A veces la vida nos envía un mandato que no podemos pasar por alto y hace que demos la vuelta a nuestra existencia. El mandato de Ángel Rueda fue una otitis que le privó de un oído, pasando de ser realizador audiovisual a dietista y divulgador apasionado. Por el camino, una pérdida de peso de unos 60 kgs. a base de dieta cetogénica, pasar a una vida activa y crear su propio método, QNTC (Que no te cuenten calorías). Ahora vive en Dinamarca y tiene mil proyectos entre manos, entre otros la próxima publicación de su primer libro. Da charlas divulgativas plagadas de humor y ejerce una especie de cruzada contra las multinacionales de la alimentación ultra procesada.
- Un almeriense en Copenhage, ¿qué te llevó allí?
Descubrir por qué en España tenemos una esperanza de vida más larga pero estamos mucho más enfermos que los daneses, esa era mi inquietud. Quería saber porqué los daneses tienen una esperanza de vida menor pero están más saludables.
- ¿Has averiguado por qué?
Tienen el mismo entorno obesogénico que nosotros pero aquí no funciona ese entorno porque están activos físicamente durante todo el día.
- ¿Qué sucede para que eso sea así?
Influye que el entorno vaya a favor de obra contigo. En Almería tenemos sol durante todo el año, y aquí la ausencia de sol es tremenda (4 horas de luz al día en invierno) más la lluvia y sin embargo la gente está en la calle todos los días a todas horas. La ciudad está adaptada para que la gente se mueva.
-¿Qué hizo click en tu cabeza para que decidieras perder tanto peso y dedicarte a la dietética?
Encontrarme en el hospital con 40 años, 150 kilos, operado de una fisura en el recto y ver que tenía una niña de 4 y otra de 1 año y pensar “por qué estoy aquí”. Descubrí que estaba viviendo de una forma egoísta, sin darme cuenta de que era padre de dos hijas a las que si seguía así iba a dejar huérfanas en muy poco tiempo.
-Anteriormente habías probado muchos métodos para perder peso, ¿qué fallaba?
No funcionaban porque no sabía qué hacían los alimentos en mi cuerpo. Te ponen una dieta y te dicen lo que tienes que comer pero no sabes por qué. Porque no te han explicado cómo funciona tu combustible y la diferencia que hay entre unos cuerpos y otros.
- ¿Cómo saber qué alimentación es la buena con tanta información que nos llega?
Estamos tan informados que en realidad estamos desinformados. La pregunta que hay que hacerse es muy fácil: ¿te ves comiendo eso dentro de diez años? por ejemplo, ¿te ves comiendo batidos en diez años? Eso ya indica que no es una alimentación real ni correcta.
- Eso nos lleva a que no debemos hablar de dieta sino de estilo de vida.
Exactamente. Si te pones a dieta quiere decir que algún día dejarás de estar a dieta, y ya has empezado mal. Tienes que descubrir dónde está la comida de verdad e intentar volver a ella.
- ¿La dieta mediterránea?
El otro día me decía una paciente que la clave entonces era volver a la comida de nuestros abuelos y sí, pero no: si vuelves a eso no va a funcionar, porque nuestros abuelos después de comerse unas migas con las tajadas no se ponían a ver Netflix. Su alimentación tenía una densidad nutricional muy alta porque necesitaban gastar esa energía en los trabajos físicos que se hacían entonces.
- ¿Desde tu punto de vista comemos bien en Almería?
Sí y no. Comemos muy bien, pero el problema que hay más bien en Andalucía en general es la forma de socializar, las salidas, y ahí dejamos de elegir bien. Abusamos de tanta celebración, alcohol, salidas.
- La esencia de nuestro estilo de vida, socializar mucho, puede ser compatible con un estilo de vida saludable ¿no?
Si sales a tomarte una tapa debes hacerlo igual que si vas al súper a comprar, tienes que salir empoderado. Si te pides jibia, aguja, calamares, te ponen pan y patatas, que es más barato que la verdura. Si sales y dices: voy a comer carne, pescado, huevos o lácteos, ya tienes el poder en tus manos. Puedes pedir que sustituyan las patatas por ensalada, por ejemplo. Al final, salir fuera cuando tienes las herramientas es chulísimo.
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