Ya no quedan andamios en la torre de la Catedral, ni hay ruido de martillazos en el primer templo de la Diócesis. Solo silencio. De hecho, tampoco hay trasiego de turistas en el chato campanario almeriense. No hay nada. Tan solo una puerta cerrada.
No en vano, las esperadas obras llamadas a convertir la torre de la Catedral en uno de los nuevos atractivos turísticos acabaron hace medio año, pero aún no ha abierto sus puertas a las visitas. Y, a día de hoy, ni siquiera hay fecha para su inauguración.
Los motivos
Fuentes episcopales señalan que las obras terminaron alrededor del mes de junio, antes de la llegada del verano, por lo que cabe preguntarse a qué se debe el cierre de la torre de la Catedral 6 meses después.
La clave está en parte del origen del presupuesto que ha financiado la rehabilitación de la torre y la instalación de un ascensor acristalado que, polémicas aparte, permitirá que se cumplan con las normas de accesibilidad del monumento: el 1,5% Cultural asignado por el Gobierno de España (y del que también se benefician otras obras en curso en Almería, como las del Cable Inglés).
Así, si bien las obras han acabado, aún no han sido recepcionadas, última gestión esta antes de su apertura que está en el tejado del Gobierno español.
¿Para cuándo?
En estos seis meses de espera ha habido interés por parte de la Diócesis de Almería para poder inaugurar la torre de la Catedral y sumar así un atractivo turístico con el que, además, poder aumentar los ingresos de las dolidas arcas de la Iglesia en Almería, aportando además unas vistas insólitas de la ciudad: tanto las del interior del campanario como las que se pueden disfrutar desde la cubierta de la propia torre de la Catedral.
Sin embargo, tras haber comunicado en varias ocasiones el final de las obras a la Subdelegación del Gobierno de España en Almería, aún no hay fecha para la inauguración del monumento.
La falta de respuesta desde Madrid en todo este tiempo hace que la fecha de inauguración y apertura del monumento esté en manos del Ministerio de Cultura y Deporte o bien del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (que es el que otorgaba la ayuda del 1,5% Cultural en los tiempos en los que aún se llamaba Ministerio de Fomento).
En este sentido, y a la espera de que las agendas permitan cuadrar que algún ministro venga a inaugurar el monumento, cabe recordar que tendrá que suceder lo mismo con el Cable Inglés, cuyas obras se encuentran en el tramo final de su ejecución. Así las cosas, no sería muy disparatado pensar que la inauguración de ambos monumentos llegarán de la mano y en la misma fecha, una vez que hayan finalizado los trabajos de la pasarela peatonal creada sobre el antiguo cargadero del mineral. Todo ello, sin olvidar que las elecciones municipales del mes de mayo están a la vuelta de la esquina, con la consiguiente y habitual carrera por inaugurar todo lo inaugurable.
Las dificultades
Lo cierto es que las obras de la torre de la Catedral han superado, hasta la fecha, no pocas dificultades.
Más allá de la actual situación de bloqueo en la que se encuentra, sin fecha de inauguración, cabe recordar que las obras se anunciaron en marzo de 2019.
Por lo tanto, y hasta que fueron finalizadas, las obras se vieron atrasadas por la crisis que trajo consigo la pandemia del coronavirus y, por si fuera poco, la posterior crisis global logística que hizo que los materiales necesarios no llegaran a tiempo.
Ahora, con todos los obstáculos superados, la torre de la Catedral espera a ser inaugurada.
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