Indignación en Francia por el ataque al monumento de víctimas del nazismo

“¿Qué está pasando con la educación de nuestros hijos?”, se pregunta el hijo de un emigrante

Imagen de archivo del monumento a las victimas del nazismo.
Imagen de archivo del monumento a las victimas del nazismo.
Álvaro Hernández
20:44 • 01 oct. 2023 / actualizado a las 21:18 • 01 oct. 2023

Como el efecto mariposa, el aleteo de uno de estos insectos puede provocar un tornado en la otra punta del mundo; y un atentado contra el patrimonio almeriense bien puede provocar reacciones en otros países, por improbable que parezca que algo que suceda en Almería tenga impacto a casi 2.000 kilómetros de distancia.



Es precisamente lo que ha sucedido con las recientes acciones sufridas por el monumento a las víctimas del nazismo, a los pies del Cable Inglés (que también protagonizó uno de esos atentados al patrimonio almeriense). Si hace unos días las asociaciones memorialistas y familiares de víctimas del nazismo expresaban una firme condena por la última acción protagonizada por unos jóvenes que atentan contra el monumento a las víctimas almerienses de Mauthausen y otros campos de exterminio, "unas acciones que se han hecho virales en las redes sociales y han generado estupor entre quienes conocen el origen y significado del lugar", ahora es desde Francia desde donde llega la condena a estas acciones.



Concretamente, es el ciudadano francés Jean Rodríguez Soto quien eleva su protesta a LA VOZ. En su condición de hijo de un almeriense que emigró en 1934.



"¿Pero qué está pasando con la educación de nuestros hijos?" se pregunta Rodríguez Soto, que llama a la reflexión tras lo vivido en el monumento a las víctimas de Mauthausen. "Algunos, quizás, descuidando el pasado podrán decir 'Todo esto no es más que historia antigua', y yo les respondo que abran sus ojos y sus oídos, porque la historia humana es un eterno recomienzo", analiza.



"El monumento a los muertos de Mauthausen, hoy más que ayer, merece tanta consideración y medidas de preservación tal y como las de nuestras iglesias", reclama este ciudadano francés residente en París.



Rodríguez, que valora la obra como "emblemática e infravalorada", cuenta a LA VOZ que vuelve a Almería cada año en una suerte de peregrinaje que siempre sigue el mismo guion: visita a la Alcazaba, un paseo por la ciudad hasta el mar, ir al cementerio donde descansan sus padres y una visita al monumento dedicado a las víctimas del nazismo.



"Políticos, es hora de ponerse a trabajar", sentencia este hijo de españoles.



La historia de su vida

Jean Rodríguez Soto es hijo de un almeriense que, en 1934 y con tan solo 17 años, huyó hacia Orán (Argelia), dejando atrás Almería y sus miserias. Este emigrante español, que logró así no participar en la Guerra Civil, conoció en Orán a su mujer, una alicantina hija de un refugiado político: Roberto Soto López. 


Poco después, y ya en París, esta pareja de emigrantes españoles tuvieron cuatro hijos, entre los que se encuentra Jean, que ve con asombro la situación vivida en el monumento a las víctimas del nazismo de la Almería que vio nacer a su padre.


"En mi casa todo respiraba España y Almería con Manolo Escobar, Juanito Valderrama... y Alicante, por los eventos sufridos en la ciudad de mi abuelo durante la Guerra Civil", rememora Rodríguez.


"En unas de esas discusiones, un amigo de mi padre, murciano, contaba lo que sufrió en el campo de Mauthausen. Yo era adolescente pero nunca podre olvidar esos testimonios", lamenta este hijo de almeriense que llora, desde París, la situación del monumento a las víctimas del nazismo.



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