Ha muerto un señor presidente

Nos ha dejado para siempre y no importa la edad: un señor presidente. El hombre que un día cogió "el toro por los cuernos" y nos llevó a Primera División. Tenía 89 años y hasta el último de sus días ha llevado al Almería en el alma. El suyo y el de Turki Al-Sheikh. No habrá otro presidente más 'torero' como le decía por nuestra confianza y complicidad ya que tengo la enorme fortuna de haber sido su amigo por la afinidad entre José Miguel Fernández y yo. Siempre me trató como a un hijo y no le faltó una Navidad sin felicitarme. Venía a la radio y a la televisión y colaboré en un homenaje ya en este siglo donde le vimos como el hombre más feliz de la tierra. Para muchos era el presidente de Berja y para otros siempre criticado porque subía el abono cuando en esta ciudad se quería ver al Real Madrid "por la cara" que decía a los cuatro vientos. He publicado todo lo que Alfonso me autorizó y me guardé algunas cosas que lo mismo se me escapan ahora que escribe mi corazón. Yo era su socio 520 de la Agrupación Deportiva Almería y él siempre mi presidente. Hubo otros en Almería pero Alfonso fue un señor presidente.

Jamás quiso el poder y la gloria del Almería. Alfonso era un buen promotor y constructor que no necesitaba del fútbol para "forrarse" como decían algunos. Le dio muchos disgustos el fútbol pero lo puedo contar ahora que no me regaña. Me dijo que el día que subió al Almería a Primera: "No cabía en la tierra, Tony, nunca vi tan felices a los almerienses". Luego vinieron "las puñaladas" dejando tocado su corazón pero no hizo vendetta como los italianos y esperó su momento para que Dios hiciera justicia. Si me lo permiten les voy a contar cosas de Alfonso que ustedes no saben y ahora se las puedo contar sabiendo que me perdonará porque Alfonso no guardaba rencor.

La gloria

Alfonso me quería tanto como yo a él. Nos presentó José Miguel Fernández. Yo empezaba en Radio Juventud y me temblaba la voz al hablarle. Era mi presidente en persona, el que veía en el campo desde la fila 16 asiento 36 del Franco Navarro como socio 520. Yo estaba la tarde del ascenso a Primera cuando no nos conocíamos todavía pero la volvimos a vivir años después al detalle. Alfonso entró en la directiva para echar una mano y tras la marcha de Augusto Arteaga con el Almería en Segunda "viendo que nadie se apuntaba le tocó a un aficionado a los toros". Me confesó que no entendía de fútbol pero "Maguregui y Juan Rojas me abrieron los ojos". Un día con los bolsillos vacíos y las arcas del club sin una peseta llamó a Maguregui y le dijo: "Cuanto quieres por subir a Primera". Luego hizo lo propio con Juan Rojas y "Cogí el toro por los cuernos y cuando faltaban 6 jornadas a tumba abierta". No puedo contar más cosas que serían pecado. El Almería subió por sus futbolistas, por Maguregui, por la afición y por Alfonso García.

El infierno

"Me he llevado muchas 'cornás' en el fútbol. He visto más que en los toros", me decía y me explicó con todo detalle como le apartaron del Almería porque "tenía muchas amistades que importunaban en la Federación". Me contaba que entraba sin llamar en el despacho del presidente "y aquello despertó una envidia feroz porque no entendían que el presidente del Almería estuviera tan bien visto". Le llegaron a llamar 'Chivato' de José María García y de Pablo Porta pero él se callaba haciendo buena su frase preferida: "el tiempo nos pone a cada uno en su sitio". Me dijo que lo contara cuando llegara el momento. Resulta que lo apartaron de la presidencia cuando ya había pactado en Madrid la viabilidad del Almería y se calló la boca "porque no era el momento de hablar". Salió criticado el presidente que nos llevó a Primera pero se cumplió todo lo que anunció a su directiva cuando el Almería siendo él presidente iba camino de Primera y le quitaron las fichas "Y lo hundieron sin piedad". Pudo desnudar a los que lo criticaron pero optó porque el tiempo dictara sentencia. Alfonso García Sánchez también bajó a los infiernos del fútbol.

La verdad

Tengo claro que Alfonso García me contó toda la verdad y está escrita en las entrevistas que le publiqué en LAVOZ lo que faltaba casi se lo acabo de contar pero me van a permitir que les diga que Alfonso siendo un empresario de éxito era un señor de Berja con sus hijos en el negocio y su cortijo de Huércal del que me regalaba unas mandarinas de antología. Era sencillo y cercano y le gustaba la verdad por encima de todo. Un día me dijo que no me fiara ni de mi sombra mientras en el Auditorio Maestro Padilla íbamos a presentar la nueva temporada de Localia Televisión, Cadena SER y LA VOZ de Almería. Estábamos solos detrás del telón y le pregunté el por qué me lo decía y sentenció: "mis enemigos estaban a un metro y cuando me di cuenta ya era tarde. No puedo acabar este obituario sin mostrarle mi agradecimiento a sus hijos y pedirles perdón por no estar con ellos. Siempre los molesté para que me bajaran a su padre a la radio y allí estaban. No puedo por motivos de operación ir a sitios concurridos y el Tanatorio de Almería ya estará lleno hasta la bandera para despedir a un señor presidente que nos llevó a Primera División porque supo coger "el toro por los cuernos". 

Presidente, jamás te olvidaré. Gracias por confiar en mí.

Va a ser velado en el Tanatorio de Almería.