“En Almería será difícil mantener la agricultura y el turismo sin la desalación”

Guillermo Zaragoza es responsable de la Unidad de Aplicaciones Solares Térmicas de la PSA

Guillermo Zaragoza del Águila, en la Plataforma Solar de Almería.
Guillermo Zaragoza del Águila, en la Plataforma Solar de Almería. La Voz
Remedios Fernández
11:17 • 28 sept. 2021 / actualizado a las 11:30 • 28 sept. 2021

“El principio de la desalación solar del agua es muy simple, y ya lo empleaban los primeros navegantes fenicios: usar el Sol para evaporar agua de mar y obtener agua dulce”, explica Guillermo Zaragoza del Águila. “Nosotros lo hacemos mucho más sofisticado y eficiente, a través de sistemas multiefecto, o en combinación con membranas hidrofóbicas que no dejan pasar agua líquida pero sí evaporada. Esto último, la destilación por membranas, es un tema en el que nuestro grupo es un referente mundial, pues somos los primeros que lo trabajamos en aplicaciones a escala real con prácticamente todas las tecnologías disponibles, y colaboramos para hacerlas más eficientes”.



Investigador Científico de OPIs, y responsable de la Unidad de Aplicaciones Solares Térmicas de la Plataforma Solar de Almería (PSA), Guillermo es un apasionado de estos temas, de su trabajo, y se nota cuando habla de ello. “En cualquier caso”, añade, “con estas tecnologías podemos sacarle al mar mas agua dulce que las tecnologías comerciales de ósmosis inversa. Esto es importante porque no sólo aumentamos el volumen de agua dulce producida, sino que podemos llegar a concentrar todas las sales y extraer minerales valiosos del agua de mar”.



Hay una crisis de materiales estratégicos que resultan muy costosos de extraer en la superficie terrestre, o, directamente ya escasean”, afirma, “pero se encuentran disueltos en el agua de mar. Así que, concentrándola, se pueden obtener más fácilmente”. Es el caso del magnesio, por ejemplo, y muchos metales raros y muy caros. “Se trata de un campo nuevo, cuyo interés se está disparando, y encaja con nuestras tecnologías. De hecho, vamos a convertir la PSA en un ‘living lab’ para desarrollar y promover las tecnologías solares térmicas de desalación y concentración de salmuera”.



Decisiones



Guillermo es de Almería, y “de pequeño admiraba a Félix Rodríguez de la Fuente y quería ser naturalista”, recuerda, “pero Carl Sagan me convenció para estudiar el Cosmos...”. Así que estudió Astrofísica en Madrid, se doctoró en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, en Granada, y estuvo de postdoctorado en la Universidad de Oxford. Tenía ya una carrera investigadora consolidada, pero decidió que no le interesaba tanto buscar trazas de vapor de agua en la atmósfera marciana (su último proyecto), como mejorar este planeta Tierra, “el único en el que podemos vivir”, sonríe.



Entró a trabajar en la Estación Experimental ‘Las Palmerillas’, de Cajamar, y luego pasó a la Plataforma Solar de Almería. Allí investiga la aplicación de energía solar térmica a la desalación y la concentración de salmueras, trabaja en proyectos internacionales, y coordina el grupo de trabajo en desalación con energías renovables de la plataforma Water Europe, que, auspiciada por la Comisión Europea, aglutina los centros de investigación y empresas más importantes del sector en Europa.



Sostenible



Debido a la sobrepoblación actual, los recursos de agua dulce a nivel mundial escasean cada vez mas, y están sobreexplotados. “Por eso es necesario recurrir a la desalación para paliar el déficit hídrico”, dice Guillermo. “Es lo mas sostenible, sobre todo si usamos energías renovables. En Almería, especialmente, sin desalación será difícil mantener la actividad agrícola y el turismo. Mas de la mitad del coste de la desalación viene de la energía consumida, por lo que se busca usar energía solar”.


En la ósmosis inversa, la tecnología más implantada comercialmente, se usa energía solar fotovoltaica. “Pero en las tecnologías de desalación térmicas usamos calor solar, que es más fácil de almacenar. Además, como permiten concentrar mas el agua, se pueden incorporar para valorizar la salmuera generada en las desaladoras comerciales”.


Esto aumenta la sostenibilidad de la desalación. “No solo por evitar el consumo de energías fósiles y sus emisiones de CO2, sino por el principio de la economía circular: producimos mas agua y extraemos valor añadido del residuo generado”, añade. En uno de sus últimos proyectos europeos, Water Mining, el objetivo es producir agua para la agricultura con energía solar, y sin residuo líquido. “El plan es aprovechar algunas de las sales del agua de mar que sí son aptas para el riego (carbonatos, sulfatos, etc.) y cristalizar el resto”, dice.


Sinergias

“En estas aplicaciones es muy importante la colaboración con la Universidad de Almería, “a través del centro mixto CIESOL, en la Unidad ‘Desalación y Fotosíntesis’, que codirijo”, apunta. “Nos enfocamos en el nexo agua-energía-alimentos. Hay una inter relación total entre los tres sectores, que se puede vertebrar mediante el Sol. Y se trata de aprovechar las sinergias tecnológicas de forma efectiva y sostenible”.


Una de las cosas que mas lo divierte de su trabajo es participar como jurado en varios concursos tecnológicos de desalación solar organizados recientemente por el gobierno de Estados Unidos. “Es algo que ya usaron para impulsar la tecnología durante la Segunda Guerra Mundial: un concurso de inventos para abastecer de agua dulce los barcos en el Pacífico. Una de las tecnologías ganadoras, una desaladora solar hinchable, se incluía en el kit de supervivencia con la balsa y el chaleco inflable, y salvó muchas vidas. Es interesante ver las ideas de la gente, y ayudarles a desarrollarlas...”.


Guillermo, además, rompe una lanza a favor de la investigación en España. “Creo que la mayor parte de la sociedad tiene claro que el progreso viene de la mano de la ciencia y la tecnología, y el motor de eso es la investigación”, dice. “Por eso es frustrante lo descuidado que está este ámbito en nuestro país. Seguimos exportando talento, e ignorando que los países más ricos y desarrollados lo son porque invierten mas en investigación. Es agotador, pero somos tozudos vocacionales, y nos apasiona lo que hacemos. La buena noticia para los jóvenes es que no tenemos nada que envidiar en cuanto a formación. Cuando viajo, compruebo que a los científicos españoles nos aprecian mucho...”.


EL DÍA A DÍA DE TRABAJAR EN LA PSA

Trabajar en la Plataforma Solar de Almería es un privilegio, afirma Guillermo Zaragoza. “Se trata de un centro único a nivel mundial, por sus instalaciones, y somos líderes en el estudio de la energía solar térmica, y un referente en todo el mundo”.


El sitio, además, tiene mucho encanto. “Desde el despacho se ven las montañas, el desierto, y al salir, te abruma el paisaje”, dice. “Puedes encontrarte con zorros, conejos y hasta algunas culebras, además de alacranes y escarabajos, por supuesto”.


No obstante, en la PSA la manera de investigar ha cambiado mucho con la pandemia. “Hemos aprendido a usar la tecnología en nuestro favor para teletrabajar. No sólo estamos más conectados, porque tenemos reuniones y congresos online. También podemos realizar los experimentos desde casa, pues operamos las instalaciones mediante control remoto. Basta con tener un vigilante de operación, es mucho más eficiente, y ahorra tiempo. Nos hemos modernizado mucho en ese sentido”.



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