El “no” del Gobierno a la propuesta de la Junta deja en el aire el soterramiento

No. Esa es la respuesta que el Ministerio de Transportes ha dado a la propuesta de la Junta de Andalucía para hacer su aportación económica al soterramiento a través de fondos Feder y haciéndose cargo de pagar la nueva estación de autobuses así como su gestión, y la construcción del aparcamiento así como de su dirección, siendo ambas de titularidad autonómica. Esto supondría una inversión de 45,8 millones de euros por parte de la institución andaluza.

Esta respuesta pone en grave riesgo el desarrollo del soterramiento, de hecho, la preocupación se ha instalado ahora mismo en todas las partes implicadas. El Ministerio de Transportes dice que le preocupa la actitud de la Junta que ha presentado una propuesta que dice que no entra dentro de lo que estaba negociado; la Junta de Andalucía, que no entiende esta respuesta de forma no oficial -porque a última hora de la mañana de este viernes todavía no tenía una comunicación oficial del Gobierno -; y el Ayuntamiento ve con temor que una ruptura del acuerdo tendría terribles consecuencias como la pérdida de los 75 millones de euros que llegarían a través de fondos Next Generation si no se acaba en 2026 y supondría que el Consistorio tuviera que invertir, mínimo, 10 millones de euros adicionales para el proyecto. No hablamos ya de los agentes sociales almerienses, que miran con hartazgo cómo, cuando todo parece encauzado, se deshace siempre en épocas cercanas a procesos electorales.

Desde el Gobierno central son durísimos en su postura hacia la Junta de Andalucía. La encargada de salir a dar explicaciones ha sido la segunda al mando, la secretaria de Estado de Infraestructuras, Isabel Pardo de Vera. Dice la que fuera responsable de Adif durante parte de toda la negociación del soterramiento que con la propuesta “la Junta rompe el convenio suscrito entre las tres administraciones en el marco de la sociedad” y que con ello “amenaza el proyecto”. 

Asegura que lo ofrecido desde la Consejería de Fomento no es que rompa el consenso en abstracto sino que lo rompe con un movimiento que les ha cogido totalmente por sorpresa. Dice Pardo de Vera que lo presentado el 9 de enero tiene “la voluntad de quemar todos los puentes” apostando por “no participar de forma conjunta en el proyecto y sin compartir riesgo financiero”. Justifica su negativa en un posible “agravio comparativo” con otros proyectos similares y creen que se pone “en peligro un modelo que ha demostrado su eficacia”.  Niega rotunda que la Junta triplique su inversión, esas cifras eran con el modelo de 2010, y que con respecto a lo que había acordado a finales de 2022 “cambiarían ligeramente la cantidad y la forma de pago, pero esquivarían todos los compromisos”. Así afirmó que no hay “ninguna posibilidad de acuerdo salvo un cambio muy rápido de la Junta” y cree que hay un riesgo enorme de que “se tire a la basura todo el trabajo que hemos estado haciendo”. 

Respuesta

La visión que tiene la Junta de Andalucía es muy diferente. Además de pedir una reunión urgente con Adif para hablar sobre el tema, la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, afirma que en ningún caso ellos han roto el acuerdo. El Gobierno andaluz insiste en que su prioridad es que “se firme cuanto antes el nuevo convenio para el desarrollo de una infraestructura vital para Almería” pero tiene claro que “si no se cumplen los plazos previstos no será por la Junta de Andalucía, sino por la inacción de Adif en esta obra, que acumula más de diez años de retraso y cuyo proyecto no ha estado hasta hace un mes, en diciembre de 2022, y con un plazo de ejecución difícil de cumplir, ya que se financia dentro del programa de financiación de los fondos de resiliencia (Next Generation)”.

De igual manera, desde la administración andaluza se precisa que “en ningún convenio se especifica que la Junta de Andalucía tenga que hacer muros y losas del proyecto del soterramiento, una tarea que es competencia estatal, sino que esa es la propuesta que ahora plantea Adif” y que ellos presentan la suya propia.

Insisten en que sí que se triplica la inversión con respecto a lo firmado en 2010 y defienden que se encarga de la parte del proyecto que está dentro de sus competencias, “la estación, y, por otro lado, se hace cargo del parking para compensar las deficitarias cuentas de la estación y quitarle ese esfuerzo inversor al Estado”, unos 30 millones de euros. Aseguran que ellos no ganan nada con la operación y que “el parking pertenece íntegramente al edificio de la estación de autobuses, no a la de tren”.

Los perjudicados

En medio de este choque de trenes está, al igual que todos los ciudadanos, el Ayuntamiento de Almería que mira con estupor cómo parece deshacerse cual azucarillo el trabajo de años. La portavoz del equipo de Gobierno municipal y concejal de Urbanismo, Ana Martínez Labella, no ha querido entrar en los pormenores de la propuesta que hizo Adif, al igual que ha estado haciendo en los últimos meses quizá previendo lo que podía pasar y eso que reconoce que se ha enterado por la prensa a pesar de haber estado pendiente del tema. Sí que pide “amplitud de miras” a ambas instituciones y tiene claro que lo único aceptable es “sentarnos y no levantarnos de la mesa hasta que no haya un acuerdo”. Niega que haya ningún cambio del proyecto y tiene claro que si al Gobierno central no le convence la propuesta de la Junta, “eso no tiene por qué dar por rotas las negociaciones”.

Eso sí, pone sobre la mesa la edil una solución para que los retrasos que pueda producir ese proceso de negociación no suponga tener que parar el proyecto: “la tramitación anticipada”. Dice Martínez Labella que, teniendo en cuenta que una licitación de este tipo tarda entre seis y nueve meses, existe la posibilidad de “sacar la licitación, avanzar en el procedimiento y mientras seguir negociando”. Es cierto que para poder adjudicar la obra sí que tiene que estar el convenio firmado, pero mientras llega ese momento, habría tiempo de hablar.

Preguntada la edil sobre si tiene miedo de que los procesos electorales que están por llegar se mezclen con la negociación, se muestra rotunda: “no me gustaría que por intereses partidistas pudiésemos ser tan mezquinos de no llegar a un acuerdo”.

Con todo esto sobre la mesa, todas las patas de la sociedad de gestión del soterramiento ‘Almería Alta Velocidad’ tienen un largo fin de semana por delante para ver qué van a hacer ahora después del golpe sobre el tablero de juego que se ha dado, no tanto por la negativa sino por las formas de la misma. Habrá que esperar.