Así ocultó el empresario Miguel Rifá un patrimonio de 133 millones

Entre los años 2008 y 2011, el conocido empresario Miguel Rifá Soler desplegó, ayudado por un reducido grupo de colaboradores, siete intrincadas operaciones mercantiles de transmisión de activos entre empresas de su propio grupo para ocultar la propiedad real de un importante patrimonio inmobiliario y de valores financieros y evitar así que la Hacienda pública se cobrara los más de 84 millones de euros que debía. Según refleja la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería que ha condenado esta semana al promotor y hostelero por alzamiento de bienes y fraude fiscal, esos bienes de las sociedades de Rifá estaban valorados en conjunto -con datos de las propias empresas- en 133 millones y medio de euros. Unas cantidades que habrían dado sobradamente para afrontar las deudas con el fisco. 

Lejos de ello, Rifá y sus asesores pusieron en práctica un laberíntico sistema de intercambio de bienes y participaciones dentro de un entramado de sociedades tras las cuales, al final, siempre se encontraba el empresario de origen catalán afincado en Almería desde hace décadas. Un complejo modus operandi que conseguía el vaciado patrimonial de las mercantiles endeudadas y la pérdida del rastro de los activos con valor, que terminaban a nombre de sociedades del propio Rifá en paraísos fiscales, fuera del alcance de la Agencia Tributaria española. Por si fuera poco, en las fases intermedias de esas mismas operaciones fraudulentas de transmisión de bienes, las empresas limpias de deudas que recibían las propiedades generaban derechos de devolución de millones de euros en IVA por parte de la Hacienda pública, incrementado así el fraude originado por el responsable de la trama. 

El patrimonio que fue ocultado por Rifá y sus colaboradores incluye hoteles, decenas de fincas rústicas, un edificio de oficinas, solares y acciones. Estas son, de acuerdo con el relato de hechos probados que hacen los magistrados firmantes de la sentencia, las más abultadas (por cuantía) de esas operaciones: 

Transmisión de 13 hoteles por Hotel Almería SL y Alvari Hotelera SL

La gran joya de la corona del patrimonio de Miguel Rifá es, sin duda, la red de 13 establecimientos hoteleros de su propiedad en distintos puntos de España, entre ellos el emblemático Gran Hotel Almería. Un conjunto de hoteles y hostales valorado en casi 64 millones de euros, que, según considera acreditado el fallo judicial, salieron de las sociedades deudoras Hotel Almería SL y Alvari Hotelera SL, ambas de Rifá, entre los años 2008 y 2011, mediante operaciones de aportación no dineraria de inmuebles, transmisión de participaciones y escisión. Así, tras sucesivas operaciones escrituradas ante notarios, pasaron a pertenecer a las mercantiles Hotel Salinas Mar SL (que se hizo con los hoteles San Antón, Layos Golf, Santa Cruz I, Santa Cruz II, Hotel Andarax Costa, Hotel Perla de Andalucía y Hotel Alcazaba Mar) y Hoteles y Apartamentos de Sureste SL (Hotel Bellavista Mar, Hotel Montblanc, Hotel Mediterráneo Costa, Hostal el Ciervo, Gran Hotel Almería y Hotel Embajador). 

Estas dos sociedades titulares finales de los bienes están integradas, según refleja la sentencia, en un mismo grupo "que dirige y del que es propietario Miguel Rifá", puesto que "pertenecen a Diakonia Hotelera SL, a su vez propiedad de la sociedad portuguesa Ghilsa, a su vez propiedad de la portuguesa Arembepe, a su vez propiedad de la sociedad británica Eskling Investors, a su vez propiedad de las sociedades domiciliadas en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas Eskikir Limited y Solinger Limited, propiedad, a su vez, del acusado Miguel Rifá Soler". Las participaciones que inicialmente obtuvieron las sociedades deudoras con Hacienda a cambio de los hoteles pasaron a pertenecer a esas terceras sociedades. Los pagarés que recibieron a cambio de las participaciones nunca fueron cobrados. 

Transmisión de 14 fincas rústicas por Predios del Sureste y Alvari Hotelera SL

Durante los años 2009 y 2010 salen del patrimonio de Alvari Hotelera SL (posteriormente fusionada en Hotel Almería SL) y Predios del Sureste (esta última la promotora más conocida de Miguel Rifá), ambas sociedades deudoras de Hacienda, un total de 14 fincas rústicas valoradas en 45,3 millones de euros. La mayor parte de los terrenos están ubicados en el área de Vera, entre los que figura una finca de 269.000 metros cuadrados en el paraje La Espesura de ese municipio del Levante.

Todas estas propiedades pasaron a la mercantil Patrimonios Reunidos del Sureste (Patresur), de la que Predios del Sureste era administradora única, a cambio de una serie de participaciones en una ampliación de capital de la segunda. Posteriormente, en otra operación registrada bajo notario, las empresas deudoras venden sus participaciones en Patresur a las también mercantiles de Rifá Diakonia Hotelera y Portocarrero Resort mediante pagarés a la orden con fecha de vencimiento hasta el año 2030. 

Transmisión de otras 23 fincas rústicas por Predios del Sureste

Otra de las operaciones opacas descritas por el fallo judicial es la que se realizó en el año 2010 para traspasar 23 fincas rústicas registradas en Vera, Mojácar, Cuevas del Almanzora y Almería desde la sociedad Predios del Sureste SL, cuyo administrador y propietario era Miguel Rifá, a la sociedad Explotaciones Agrícolas Orange Club, en concepto de pago no dinerario por una ampliación de capital de esta última, por un importe de algo más de 12 millones de euros.

Posteriormente, Predios del Sureste vende posteriormente sus participaciones en Explotaciones Agrícolas Orange Club -que resulta también ser propiedad de Rifá- a Corporación Industrial Playa SL, cuya administradora es otra de las acusadas, Carmen A. Berenguel Clemente, por medio de tres pagarés no a la orden con vencimiento en 2020, 2025 y 2030. Las partes pactan que, si llegado el momento de hacer efectivo el dinero, no pudiera hacerse en moneda, se haría mediante la entrega de terrenos. 

Transmisión de 91 fincas (solar de la Compañía de María) por Predios del Sureste SL y Hotel Almería SL

Durante los años 2010 y 2011, las empresas deudoras Hotel Almería SL y Predios del Sureste SL traspasaron un total de 91 fincas urbanas, valoradas en casi 8 millones de euros. Ese conjunto de propiedades está compuesto por solares, pisos, apartamentos y locales, y y entre ellos figuran los inmuebles que Predios del Sureste había adquirido en la Compañía de María (por importe de 3,2 millones) para la operación urbanística en la que planeaba levantar un edificio de apartamentos de uso turístico a cambio de construir el actual cuartel de la Policía Local, mediante un convenio con el Ayuntamiento de Almería del que no llegó a ejecutarse la última parte. 

Los bienes (88 de Hotel Almería y 3 de Predios) fueron traspasados a la sociedad Diakonia Hotelera SL a cambio de participaciones en una ampliación de capital de 7,8 millones de euros. Esas participaciones fueron posteriormente vendidas por ambas mercantiles deudoras a la portuguesa Ghilsa, también a la postre propiedad de Rifá, según afirma el fallo judicial, aunque tuviera formalmente otro administrador. En estas operaciones intervino otro de los condenados, Israel Martínez Marín, administrador de Diakonia Hotelera y colaborador del empresario. 

Por estas y otras operaciones en las que figuraban más activos, el tribunal, formado por los magistrados María Soledad Jiménez de Cisneros, Alejandra Dodero y Luis Durbán -este último ponente de la sentencia-, el conocido promotor inmobiliario y propietario hotelero ha sido condenado a penas que suman 22 años y 4 meses de prisión, aunque solo se le impondrá de manera efectiva el triple de la máxima (4 años y 9 meses), esto es, 14 años de cárcel, según señalan fuentes judiciales, como responsable de siete delitos de alzamiento de bienes y de fraude contra la Hacienda Pública.