“No era Almería, era Sevilla la que estaba lejos”

Los tres años que apenas acaba de cumplir Marta Bosquet en la Presidencia del Parlamento andaluz han dado para mucho, y en todos los frentes: un complejo cuadro parlamentario, un cambio de signo de gobierno que tenía todo por demostrar, empezando por su propia cohesión interna, una pandemia, una crisis económica global derivada de ella, una guerra en el este de Europa...  Invocando el complicado momento político, económico y social, y consciente de la difícil coyuntura para las expectativas electorales de su partido, Ciudadanos, la almeriense aboga por llevar a término una legislatura muy compleja, de la que alaba la gestión del Gobierno de coalición y la estabilidad que, pese a todo, ha reinado en Andalucía, también en la cámara que ella preside. Muy natural y muy cercana en el trato con los demás, dos rasgos de carácter que no ha evitado imprimir también a su alta función institucional, es muy crítica con los peores defectos atribuidos a la clase política y defiende una autoreflexión y una mirada permanente hacia los ciudadanos, con minúscula. 

¿Cómo va a quedar esta legislatura para la historia del Parlamento?

Yo quiero creer, con toda la humildad del mundo, que mi paso por el Parlamento de Andalucía la gente lo va a recordar como un buen paso. Creo que porque he sido una presidenta cercana. Desde el primer momento las puertas han estado abiertas. Y hemos hecho muchos cambios en la propia institución. Mi objetivo era que fuera más cercana, y creo que lo he conseguido. Todos los colectivos lo dicen. Esa medida pionera, por ejemplo, de haber sacado la mesa del Parlamento a la ocho provincias, ha sido novedosa, se ha abierto el Parlamento de Andalucía más allá de Sevilla y del Hospital de las Cinco Llagas. 

¿Y en lo politico? 

Bueno, creo que Andalucía ha cambiado para mejor. Estos años de cambio en la gestión de gobierno se han notado, pese a la situación que venimos lastrando. Los datos de Andalucía han mejorado muchísimo, están ahí, batiendo récords en autónomos, en número de empresas, en exportación y eso es consecuencia de las medidas que se han adoptado con la reducción de impuestos, la reducción de trámites administrativos... Ya no estamos a la cola de las comunidades autónomas, estamos en cabeza. Y eso con una crisis sanitaria, económica y social por medio. El cambio se nota.

¿Ha sido una legislatura correosa parlamentariamente hablando?

Ha sido probablemente la más difícil de las once que lleva el Parlamento. Por primera vez en 37 años el partido que ha gobernado Andalucía pasaba a estar en el banquillo de la oposición y obviamente no se le hizo fácil. Eso se palpaba. También fue el primer parlamento donde irrumpió Vox, y la tensión que conllevaba. En esta legislatura el espectro ideológico es más antagónico que en cualquiera de las anteriores. Si le sumamos que un grupo se ha fracturado, como es el caso de Adelante Andalucía, pues es otra gota más. Si a eso le sumamos el Covid y ahora una guerra en Europa, pues la verdad es que fácil no ha sido. 

¿Ha tenido que dar algún puñetazo en la mesa, literal o metafórico?

No soy de dar puñetazos porque soy dialogante, hay que intentar guardar la calma cuando estás en una situación en que es muy fácil perder los nervios. Mi papel es preservar la situación. Afortunadamente tengo buen carácter y eso me ayuda. Pero sí se han vivido en esta legislatura momentos muy difíciles y de muchísima tensión. Y claro que algún puñetazo en la mesa se ha tenido que dar. Lo importante es que la cosa se reconduzca con autoridad, pero con talante. 

Decía tras su elección como presidenta dijo que dejaría la política antes de que la política le cambiara, ¿lo mantiene? 

Sí, pero es que, afortunadamente, creo que la política no me ha cambiado. Al revés. Será muy raro lo que voy a decir, pero creo que la política me ha hecho mejor persona. ¿Sabes por qué? Porque por mi profesión de abogada he estado 22 años en que la gente me contaba sus problemas, pero no es lo mismo, ahora son problemas que afectan a colectivos que no conocía tan de cerca. Yo diría que cuando deje la política seré más sabia y más humana. 

Lo comenta como algo paradójico, ¿quizá porque ha visto lo contrario?

No porque lo haya visto. Los políticos tenemos el gran déficit con la sociedad de que no somos capaces de transmitir que nosotros trabajamos para ellos. Si preguntamos ahora a cualquiera que está aquí qué es para ellos un politico, ¿tú dudas de lo que nos van a responder? porque yo no. Por desgracia, se han sucedido muchos casos de corrupción que han producido esa desafección. También cuando la gente ve que estamos tirándonos los tiestos, en vez de  hacer para la gente. Los ciudadanos en general tienen rechazo hacia los políticos. El problema es nuestro, somos nosotros los que tenemos que reflexionar. Pero por desgracia, la política va por los derroteros contrarios. Cada vez hay más faltas de respeto, más insultos, y alimentamos más esa desafección. 

¿Por qué se está evolucionando hacia un estilo más hostil en el debate político? 

Mira, ahora mismo se están produciendo tantas cosas en España que la gente está cabreada, y con motivo. Estamos hablando de la inflación más alta de los últimos 30 años, y no por una guerra, ya veníamos con unos precios de la luz sumamente desorbitados, y del combustible. Cuando la gente está cabreada, al final le salen las cosas del estómago y ese cabreo hay partidos que lo aprovechan como caladero de votos. No porque presenten las mejores políticas para sacar al país de la situación, sino porque venden discursos populistas y baratos. Ahora estamos en un caldo de cultivo de populismo. 

Su discurso del 28 de Febrero sonaba a despedida, ¿no ve posible repetir?

Lo que me dices me lo ha dicho mucha gente, lo hice con esa intención, porque realmente es el último discurso de esta legislatura y quería que fuera un recopilatorio de los cuatro años y de pedir además cosas. Con independencia de dónde esté yo, de que ostente o no la Presidencia del Parlamento de Andalucía, este país necesita un partido moderado que sea capaz de llevar acuerdos a izquierda y derecha, con sentido común, responsabilidad y poniendo por encima de todo al ciudadano. 

¿En qué plazo sitúa la convocatoria electoral? 

Yo espero y deseo que cuando tiene que suceder, ni más ni menos que después del verano. Soy de las convencidas de que no podemos dejar la convocatoria de elecciones al arbitrio de quien esté gobernando, aunque sea mi partido, porque estamos produciendo un fraude al electorado. Y la política debe ser el arte de llegar a acuerdos en situaciones difíciles, si no, ¿para qué estamos? También entiendo que ahora mismo, peor momento imposible. Estamos en una guerra, saliendo del Covid, con una inflación por las nubes, con una crisis en España, aunque en Andalucía los datos apuntan bien. Yo espero que se tome conciencia de ello por parte del presidente, y que se siga actuando con los intereses de los andaluces por delante.

Quizá sea el Congreso del PP una buena coyuntura política, aprovechar el tirón. 

Quizá para el Partido Popular, pero a lo mejor no para los andaluces. Yo siempre lo he dicho, excepción hecha de los presupuestos del año 2022, que la responsabilidad es de PSOE, Vox y Unidas Podemos, que tendrán que rendir cuentas de por qué dijeron no a una mayor inversión en sanidad, en educación, en políticas sociales y en obra pública, la realidad es que en el resto de iniciativas parlamentarias no hay ni una que se haya echado para atrás. Hay estabilidad legislativa, entonces motivo, en realidad, no lo hay. Parece que nos estamos acostumbrando a que ya la norma es que no agotemos la legislatura. Yo creo que lo novedoso, justamente es agotar la legislatura.  

¿Hay dos posiciones dentro del gobierno? 

Bueno, no lo sé. Eso tendría que explicarlo el Partido Popular del Gobierno. Yo te puedo hablar por el grupo político al que pertenezco. Es como un partido de fútbol,  tú esperas que tu equipo gane y apuras hasta el último momento para meter gol. Me refiero a que lo normal es que los ciudadanos esperan que se dé todo hasta el final, que es lo que está haciendo el gobierno de la Junta, que está funcionando muy bien y está dando todo. Y yo lo que espero es que siga por esa senda. 

Antes o después, es una cuestión de unos meses. Para Cs no pinta bien, ¿qué expectativas tienen?

Sí, pero es verdad que en Andalucía lo estamos haciendo muy bien, no solamente ahora en el Gobierno, ya lo hicimos muy bien la pasada legislatura. Cuando yo me reúno todas las semanas con cualquier colectivo, todos me dicen "tenéis que seguir". Obviamente después se tiene que traducir en voto, pero yo creo que los andaluces saben que Andalucía está yendo bien. Es bueno que los ciudadanos se fijen en cómo está actuando Ciudadanos en Andalucía. Y que nos pongan la nota aquí. 

¿Existe preocupación en su partido?

Hombre, cuando tú ves encuestas que no son buenas… aunque yo sinceramente creo que a las encuestas hay que darles la importancia justa, no creo que tengan que desalentar, a mí nunca lo han hecho para seguir trabajando hasta el final. Apuesta firme por los ciudadanos, en este caso por Andalucía, es lo que ahora mismo nos importa. Y hacer que valoren, porque yo creo que la gente corriente en Andalucía ha progresado también gracias a que está Ciudadanos en el gobierno, pues que no se dejen arrastrar. Eso del voto útil, para mí el voto útil es Ciudadanos, como lo ha venido demostrando esta legislatura y la pasada.  

¿Volverá a encabezar la candidatura por Almería? 

Yo siempre digo que estaré donde mi partido y los ciudadanos me quieran poner, pero, lógicamente, claro que a mi me gustaría repetir. Si me pregunta mi partido si quiero volver a encabezar la candidatura, obviamente mi respuesta sería que sí. 

Dirá que no toca, pero ¿tienen ya previsto cuándo montar la candidatura? 

No te lo vas a creer, pero no. Obviamente tenemos nuestro candidato a la presidencia de la Junta, que es Juan Marín, pero el resto no. Cuando toque la convocatoria, será cuando tocará hablar de la misma, pero como tú bien has dicho, todavía no toca (risas). A fin de cuentas, cuatro meses en política es una eternidad. 

¿El peor escenario para Cs es que el PP optara como socio por Vox y Ciudadanos quedara fuera? 

Es que yo no quisiera que Vox entrara no solamente en Andalucía, sino en ningún gobierno, lo mismo que tampoco quiero que entrara Unidas Podemos. Ciudadanos está ahí como un partido liberal para poder gobernar a izquierda y a derecha, pero sin populismos ni extremismos, ni Vox, ni Unidas Podemos. 

Ahora mismo el escenario más probable es el de gobierno de PP con Vox.

Pero yo lo que espero sinceramente es que el próximo escenario siga siendo el que hay ahora, porque es un escenario que le ha ido bien a Andalucía pese a la situación tan terrible que hemos tenido, y Andalucía es la comunidad autónoma que mejores índices ha tenido en todo. Si ha funcionado con Covid, imagínate cómo funcionaría Andalucía sin Covid, con el mismo gobierno que tiene ahora la Junta de Andalucía. Lo que espero es que los ciudadanos valoren eso. La gente está cabreada por cómo Pedro Sánchez está llevando el país y eso puede ser caladero de votos del populismo. Espero que los andaluces no se dejen arrastrar por eso y que miren que al ámbito autonómico le ha ido muy bien como está. 

¿Existe el riesgo de que se reproduzca una situación como la de Castilla y León?

Con ese voto de cabreo, la gente se deja llevar por la política nacional y no distingue entre autonómicas y nacionales. Y de ahí el auge de los populismos. Seamos realistas, ellos son los primeros que saben que engañan a su electorado cuando dicen políticas que saben que no se pueden aplicar. Lo hemos visto en el gobierno central con Podemos y dentro de pocos meses lo veremos en Castilla León. El problema es que no sabemos si dará tiempo a que Vox enseñe la patita para que esa burbuja comience a desinflarse. Por eso creo que las elecciones en Andalucía, encima de que no tocaban, hay que dejar que la gente se dé cuenta de que venden humo. 

¿Qué ha hecho Ciudadanos bien, y qué no ha hecho bien? 

Lo primero que ha hecho bien es sobre todo la lealtad al gobierno de la Junta de Andalucía y en consecuencia, a los andaluces. Para mí es fundamental cuando se está en un gobierno de coalición. Y la parte mala, quizá que no hemos sabido comunicar bien, a lo mejor producto de esa lealtad, quizá una cosa lleve a la otra. La gente no distingue unas consejerías de otras, eso, como ciudadana andaluza, es bueno, pero al final, lógicamente, se lleva los réditos políticos quien en este caso ostenta la Presidencia del Gobierno, que el PP. Con todo y con eso yo sigo apostando por seguir manteniendo la lealtad a los ciudadanos andaluces. 

¿Que ha hecho bueno por Almería y qué no? 

Para empezar, que esté en la agenda política. Por desgracia, siempre se ha sentido que estaba muy lejos de Sevilla. Y no era Almería la que estaba lejos de Sevilla, era Sevilla la que estaba lejos de Almería. Me han transmitido muchas veces que desde que llegué al Parlamento se ha sentido más presente Almería, y me vanaglorio de ello. Yo adoro a mi tierra, y Almería tenía muchos proyectos enquistados. Yo misma llevo peleando desde la pasada legislatura por la Casa del Mar o el Materno o la autovía del Almanzora, o el hospital de Roquetas, o por eliminar las caracolas, cosas que afortunadamente están saliendo adelante. Quedan otras, claro que sí, pero ahora se mira y se mima. 

¿Tiene ya preparado el kit de campaña? 

Fíjate, Antonia, te digo sinceramente, ¿qué es campaña electoral? porque si campaña es estar para arriba y para abajo, reunirte…yo estoy siempre así. Es que creo que las campañas hay que hacerlas a diario y reunirse con la gente, contactar, que te transmitan sus problemas e intentar solucionarlos. Si eso es estar en campaña, diría que estoy en una permanente y constante (risas).