

Muchos no son militantes del PSOE. No estoy ahora mismo en la petición de avales. Eso lo hace mi equipo. A mí me interesa mucho más, en un corto espacio de tiempo, explicar cuál es mi proyecto de cambio, por qué me presento, como revulsivo en una organización en la que creo que lo más importante, en estos momentos, es volver a captar la confianza de los andaluces. Si no lo hacemos, el PSOE no va a poder estar en el próximo gobierno de Andalucía.

Ya que se ha lanzado a la arena, ¿cómo ve la cosa en una provincia susanista como Almería?

La fuerza que tiene esta candidatura es el reencuentro y la unidad. Yo no voy a preguntar a nadie a quién apoyó en el pasado. Todo el mundo sabe que yo apoyé a Susana Díaz y en esa misma situación pueden estar muchos militantes de Almería. ¿Por qué les pido el apoyo? Les pido que lo analicen desde el punto de vista de la percepción ciudadana, más allá del cariño o la relación personal hacia los candidatos. Debemos pensar en lo que los ciudadanos quieren de nosotros. Si quieren cambio, es lógico que un compañero coja ese testigo y sea capaz de hacer un proyecto nuevo. Eso es pensar primero en los ciudadanos para luego poder ganar las elecciones. No hay que pensar en lo mejor para Susana Díaz o para Juan Espadas, sino para el PSOE.

¿Pero cree que puede ganar en Almería?

Eso lo veremos el día 13 de junio. Ahora mismo está muy abierto el resultado. El voto es secreto. Cada militante tiene la autonomía y la independencia para decidirlo. Por eso es tan importante que durante estos días mostremos los planteamientos diferenciales de nuestros discursos. Los valores son siempre los mismos, los socialistas. Otra cosa son las formas de gestión. La clave del buen gobierno está en los ayuntamientos. Esto va de ganar el gobierno de Andalucía.

¿Qué opina del secretario provincial de Almería, José Luis Sánchez Teruel?

Es mi amigo. Como sabe, un tiempo trabajó conmigo en Medio Ambiente y, por tanto, no es solo una persona que respeto sino que aprecio personalmente. Como cualquier otro compañero, tiene toda la libertad para apoyar la candidatura que considere.

¿Fernando Martínez?

Es una persona a la que también aprecio. He tenido la oportunidad de desarrollar con él un proyecto precioso, en el que el Gobierno de España ha apoyado al Ayuntamiento de Sevilla, como es el de fosa de Pico Reja. La memoria histórica es una seña de identidad del PSOE. Me ha transmitido su apoyo a este proyecto de cambio.

¿Por qué se visualiza en Almería el apoyo de los parlamentarios andaluces a Susana Díaz y los nacionales a Juan Espadas?

Justamente esa es la lógica, que también tiene una traducción en los medios de comunicación, que quiero romper. Quiero que cada militante pueda hacer un análisis personal absolutamente independiente de lo que votaron la última vez, y pensar en lo mejor para el partido en este momento. ¿Qué piden los ciudadanos? ¿Continuidad o cambio? Esa es la cuestión. He dado un paso al frente y conmigo muchos compañeros que antes apoyaron a Pedro Sánchez o a Susana Díaz. Tenemos que superar de una vez por todas ese proceso anterior. Mientras sigamos encasquillados en ese proceso anterior, no estamos mirando al futuro del PSOE y de Andalucía. Esta candidatura sale de ese conflicto para tener un partido ganador. Solo un partido unido es un partido ganador.

¿Y se le pasa por la cabeza perder?

Cuando uno se presenta siempre hay las dos opciones, pero yo creo que es evidente que si tuviera muchas dudas de que esta es la mejor opción, teniendo en cuenta mi responsabilidad institucional, creo que hago lo que necesita el partido. Yo no soy aventurero. Por responsabilidad no podía eludir este debate ni la petición de tantos compañeros para que hubiera una alternativa en este momento a la de Susana Díaz. Creo que va a ser la candidatura ganadora porque representa justamente lo que pide la ciudadanía. En este partido no sobra nadie. Tenemos que acostumbrarnos a tener primarias, sabiendo que al día siguiente vamos a estar todos con el ganador.

¿Qué aporta Juan Espadas en estas primarias?

Creo que había que hacer dos cosas, que es lo que yo aporto. Una es hacer una candidatura de reencuentro, una candidatura en la que ya no haya etiquetas respecto al posicionamiento de compañeros en anteriores congresos. Y la segunda, un proyecto renovado y con otro estilo desde el punto de vista político para que los votantes que antes confiaron en el PSOE estén con nosotros.

¿Por qué ahora y no hace dos años cuando el PSOE no revalidó el poder en la Junta de Andalucía?

Ahora es cuando son las primarias. Nosotros arrancamos en diciembre de 2018 perdiendo el gobierno andaluz. En ese momento yo estaba terminando mi mandato como alcalde de Sevilla. Después, en mayo de 2019, lo renové con una mayoría mucho más amplia. En estos dos años yo he estado centrado en mi responsabilidad institucional. Este año, en 2021, se han abierto los procesos congresuales y se planteó el debate de si era bueno o no tomar la iniciativa política para, de alguna forma, plantear con más tiempo una estrategia y un proyecto de cambio. La dirección federal y la regional han anticipado las primarias y había que decidir si se daba un paso al frente o no.

¿Y por qué ha dado ese paso al frente?

Por responsabilidad. Me parece que en este momento es bueno que el propio proceso de primarias se convierta en un revulsivo para la organización. Ya se ha conseguido un primer efecto. Se han vuelto a abrir las casas del pueblo y la militancia se ha activado. Eso siempre es positivo para el PSOE. El PSOE necesita estar en la calle, no en su casa. Este es un partido de la gente, de currantes. Por lo tanto, es imprescindible que nosotros tengamos ese contacto con la sociedad y, además, nos exijamos revisar nuestro propio proyecto. Eso solo lo hace un proyecto de activación como éste.

Se enfrenta, sobre todo, a Susana Díaz.

Traslado mi máximo respeto al trabajo que ha hecho la compañera Susana Díaz y mi reconocimiento a su esfuerzo y a su sacrificio. Pienso que el que haya una candidatura como la mía en este momento puede ser un revulsivo para el partido. Los militantes decidirán cuál es el liderazgo que quieren y en eso estamos.

Lo mismo que es Juan Espadas el candidato podría haber sido María Jesús Montero, Ángeles Ferriz, Felipe Sicilia, …

Solo había que dar un paso al frente y, en mi caso, después de meditarlo, y escuchar sobre todo a los compañeros de todas las provincias, he decidido plantear una alternativa a Susana Díaz. Llevo dos meses escuchando a los militantes y ellos son los que me han movido a tomar esta decisión.

Seguro que le hacen a menudo esta pregunta. Permítame que insista. ¿Usted no es el candidato de Pedro Sánchez, de La Moncloa, a las primarias del PSOE de Andalucía?

Esa es una idea que mi candidatura no plantea así. Lo que planteamos es que si yo lo que aporto es reencuentro y unidad, yo no soy el candidato de ninguno de los dos centros de decisión del PSOE, ni de la dirección federal ni de la dirección regional. Esta es una candidatura de militancia. En la mía se van a encontrar personas que apoyaron en su día a Pedro Sánchez, que apoyamos a Susana Díaz en otro día, … personas que quieren hacer un PSOE más fuerte y más unido y que tenga a compañeros de distintas sensibilidades, llamémosle así, que ha habido en el pasado. Esta es una candidatura que piensa en el futuro del partido frente a otras que piensan en el pasado y que se etiquetan en base a lo que hicieron en otras primarias. Si seguimos instalados en la división, no vamos a ganar.

De hecho en diciembre de 2018 ganaron pero no pudieron gobernar.

Ganar es gobernar. Aquello pasó. Lo que había que hacer es lo que se hizo: asumir la oposición. A partir de ahí hay que plantear una estrategia. A mi juicio, las estrategias de oposición siempre son difíciles, pero yo creo que en estos dos años hemos perdido quizá la oportunidad de hacer una oposición más basada en el municipalismo, que es ahora mismo donde el PSOE tiene más fuerza. Tenemos 458 alcaldes y alcaldesas que saben muy bien lo que está suponiendo el gobierno de Moreno Bonilla: un olvido y una desatención a los servicios públicos.

¿Y cuál es su estrategia?

Pasa por que el municipalismo, los ayuntamientos, tenga un papel mucho más decisivo que el que han tenido en anteriores gobiernos, incluidos los del PSOE. La clave del futuro pasa por poner por delante la realidad del territorio y la visión política local de la regional.

Susana Díaz no para de visitar municipios gobernados por el PSOE-A.

Creo que algunos de mis planteamientos los sigue a continuación Susana Díaz. Me encanta que esté de acuerdo conmigo. En los últimos años hemos estado muy abandonados. Tenemos que escucharnos siempre. Escuchar significa también integrar a los alcaldes y alcaldesas en la toma de decisiones.

¿Y está dispuesto a debatir cara a cara con ella?

Por supuesto. Cuando ella quiera. Sería muy beneficioso para los militantes.

Al margen de lo que ocurra en las primarias, ¿usted tiene ambiciones de carácter orgánico para ser el próximo secretario general del PSOE-A?

El PSOE siempre ha tenido una unificación de liderazgo de la organización y al frente de la Junta. Las primarias son la elección de un liderazgo ante la sociedad y cuando llegue el momento del congreso será el momento de refrendarlo en el partido. No tendría sentido plantear dos tipos de liderazgo. Eso no ha funcionado bien en algunos casos.