Tercera dosis en centros de mayores u otro muro para que no entre el Covid

Una soleada mañana de invierno, a cuatro días de unas campanadas atípicas en la Puerta del Sol, Remedios, una usuaria del centro geriátrico municipal de El Ejido, se convertía en la primera almeriense en recibir una vacuna contra el coronavirus. A las pocas semanas se le administraba la segunda dosis de Pfizer. Como no hay dos sin tres, Remedios ha recibido una tercera vacuna de refuerzo. En esta ocasión, transcurridos nueve meses, ya se han alejado los focos de la noticia y Remedios vuelve a estar inmunizada, siguiendo así los protocolos sanitarios que aplica la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía.

La casualidad ha querido que otra Remedios, en este caso usuaria de la Residencia de Mayores ‘Virgen de la Esperanza’ de la capital almeriense, haya sido la primera en formar parte del dispositivo de la tercera dosis en geriátricos de la provincia, si bien la semana pasada se empezó a administrar la tercera vacuna de refuerzo a casi 1.000 residentes de la provincia que pertenecen al grupo de inmunodeprimidos.

Según las previsiones, a lo largo de esta semana, personal de los distritos sanitarios de Almería, Poniente y Levante-Alto Almanzora (Agencia Norte) inocularán sueros contra el Covid-19 a más de 3.100 usuarios de residencias de mayores.

Más de un millón

Como la maquinaria está bien engrasada (se han puesto desde las navidades de 2020 un largo millón de vacunas en la provincia), no debe haber muchos problemas para que el nuevo objetivo de inmunización, levantar un muro para que el Covid-19 no entre en esos centros sociosanitarios, se cumpla cuanto antes. Así lo trasladaban ayer tanto la delegada del Gobierno andaluz, Maribel Sánchez Torregrosa, como el delegado territorial de Salud y Familias, Juan de la Cruz Belmonte Mena.

De memoria se conocen los periodistas la coletilla de “vacuna que llega, vacuna que se pone”. Y eso es justamente lo que hacen los profesionales sanitarios. Procurar que en las neveras solo queden las vacunas imprescindibles para garantizarse las reservas.

En Roquetas de Mar ya se ha vacunado a la comunidad de la Residencia Virgen del Rosario. Hasta allí se desplazó la concejal de Familia, Loles Moreno, para poner en valor cómo se vela por la salud  de “nuestros mayores”.

Retos inmediatos

Ahora la meta es reducir más la cifra de ‘rezagados’ (a finales de agosto aún quedaban unos 75.000 en la provincia y ahora la media diaria es de unos 1.000 que salen de esa lista) y completar con la tercera dosis la inmunización en centros de mayores e inmunodeprimidos.

A diferencia de principios de 2021, ahora no se vacuna a trabajadores de los geriátricos. La Junta se ha topado con la Justicia y no se puede obligar a estos empleados a tener el certificado Covid-19, “pero por sentido común” ellos mismos tendrían que dar ejemplo y vacunarse. De esa forma, la fiesta que se repite ahora en todas las residencias con la tercera dosis sería una fiesta completa, de las que había antes de la pandemia.