Una juez de Almería ha condenado a 18 meses de prisión a un hombre acusado de haber robado a su expareja sentimental joyas valoradas en más de 10.600 euros que esta atesoraba en una caja fuerte de su domicilio y que fueron vendidas en casas de compraventa de oro.
La sentencia da por probado que el hombre aprovechó una de las visitas que hacía a la hija común que tiene con su expareja, respecto a quien le consta una orden de alejamiento, para acceder al domicilio y hacerse con las joyas, ya que además sabía donde se guardaba la llave de la caja fuerte, según recoge la sentencia consultada por Europa Press.
En este sentido, la sustracción tuvo que realizarse en una fecha no concretada entre el 31 de octubre de 2019 y el 1 de abril de 2020, cuando la mujer denunció el robo tras darse cuenta de la sustracción al ir a guardar en la caja el dinero obtenido con la venta de un vehículo poco antes de que se iniciara el confinamiento por la pandemia.
El acusado, al que consta un segundo procedimiento judicial por robo a su exsuegro, negó en todo momento haber sido el autor del robo de la caja fuerte, la cual no presentaba síntomas de haber sido forzada. No obstante, la investigación policial reveló indicios de que había cometido dicho robo.
En concreto, los agentes obtuvieron una relación de ventas que el hombre había efectuado en los establecimientos de compra de oro en la capital, con un total de ocho transacciones entre enero de 2019 y mayo de 2020, por un importe de 2.464 euros.
La denunciante pudo reconocer a través de las fotos realizadas a las joyas vendidas "sin ningún género de dudas ni error posible" varias piezas y objetos de su propiedad, como una cruz, un par de pendientes o una gargantilla. Algunas de las joyas eran propiedad de su madre y figuraban en la denuncia de robo realizada por su padre con anterioridad.
La juez concluyen en su sentencia, contra la que cabe recurso de apelación, que el hombre aprovechó las visitas que había realizado a su hija cuando la mujer no se hallaba en casa para coger la llave de la caja fuerte, que sabía dónde se guardaba, y apoderarse de las joyas.
Además de la pena privativa de libertad impuesta al acusado, la juez también fija el pago de una indemnización a la perjudicada de 10.616,8 euros en consonancia con el valor de las joyas sustraídas en su domicilio.
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