En 2023 se denunciaron 82 negligencias médico-sanitarias en Almería

El Servicio Andaluz de Salud no está atravesando uno de sus mejores momentos. De hecho, Andalucía es la segunda comunidad autónoma, por detrás de Madrid, que  más denuncias acumula respecto a hospitales, especialidades y servicios, según indican las estadísticas publicadas en la Memoria 2023 de la Asociación 'Defensor del Paciente'. 

Si bien la comunidad continuó siendo la segunda con más reclamaciones en 2023, los casos han bajado respecto a 2022. El pasado año el dato se estableció en 2.289 denuncias, 332 menos que el año anterior (un 12,5% menos), cunado fueron 2.621 casos denunciados. De la suma, 102 han resultado en fallecimiento, una cifra que supera la de 2022, cuando se contaron 91 defunciones. 

En este sentido, Almería se mantiene entre las provincias con menos denuncias de este tipo. Un total de 82, los que supone 17 menos que en 2022. Por debajo de esta cifra se encuentran tan solo Jaén, con 62 y Huelva, con 57. Encabeza la lista con mayor número de casos acumulados Sevilla, con 728; Málaga, con 640; Córdoba, con 326; Cádiz, con 245; y Granada, con 149. 

Además, ninguno de los hospitales almerienses se encuentra entre los más denunciados. De forma contraria sucede con el hospital universitario sevillano Virgen del Rocío, el cual resulta con más denuncias, seguido por el malagueño Virgen de la Victoria, a quien le sigue el Universitario Virgen Macarena. La lista continua con el Regional Universitario de Málaga y el hospital cordobés Reina Sofía. 

En 2023 la lista de reclamaciones en Especialidades y Servicios se mantiene exactamente igual que en 2022, siendo las listas de espera el principal objeto de denuncias en los centros sanitarios andaluces. De igual manera, en cirugía general es la segunda que más reclamaciones acumula, seguida de urgencias, traumatología y, ginecología y obstetricia. Prótesis de rodilla, histerectomía, prótesis de cadera y juanetes, por este orden, son las cirugías con más dilación. 

Asimismo, el contexto de las listas de espera presenta una demora devastadora en quirúrgica, la peor cifra de la historia del SAS. Un total de 192.561 andaluces están esperando a ser intervenidos mediante una operación quirúrgica, esto supone un 40,95% más que en 2022. Los días de demora también han aumentado: de media son 139 las jornadas las que tienen que esperar los andaluces para entrar a quirófano, mientras que en 2022 eran 110. 

A estos datos hay que añadir que son más de 800.000 pacientes los que aguardan primera consulta y la dimisión del gerente del SAS y el viceconsejero de Salud. Desde la Asociación barajan la posibilidad de que sean las altas cifras de las listas de espera la razón de ambas dimisiones. 

Ante las críticas recibidas desde que se hicieron públicos los datos de las listas, la Junta se ha defendido alegando que este mal bagaje es la herencia de sus antecesores, y aunque en 2022 se estimaron algunas mejoras, apenas se apreciaron los cambios con respecto al legado del Gobierno anterior. Asimismo, la Junta justifica las altas demoras mediante la falta de profesionales, algo que ya se hizo patente en 2022 según "Defensor del Paciente".

En este sentido, ya en el año anterior al 2023 el déficit de profesionales se convirtió en indicativo de que eran necesario incrementar la financiación y las contrataciones. De hecho, este problema desembocó en varias concentraciones y manifestaciones que se convocaron a lo largo de 2022. Además, los médicos y sanitarios urgieron la necesidad de contratar a 4.000 médicos para 2023 para garantizar la atención en 48 horas y emplear una media de 12 minutos de consulta por paciente, así como también reforzar los servicios de urgencias en áreas rurales. 

No obstante, en 2023 la Asociación "Defensor del Paciente" ha denunciado que el Gobierno andaluz estableció un concierto de 734 millones de euros con la privada. Además, en Memoria 2023 ha señalado que la Atención Primaria de la comunidad se encuentra bajo lupa después de que el ejecutivo de Andalucía redactase una orden para tarifar las consultas. Para el "Defensor del Paciente" privatizar la sanidad es un tremendo error "pues supone romper la confianza entre médico y paciente".