Estados Unidos y Canadá, destino para once alumnos almerienses

Once jóvenes almerienses cruzarán el charco el próximo curso académico y podrán rumbo a Estados Unidos, en algunos casos, o a Canadá, en otros. Siete chicas y cuatro chicos de centros educativos de Almería, Huércal de Almería, Viator, Benahadux, Roquetas de Mar, El Ejido o Huércal-Overa que tendrán la oportunidad de estudiar 1º de Bachillerato, aprendiendo una cultura diferente y perfeccionando al mismo el idioma inglés, gracias a las becas de la Fundación Amancio Ortega.

El Bajo Andarax es una de las comarcas con mayor representación de alumnos. Por un lado, Jaime Pérez Sáez, un joven del IES Aurantia de Benahadux. En Viator, Daniel Garrido Gómez, del IES Torreserena, mientras que en Huércal de Almería el Colegio Agave es el único de la provincia que aporta dos alumnos: Carolina Grandía Soler y Lucía Maldonado García. 

En la capital son tres los alumnos becados: Sara Alonso Rodríguez, del Colegio Nuestra Señora del Milagro; Cristina Bosch Perals, del IES Maestro Padilla, y Daniel Carmona Hohlfeld, del IES Alborán-Manuel Cáliz.

Carmen Cruces Gutiérrez estudia en el Colegio Al-Bayyana de Roquetas de Mar. También en el municipio roquetero estudia Belén Belinda González Sánchez, en su caso en el Altaduna-Saladares. Dentro del Poniente Almeriense, también se encuentra Ana María Lupión Pelegrina, en su caso del IES Santo Domingo de El Ejido, mientras que para encontrar el undécimo hay que irse al Levante Almeriense, a Huércal-Overa, donde estudia Ramón Jesús Flores Parra, en el IES Albujaira.

Todos ellos afrontan con mucha ilusión su próximo desembarco en estos países, aunque antes tendrán que terminar el actual curso en 4º de ESO, donde la práctica totalidad se han decantado por la rama de Ciencias, con la excepción de Lucía y Daniel Carmona, que optaron por Letras.

La gran mayoría de ellos se encontraban en clase cuando recibieron la noticia. En el caso de Carmen, lo miraron en el móvil de una compañera: “Me quedé en shock en mitad de la clase, nos emocionamos mucho”, cuenta. “Todas mis compañeras estaban alrededor mía cuando miramos”, apunta Belén Belinda. “Pregunté en clase si podía mirarlo y me salí fuera, llamé a mi madre y volví y ya se lo dije a mis compañeros”, comenta Ana María. “Lo vi en clase y no me lo creía, no pensaba que me fueran a coger”, narra Ramón Jesús. Otros tuvieron que esperar a verlo en casa. A Daniel Carmona su madre le dijo primero que no lo habían cogido: “Me puse triste, pero luego me dijo que sí, y lo celebramos”.

Todos coinciden en que el proceso que han tenido que pasar para ser elegidos ha sido “más fácil de lo esperado”. “También conlleva mucho esfuerzo”, apunta Daniel Garrido. Las diferentes fases, explican Jaime o Carolina, consisten en “rellenar datos técnicos, luego un examen presencial en inglés -un ’listening’-, vídeos de presentación, una entrevista y rellenar un formulario”. En algunos casos, como en el de Jaime, fue el propio tutor quien le aconsejó realizar este proceso: “El profesor nos habló de distintas opciones, nos habló de becas como esta de Amancio Ortega o del bachillerato internacional”, explica. 

Destinos

A unos les ha tocado Estados Unidos y a otros Canadá. Familias de estos países que forman parte de este programa las que estudian a los candidatos y eligen a quién acogen durante el curso académico. Es por ello que ninguno de ellos sabe, todavía, cuál será su destino concreto, salvo Daniel Carmona, que sabe que irá a Winnipeg. En función del destino final, los alumnos emigrarán a mitad de agosto o en septiembre.

Entre las preferencias, los hay a quien no les importa si la ciudad a la que van se encuentra en la Costa Este o en la Oeste, como Daniel Garrido, aunque dentro de esa indiferencia Ana María o Carolina prefieren la grandes ciudades como Los Ángeles o Nueva York. También hay quien prefiere un clima lo más parecido posible al que tenemos en Almería, como podría ser el que hay en California, opción que prefieren Belén Belinda o Lucía, mientras que Jaime opta por todo lo contrario: “Prefiero el norte, porque no soporto bien el calor”. A Cristina, si bien no tiene un destino predilecto, sí le haría ilusión “un sitio con mucha nieve y si se puede, donde se pueda ver la aurora boreal”. Lo más cerca del Pacífico quiere estar Ramón Jesús, “porque aunque la zona atlántica también esté lejos, pero es una zona horaria más cercana, y quiero que todo sea diferente”, mientras que por el Este se decantan Carmen, a quien le gustaría Nueva York, Virginia o Florida, en Estados Unidos, o Sara, en su caso, optando por Montreal, en la zona francófona canadiense, donde además podría practicar este otro idioma.