Desde este jueves está permitido el consumo en barra de bebidas y comidas, una vez que los tres distritos sanitarios de la provincia (Almería, Poniente y Levante-Alto Almanzora) se encuentran en el nivel más bajo de la alerta sanitaria por la pandemia del coronavirus.
El regreso de los almerienses a las barras ha sido tímido. Buena parte de bares y restaurantes apenas han tenido tiempo de adaptarse al nuevo tiempo, a las viejas costumbres de tomarse una cerveza con una tapa de lomo adobado en el Mini Bar de la capital o las gambas rebozadas del Casa Puga.
Lo mismo ha ocurrido con decenas de negocios de hostelería en las distintas comarcas almerienses. En Carboneras, Felipe y Bellamar atendían anoche a sus primeros clientes en las barras con las tradicionales tapas de pescado de la zona.
A nivel general, la hostelería aún espera más cambios en las directrices de la Junta para que llegue la normalidad que había antes de la pandemia. Responsables de algunos negocios afirman que sus ‘nuevas barras’, con mesas altas, se quedarán para siempre.
Ashal
En los micrófonos de la Cadena SER Almería realizaba ayer una valoración del pase de la fase 2 a la 1 en alerta sanitaria el presidente de los hosteleros almerienses (Ashal), Pedro Sánchez Fortún.
En declaraciones al informativo ‘Hora 14’, Sánchez se mostró confiado en que el efecto de la vacunación (alrededor del 90 por ciento de la población diana tiene la dosis completa) también tenga su repercusión positiva en bares y restaurantes de la capital y la provincia.
“Tiene que llegar el momento para que las restricciones en la hostelería también decaigan. Si no ha sido esta semana, esperamos que sea la próxima cuando este sector se incluya” en las nuevas medidas de aforo y horarios que apruebe la Junta de Andalucía a través del Comité de Expertos.
Respecto a la capital, Pedro Sánchez Fortún dijo que se encuentra en una situación similar al resto de la provincia, donde en los locales de hostelería “hay que seguir guardando una distancia social” de 1,5 metros. “Difícilmente podemos llegar al 75 por ciento de aforo que nos permiten en el interior de los locales”, auguró el presidente de Ashal en esa entrevista radiofónica.
Llega el otoño
De otro lado, Ashal se ha adherido a las posiciones de la patronal Cehat sobre la próxima temporada, la de otoño-invierno, y el futuro laboral de los empleados de la hostelería.
“Necesitamos que se prorroguen los ERTE manteniendo las condiciones actuales y que se priorice al sector turístico, que es el que se ha demostrado más vulnerable y el que más ha sufrido durante la pandemia. Recordemos que venimos de un año y medio de tener los complejos prácticamente cerrados y la reactivación para las empresas es muy delicada. Ahora empezamos a notar el abandono de la actividad del turista nacional”, reivindican.
“Este factor, sumado al desplome del turismo internacional, es algo muy duro para las empresas que abrieron y habían visto una cierta recuperación en el mes de agosto. Tenemos que intentar aguantar y para ello es vital que esa red de seguridad que ofrecen los ERTE permanezca”, señala en una nota de prensa remitida ayer Jorge Marichal, presidente de Cehat.
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