Los rincones escondidos que el Plan Moves quiere recuperar

Algunos rincones de la ciudad, de esos con encanto y que en muchos casos pasan desapercibidos para la vista de los que recorren las calles de forma casi automática, están en pleno proceso de transformación a través del Plan Moves de la Junta de Andalucía al que se acogió el Ayuntamiento de Almería. 

Todavía algunas de estas plazas sobre las que se está trabajando no están terminadas y otras esperan una inauguración oficial pero son ya parte del día a día de sus vecinos con su nueva imagen.

Cambios
En este último caso se encuentra la Plaza Orbaneja que ha pasado de ser un espacio de aparcamiento y contar con casi nula vegetación más allá de los grandes maceteros que los vecinos tenían en uno de los laterales, a reordenar su  espacio ganando espacios peatonales.

Así, un vial recorre haciendo algo de curva el centro de la plaza y en ambos lados se han generado grandes espacios de paso con jardineras. Eso sí, lo de evitar el aparcamiento lo ha conseguido a medias porque sobre las aún relucientes baldosas se sitúan dos furgonetas y se puede ver la marca de los neumáticos en otra zona en la que seguro que algún otro encontró estacionamiento.

Refugios
Durante los trabajos que se han realizado en este espacio salió a la luz la entrada al Refugio Antiaéreo de la Guerra Civil que conectaba este espacio con la Plaza Pi Margal. Esta entrada duró abierta apenas unas horas pero, cumpliendo con su compromiso, el área de Servicios Municipales ha colocado una placa sobre ella en la que se identifica que bajo ese mármol se encuentran los pasillos que en su día diseñara Guillermo Langle para salvar miles de vidas.

Dando un paseo en el que se cruzan otras plazas recién estrenadas como Esparteros o la de la Administración Vieja, con resultados muy diferentes, hasta llegar a la calle Almanzor. Tras la primera hilera de viviendas que quedan en la subida se esconde la Plaza Cepero.

Allí las obras aún están en fase de ejecución. Sobre el suelo se vislumbra una reorganización del espacio para eliminar el aparcamiento que se encontraba en uno de los laterales.

Zonas ajardinadas con forma de estrella recibirán a los turistas y almerienses que pasen por este rincón tan cercano a la Alcazaba y especial por sus comercios y establecimientos hosteleros.

Los trabajos para culminar la Plaza Borja y todas las calles aledañas en el entorno de la Almedina están totalmente en marcha. De hecho, recorrerlas era casi imposible ya que el acceso está más escondido que nunca tras las máquinas.

Otro de los espacios que se han concluido es la Plaza Masnou. Allí ha desaparecido el aparcamiento, han crecido las aceras, se ha intentado pacificar el tráfico convirtiéndola en una vía a 20 km/hora como máximo. Pero a pesar de esto las primeras críticas ya han llegado por la colocación de árboles de porte muy pequeño cuando en esa zona, hasta la llegada de las obras, lo que había eran grandes ejemplares de ficus.