‘Juanporelmundo’ retoma su vida de ensueño tras un accidente en Asia

El almeriense se reencuentra con el médico que le salvó la pierna tras ser arrollado en Vietnam

Juan Torres, en una de sus aventuras.
Juan Torres, en una de sus aventuras.
Bernardo Claros
20:46 • 22 oct. 2023

Una vuelta al globo, un grave accidente y una historia de superación. Eso fue lo que tuvo que vivir este almeriense con una meta, su bicicleta y su empeño en superar todos los obstáculos.



La vuelta al mundo que emprendió en 2016 Juan Torres León (Almería, 1986) puede parecer de ensueño para muchos, pero para él representó una experiencia por la que no todo el mundo estaría dispuesto a pasar. 



Un recorrido que le llevó a 15 países y con el que pudo navegar el Amazonas, subir al cráter de un volcán y andar sobre un glaciar. Fue en Vietnam cuando un camión le arrolló mientras viajaba en moto. Un accidente que de no ser por la rápida reacción de los médicos podría haberle costado su pierna. 



Gracias a su positividad y esfuerzo, este vecino de El Zapillo, conocido como Juan por el mundo, logró minimizar sus secuelas; para el recuerdo, una gran cicatriz y unos cuantos tornillos. Tras una lenta rehabilitación, Juan decidió, alentado por un premio que gana en un concurso organizado por Chapka, su seguro de viajes, que era hora de terminar lo que empezó. 



“Ya recuperado, decido volver al lugar que cambió mi vida para cerrar heridas y agradecer a todo el mundo que me ayudó”, señala Juan en conversación con LA VOZ.



Con un bajo presupuesto, en septiembre del 2022, él y su bici se dispusieron a partir hacia el sudeste asiático de nuevo, empezando por la ciudad de Ho Chi Minh, donde su anterior viaje tuvo aquel abrupto final. Allí, el almeriense vivió un emotivo reencuentro con el equipo médico que le asistió y con el cirujano que decidió salvar su pierna tras el accidente. Intercambiaron abrazos y agradecimientos, y Juan le pudo regalar un pedacito de nuestra tierra.



Tras esa reunión, la historia del almeriense se volvió viral en las redes sociales y medios de comunicación de la región, donde le invitaron a contar su experiencia y el motivo de su vuelta, mientras él seguía recorriendo el país.



“Los primeros días vas con miedo por haber sido una zona conflictiva para mí, y luego sigues pasando asustado por carreteras con camiones y lluvia, pero me sentía feliz al terminar cada día; estaba recorriendo Vietnam por mis propios medios”, menciona orgulloso. En sus dos meses de intenso viaje de caminos angostos, inundaciones en carreteras, lluvias monzónicas y el agotamiento físico de recorrer Vietnam de sur a norte pedaleando, Juan se encontró con la imposibilidad de cruzar de Laos a Mianmar, siguiente destino en su intento de llegar a India con su bici. Decidió entonces seguir el consejo de su padre de aprovechar el tiempo que le quedaba para recorrer todos los sitios que pudiera. “Yo no planifico mucho, el viaje se va haciendo y eso me encanta”, comenta Juan emocionado.


Su siguiente etapa del viaje tuvo lugar en Tailandia: diez días en un monasterio budista y una semana más aprendiendo y conviviendo con locales en una ecoaldea, recorriendo todo el sur hasta llegar a Malasia. Tras más de 5500 kilómetros en cinco meses con su fiel amiga ‘Fuju’, como cariñosamente nombra Juan a su bicicleta, decidieron tomarse un descanso. Después, vuelta en tren hasta la isla de Koh Tao, donde durante varias semanas completó su titulación de buceo.


Un día, tras haber realizado las casi 200 inmersiones en dos meses, Juan salió del mar afectado por una fiebre que le resintió su pierna operada, haciéndole pasar de nuevo una semana ingresado en otro continente. Fortuitamente todo se quedó en un susto tratable con antibióticos y reposo; cansado física y mentalmente, decidió volver con su familia y amigos a su ciudad natal, de la que tanto presume en sus viajes por el globo.


Juan vive un estilo de vida singular y aventurero, e insta a todo el mundo que quiera vivir su experiencia a hacerlo. “Viajar en bici es muy económico. Yo dormía en tienda de campaña y me han acogido en templos, cafeterías, parcelas privadas y colegios. Todo el mundo ha sido hospitalario conmigo. Lo que me encanta de la bici es salir del circuito turístico e interaccionar con personas que te sorprenden”, menciona con cariño.


Durante sus ocho meses de viaje por el sur de Asia, el zapillero agradece a todas y cada una de las personas que ha conocido (y a las que le han animado a través de sus redes sociales: en Instagram es @Juanporelmundo.c0m) por el cariño recibido. También se emociona rememorando la increíble amabilidad y hospitalidad, tanto de los viajeros con los que ha compartido el camino como de los lugareños que le ofrecieron comida o alojamiento desinteresadamente. 


Vivencias que le han hecho mejor persona y han cambiado su mentalidad. Otra vez más, Juan por el mundo ha logrado superarse a sí mismo.


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