Las terrazas, el salvavidas de hosteleros y clientes

Comprobar que la hostelería vuelve a coger músculo es una de las señales que indican el esfuerzo común por replegar la pandemia. Solo hay que que darse un paseo por las calles de Almería para confirmarlo; hay terrazas que por la mañana sirven desayunos, otras que ponen los cafés de la tarde y otras cuyo principal diferenciador son las tapas, el manjar almeriense del que disfrutan paisanos y visitantes a lo largo y ancho de la ciudad.

“El 70% o el 80% de nuestros clientes eligen sentarse en terraza”, señala Moisés Ferrón, encargado de la taberna Nuestra Tierra, situada en la céntrica calle Jovellanos. Un porcentaje que ha ido disminuyendo con el paso del tiempo, motivado por la relajación en las medidas restrictivas, pero que se consolida como medida de de prevención entre las personas que frecuenta bares, restaurantes y cafeterías de Almería. A lo que también hay que sumarle que la sociedad todavía es reticente a elegir el interior como lugar de consumo.

Aumentar las mesas exteriores ha sido una de las medidas adoptadas por muchos hosteleros. Y también representa el nuevo modelo de negocio que ha traído bajo el brazo la nueva normalidad. Sin embargo, existen establecimientos que ya sea por razones de espacios o burocráticas no han podido hacerlo o, incluso, han tenido que disminuirla para cumplir con la distancia de seguridad decretadas por las autoridades sanitarias. Como le ocurre a Manuel González, de la Cafetería San Pedro, mantenido el número de mesas en el exterior y el mismo espacio para su negocio. Como también le ocurre al hostelero Sergio Escudero, del restaurante La Plazuela, que además señalaba que si no hubiera sido por la terraza, "no hubiéramos aguantado”.

Sin embargo, en otros puntos de la ciudad, donde el espacio lo permite, existen locales donde sí ha sido posible aumentar el espacio dedicado a la terraza. “La mayoría de los clientes eligen estar en exterior”, afirma Leandro Guzmán, del restaurante Craft, que desconoce si se debe a una decisión relacionada “por el clima o por el Covid”. Lo que sí es un hecho es que su terraza, su modelo de negocio, ha aumentado a la misma vez que lo adapta para cumplir con las medidas sanitarias.

Terrazas pobladas de vecinos y bares que recuperan el pulso perdido. Es la fotografía que nos deja estos días la capital en un momento donde los distritos sanitarios de Almería y el Levante – Alto Almanzora, son los únicos de Andalucía que se sitúan en el nivel 1 de alerta sanitaria. Ahora que el tejido hostelero recupera su músculo, todos coinciden en que las terrazas han supuesto un auténtico salvavidas en tiempos tan difíciles como los que se han pasado desde que la pandemia se hizo un hueco en nuestro día a día. Pero también lo ha sido para los consumidores, quienes hemos abrazado al sector de la restauración como nunca, después de haber superado colectivamente momentos tan complejos.