La casa de un millón de euros que el Obispado ha recuperado en Los Molinos

Fue en el verano de 2021 cuando saltó la sorpresa para muchos vecinos del barrio de Los Molinos: un anuncio en el portal inmobiliario Idealista hacía que muchos se enteraran de que uno de los edificios más emblemáticos de esta zona de la capital, propiedad de la Iglesia, estaba a la venta por un precio desorbitado cercano al millón de euros.

El lugar no es otro que la casa de Don Bosco y todo parecía encajar: las informaciones de los últimos tiempos señalaban que la Diócesis de Almería tenía (y tiene) una deuda millonaria y parecía dispuesta a matar moscas a cañonazos vendiendo uno de sus inmuebles por 900.000 euros. 

Sin embargo, el anuncio en Idealista causó la misma sorpresa en el Obispado que en el barrio. Preguntado por el tema, el vicario general, Ignacio López, contaba entonces que el inmueble era propiedad de la Iglesia y que no estaba puesto a la venta. En realidad, el tema era mucho más complejo.

Siendo obispo aún Adolfo González Montes y vicario general Miguel Romera, la Diócesis de Almería alquiló la casa de Don Bosco (una finca en plena Carretera de Níjar de más de 1.300 metros cuadrados con más de 500 edificados). 

Se trataba de un alquiler con derecho a compra y lo que estaba pasando no era otra cosa que un movimiento puramente inmobiliario en busca de rentabilidad. El inquilino (un empresario del Levante almeriense) había puesto a la venta el inmueble antes de llegar a tener la propiedad en sus manos, con la intención de ejecutar ese derecho a compra y, acto seguido, vender la casa. 

En el barrio de Los Molinos, el sobresalto por el anuncio de la venta de este icónico lugar que hasta 2014 estuvo gestionado por las Hijas de María Auxiliadora y que llegó a ser centro de acogida para menores fue a más hace tan solo unas semanas: además de la posible venta a cargo de la inmobiliaria Store Levante, apareció un cartel de la también levantina AJCC Construcciones, la empresa que acomete a día de hoy las obras en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo.

Así, todo parecía indicar que el edificio cambiaba finalmente de manos y que ya se planeaban obras para una finca que llevaba cerrada desde que los padres paúles se hicieron cargo de la parroquia de Los Molinos. Tal y como cuentan los vecinos, el inmueble solo se abría en el mes de enero para celebrar las tradicionales ‘Migas de Don Bosco’.

La recuperación

Sin embargo, las cosas no han salido bien para esta inversión de ladrillo y las llaves de la casa de Don Bosco han vuelto hoy mismo a manos episcopales.

Si bien todo parecía indicar que iba a ser difícil para la Diócesis de Almería frenar esta venta y que el patrimonio inmobiliario iba a perderse, la empresa inquilina ha rechazado ejecutar ese derecho a compra. Así las cosas, la Diócesis de Almería ha devuelto la fianza que todo alquiler tiene y ha recuperado la finca esta misma mañana.

Ahora, tal y como explican fuentes diocesanas, el objetivo es destinar ese espacio a la juventud, por lo que se abandona la idea de tener cerrado a cal y canto el inmueble.

En concreto, tal y como explican desde la Diócesis, "con la llegada de nuestro obispo, se inició el proceso de una serie de gestiones encaminadas a devolver esta casa a la finalidad para la que fue donada. La intención y decisión del obispo es que la Casa Don Bosco vuelva a ser lugar de acogida y encuentro, de celebración y de crecimiento de nuestros jóvenes; por lo que se disipa así cualquier planteamiento de otras intenciones especulativas sobre este lugar".

Cómo es la casa

Tal y como exponía Store Levante en su anuncio, “el inmueble cuenta con 6 amplias habitaciones, varios cuartos de baño y amplios salones con suelos de madera y techo machihembrados todos de roble, además cuenta con 2 grandísimas terrazas con vistas al mar, con unos espectaculares arcos de piedra centenaria con una luz inigualable, rodeados de jardines con una superficie de 1.375 metros cuadrados, donde podrá dejar volar su imaginación para construir la casa de sus sueños y ser la envidia de mucha gente o podrá montar su negocio con grandes zonas privadas y un amplio y discreto aparcamiento”.

Sin embargo, la molestia de los vecinos de Los Molinos por este intento de operación inmobiliaria que se ha visto finalmente frustrado es el origen del inmueble.

Tal y como narran los vecinos, la casa de Don Bosco es, en realidad, la donación de una mujer (que da nombre a la finca, anunciada como ‘Villa Juana’ en su verja de entrada) que la cedió a la parroquia como herencia con la condición de que fuera utilizada, precisamente, para la juventud del barrio.

De hecho, la benefactora donó tanto el inmueble como el órgano de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, tal y como recuerdan en el barrio.