“Vox es un partido pasajero, me preocupa más que el PP pacte con él”

Entrevista a Juan Antonio Lorenzo, secretario provincial del PSOE de Almería

El secretario provincial del PSOE posa en su despacho de la sede del partido, en la Avenida Pablo Iglesias
El secretario provincial del PSOE posa en su despacho de la sede del partido, en la Avenida Pablo Iglesias Franco Zucatti
Antonia Sánchez Villanueva
20:19 • 26 feb. 2022 / actualizado a las 21:25 • 26 feb. 2022

Si al desde hace solo tres meses secretario general del PSOE de Almería hubiera que buscarle un papel en una película, probablemente el personaje de John Wayne en El hombre tranquilo, el excelente largometraje de John Ford, se le acomodaría como anillo al dedo.  Juan Antonio Lorenzo Cazorla, candidato aupado por buena parte de los alcaldes del PSOE y él mismo alcalde de su Serón natal desde 1999, tomó las riendas del partido en la provincia tras ser elegido en unas primarias frente a Sonia Ferrer e Indalecio Gutiérrez. En este corto espacio al mando del poder orgánico, el también portavoz en la Diputación Provincial cree haber conseguido apaciguar las diferencias entre 'familias' del socialismo almeriense y encara los retos del periodo electoral en ciernes, empezando por las muy próximas elecciones en Andalucía en las que previsiblemente encabezará la candidatura del PSOE almeriense al Parlamento andaluz.  



¿Qué partido ha encontrado al acceder a la Secretaría General? 



Pues el partido en el que me reconozco, en el que milito hace más de 20 años. Conocía este partido, si bien es verdad que meterme dentro de la cocina y ponerme el mandil, no lo había hecho nunca. He tomado algunas decisiones de ajuste, pero todavía algunas cuestiones podemos mejorar. Yo me he encontrado el partido que esperaba, y estoy tranquilo. No, no había ningún secreto aquí. 



Siguiendo con la metáfora, ¿estaba la cocina ordenada?



Sí, había ciertos problemas de entendimiento entre compañeros, sobre todo influenciado por todo lo externo, lo de Pedro Sánchez, Susana, Juan Espadas. Ya estamos en otra cuestión, la parte de hablar de nosotros se terminó. Se está empezando a trabajar en una línea bastante más tranquila y sosegada. Yo, la verdad, me hablo con todo el mundo. Siempre he entendido que no sobraba nadie. 



¿Antes había partes que no se hablaban? 



Bueno, había gente que tenía diferencias en cuanto a cómo acometer los retos del partido. No es que no se hablaran, pero sí es verdad que las primarias tensionan mucho y eso se ha ido suavizando. Hay buena relación entre la gente que incluso no pensaba igual y que ahora se han integrado en listas y trabajan alineados. Y ese es uno de los logros que creo que hemos conseguido en estos pocos meses. 



La suya fue una candidatura muy apoyada por alcaldes, ¿era una candidatura heredera de los que estaban con Susana Díaz? 

Que el partido por mayoría apoyara a Susana en su día no significa que no estemos apoyando ahora un resultado democrático que puso a Juan Espadas a la cabeza. De hecho, nosotros tenemos una relación excepcional con el regional y con el Federal. Tengo el apoyo, la confianza, incluso de gente que la política nos llevó por caminos distintos. 


¿Cómo y en qué momento se consolidó como candidato de consenso? 

Nosotros llevábamos tiempo reuniéndonos un grupo de alcaldes y alcaldesas a la vista de los procesos congresuales que venían. No quiero ocultar que estábamos cercanos a José Luis [Sánchez Teruel], no veníamos en contra de la dirección provincial, pero sí nos reuníamos y hablábamos del futuro. Cuando José Luis decide dar el paso al lado, empezamos a mirarnos entre nosotros. Yo creo que cualquiera de ellos podría haber dado el paso y yo lo hubiera apoyado, pero me señalaron, me empujaron un poco. La verdad es que yo no me pude negar, pero también les pedí corresponsabilidad. 


Dicen que la vida orgánica es lo que más quema. 

Pues no lo sé, llevo tres meses. Es dura en lo físico, en lo mental, sobre todo si quieres hacer cosas. Yo ya no soy un crío y he necesitado apoyo porque son días interminables, muchas reuniones, ver a gente. Al final llegas a las 11 de la noche a casa sin pilas. Espero no quemarme, hay que dosificarse. También hay una familia detrás y yo no quiero que mi familia acuse la falta de tiempo con ellos. Me pilla en una situación en que sigo siendo alcalde de Serón, portavoz de la Diputación… 


Tendrá que dejar cosas.

Sí, yo no me voy a volver a presentar en Serón. De hecho, allí ya hay compañeros que han cogido el partido y presentarán una candidatura. 


¿Dejar la portavocía de Diputación no se lo ha planteado? 

No, todavía no, debemos agotar legislatura. Hay un proyecto político en el equipo de la Diputación y tenemos que terminarlo, porque la Diputación es un elemento catalizador muy importante de nuestra provincia y quizá la gestión del PP está desequilibrando la cuestión territorial. Se están acentuando cada día más las diferencias entre el interior y la costa. La Diputación es una herramienta política, por lo menos el PP la está utilizando para consolidar su liderazgo provincial. 


Hasta ahora en Diputación muchas cosas han salido por consenso. ¿Que usted sea ahora líder del PSOE puede avivar la confrontación política?

No lo sé. Va a depender de qué tipo de política siga haciendo Javier Aureliano. En la Diputación ocurre una cosa que no ocurre en el Parlamento, en cualquier debate competimos en desigualdad. El presidente no ejerce de presidente que da y quita palabra, sino que toma palabra, habla el último, habla más que nadie, te calla... Yo no suelo insultar a nadie, intento defender el punto de vista de mi grupo. Pero cuando no quieren oír algunas cosas, cortan el micrófono. Ha habido consenso en algunas cuestiones, cediendo nosotros también bastante, y en otras nunca puede haber consenso, cuando hay corrupción, cuando hay malas artes, cuando no se toman decisiones de responsabilidad, ahí solemos ser beligerantes, con educación, pero sin callarnos. 




¿Cómo son sus relaciones personales y políticas con los líderes de otros partidos, con los que además coincide en Diputación? 

Yo tengo buena relación con ellos, hablamos, incluso nos guasapeamos en los plenos a veces, independientemente de que con algunos estoy en la antípodas ideológicas, por ejemplo con VOX, pero solemos ser cordiales. Y con Javier he tenido siempre una relación distante pero cordial. Perdimos mucho con el caso mascarillas. Yo creo que no actuó como debiera y ahí hemos perdido… 


¿Han perdido sintonía personal?

 Algo así. Creo que nuestra actuación se la tomó como algo también personal y nosotros no estábamos planteando nada personal contra nadie, pero ahí había que tomar medidas que yo creo que no se tomaron las oportunas. Luego la gestión de la comisión de investigación fue también bastante vergonzosa bajo nuestro punto de vista. El saludo no nos lo hemos negado nunca, pero las relaciones no son las mejores desde aquel tiempo. 




¿Es consciente de que el papel que ahora ocupa le puede granjear distanciamientos, no sólo con los adversarios políticos, también con los propios? 

Sí, claro que soy consciente, pero yo quiero traer aquí la experiencia que he tenido en mi pueblo, que también hay una oposición, gente que no me vota, gente que tiene políticamente puntos de vista distintos. Pero quien no me habla, casi siempre es por culpa de él. ¿Las decisiones que tomemos pueden originar que alguien se enfade? Lo puedo comprender, pero el interés general tiene que prevalecer. 


Sin ir más lejos, a la vuelta de la esquina está la confección de la lista a las autonómicas. Ya tendrá nombres sobre la mesa. 

Lo que es extraño es que las elecciones dependan de los problemas que tiene el Partido Popular aquí o fuera de aquí. Eso sí que es un poco preocupante. 


¿Pero el PSOE de Almería tiene su parte de los deberes hechos?

Nosotros estábamos y estamos en una clave de precampaña. Juan Espadas está haciendo un recorrido por Andalucía extenso, oyendo a la gente, se está dando a conocer. Ya ves que viene muy a menudo a Almería. Y ese es el trabajo en el que estábamos. Elegir los nombres, eso es una tarde. 


¿Pero hay gente postulándose o gente postulada?

Lo más importante no son las personas, que también, es importante el número que seamos capaces de mandar desde Almería por parte del PSOE. Yo espero que nosotros recuperemos espacio electoral, podemos hacerlo. Hay muchísimos compañeros y compañeras que nos van a representar muy bien en Sevilla, unos con experiencia, otros sin experiencia parlamentaria. Cuando llegue el momento intentaremos una candidatura que enganche. 


La pregunta de los nombres no suele gustar.

No es eso, pero lo digo sinceramente, no sé si el número 1 voy a ser yo, no lo sé. 


Lo lógico sería que el secretario provincial lo fuera. 

No lo tengo decidido completamente todavía. Sí, a mí me gustaría representar a Almería en Sevilla, sobre todo porque pienso que la parte oriental necesita más atención. La prueba está en cómo lo está haciendo Moreno Bonilla, nos tiene completamente olvidados. A Almería viene la consejera los lunes y los viernes a hablar de inversiones y no veo nada materializado. Tanto que hablan de la herencia, precisamente lo que han hecho es porque lo tenían en herencia. 


¿Cómo de conocido es en Almería Juan Espadas?

 Pues siendo sinceros, poco conocido, pero bueno, eso es así y hay que trabajar. Yo te puedo decir que la gente que lo conoce se da cuenta de que es un gran candidato. Juan Espadas será un gran presidente de la Junta de Andalucía, por la capacidad y por la inteligencia emocional que tiene. Él conoce Andalucía desde la perspectiva del gobierno, pero le faltaba llegar a los colectivos sociales. Y en eso estamos insistiendo. 


¿Qué le dicen sus sondeos sobre los resultados que podría tener el PSOE de Almería en las andaluzas?

Nosotros en la provincia hemos llegado a los cien mil votos y en las últimas andaluzas tuvimos 67.000. Nuestro espacio electoral ronda los 90.000 votos, con 90.000 votos probablemente tendríamos uno o dos parlamentarios más. Está todo en juego, pero yo confío en que nuestra media suba, porque en las últimas autonómicas estuvimos por debajo y ahora el partido está en mejores condiciones. 


¿Y cómo le da a los competidores? 

Aparentemente hay una subida importante de Vox, pero eso no nos preocupa, lo que nos preocupa es quién pacta con Vox. Al PP lo conocemos gobernando, no es nuestro estilo de política, pero lo conocemos, aunque no lo bendecimos. 


¿Pero lo prefieren?

Hombre, a ninguno de los dos. Pero lo que no voy a entender nunca es que alguien quiera llegar al poder a costa de lo que sea. Será preocupante que un partido de alternancia como el PP se orille a la extrema derecha para conseguir el poder. Eso debe preocuparnos a todos y estoy más centrado en que el PP no lo haga que en que Vox suba. Entiendo que Vox es un partido pasajero, tendrá su momento de gloria, pero la gente se dará cuenta de quién son y a qué vienen. 




¿Al final del camino sigue estando el bipartidismo?

Yo creo que en su esencia, sí. Estamos viendo cómo los partidos tienen unas subidas desproporcionadas y cómo después de un día para otro se desinflan. Quizá los partidos que aguantan una crisis como la que pasó el propio PSOE, o ahora el PP, son los que al final acaban aguantando, quizá por la estructura territorial que tienen, o la representatividad, por ejemplo, en ayuntamientos. 


¿Cuáles son las ilusiones que dice que tiene para el partido?

Nosotros tenemos que hacer que la provincia esté gobernada por el PSOE, y ese objetivo se trabaja pueblo a pueblo. Estamos intentando preparar las mejores candidaturas, que haya integración, también en las agrupaciones más grandes, por ejemplo, la de Almería. Ahí hemos intervenido de una manera decisiva en que no haya pelea. Y lógicamente, mandar el mayor número compañeros y compañeras al Parlamento de Andalucía, de manera que Juan Espadas pueda ser el presidente de la Junta. Esos son dos objetivos claros. Y luego, que el Gobierno de España sea del Partido Socialista a nosotros nos da también una oportunidad de incidir en las infraestructuras de la provincia y en eso estamos trabajando también mucho. 


¿Ve factible que el PSOE pueda volver a gobernar la Diputación? 

Yo pienso que sí, en las municipales nos diferenciamos en 10 ó 12 mil votos, pero las demarcaciones territoriales son los que hacen caprichosa la elección. El PP no tuvo mayoría absoluta en votos, sin embargo tiene mayoría absoluta en la Diputación. Hay sitios donde te juegas un diputado por 30 votos y comarcas en las que se pueden dar casualidades que hagan que el PSOE pudiera gobernar la Diputación o que el PP perdiera su mayoría absoluta. No, no es descabellado. Donde más influye la Diputación son los municipios a los que no atiende la Diputación, Almería, Ejido y Roquetas. Ahí hay una batalla importante a nivel electoral y el PSOE puede dar la cara bien. 


¿En la candidatura de la capital puede haber muchos cambios?

Esto va a depender de la ejecutiva local, van a tener la libertad de construir una candidatura con un candidato o una candidata. La ejecutiva provincial va a trabajar muchísimo en ayudar a los compañeros y las compañeras de Almería a que busquen una candidatura que le dé a esta ciudad lo que el PP no le está dando. Hay muchas cosas que hacer en esta ciudad, el PP ha cometido bastantes errores. 


¿Hay sintonía por primera vez en mucho tiempo entre la Ejecutiva Provincial y la de la capital? 

 La respuesta es afirmativa y tajante, no sé si por primera vez o en cuánto tiempo, pero tengo una magnífica relación con Indalecio Gutiérrez y Fernando Martínez.


¿A pesar de todo?

 Es que nuestro partido es así. Nosotros tenemos primarias y después no se trata de desperdiciar ninguna fuerza ni ninguna opción. Y yo con Indalecio tengo buena relación en lo político y en lo personal, no nos conocíamos mucho de antes, pero ahora estoy empezando a trabajar en proyectos compartidos, tanto en lo que tiene que ver con el Gobierno de España como también en la capital. Estamos hablando mucho, compartiendo ideas y oye, la cosa va bien, funciona. 


¿Qué cuestiones de la provincia le pueden generar más problemas al PSOE? ¿El AVE, el agua.. ? 

No entiendo cómo puede generar un problema una inversión que hace un Gobierno de España tan importante y millonaria. Me parece mentira que se ponga tanta sospecha sobre una obras que están adjudicadas, que hay un contrato, que tiene plazo, que las empresas ponen unos avales para cumplir esos contratos… El AVE lo empezó un presidente socialista y lo termina un presidente socialista. Si eso va a ser un problema, que vengan los problemas, pero que venga también el AVE. 


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