Esta tarde sale a la calle la patrona de Pescadería, la Virgen que camina entre olas y redes, como en el mar de Galilea; la imagen que talló en su estudio el gran Jesús de Perceval en aquel año del hambre de 1944; saldrá en andas la Madre de los marineros desde su parroquia de San Roque, desde la Iglesia tantos años presidida por el cura Don Marino; saldrá como siempre, acompañada por las gentes del barrio y trazará su recorrido por las calles Corbeta, Hipócrates, Cordoneros, Remo, y tantas otras con aroma a estopa y a salitre.
Irá en volandas bajo la ropa secándose al sol en los blancos terraos de Celia Viñas; irá su imagen alzada por sus marineros, entre el sol recortado de la canícula recién inaugurada, avanzando en su trono a través de la calma de la tarde, con la Alcazaba en la colina, con el Camino Viejo al fondo, como en una postal, transitando con su hijo en brazos por el antiguo varadero, entre las redes de las traíñas de la sardina y el boquerón, hasta llegar a la lonja; irá oliendo a nardos y caracolas entre gente devota, feliz de echarse a la calle en este día de mediados de julio; mujeres con niños pequeños en brazos que verán por primera vez a la Virgen de los pescadores lejos de su pedestal; hombres de rostro curtido por la sal, de brazos tatuados, que llevan décadas acompañando a su madre celestial; nativos del barrio y forasteros disfrutando de unos días en Almería que se apuntan también a esta exaltación, a esta devoción por la patrona de Pescadería.
Y allí en la lonja, los miembros de la Hermandad de la Virgen del Carmen la portearán hasta una embarcación que la espera ansiosa para hacer, como todos los años, una romería marinera por la bahía de la vieja Bayyana. Las naves irán cargadas de fieles, de gente de la mar durante unos minutos, cayendo la tarde por el Cañarete.
Familias llegadas de distintos puntos de la ciudad tomarán parte en esta fiesta de fe, no por ello menos popular. Y así, ancianas que ya no salen tanto, y menos con el calor, acompañarán a la Virgen del Carmen de la mano de niñas que sueñan con ser mayores para hacer promesas y andar descalzas y pedir que sus padres salgan adelante y lleguen a fin de mes, que el desempleo dé paso al trabajo y que las penas sean menos penas y haya más alegrías. Los pescadores y las Cármenes sienten esta fecha con especial devoción.
Aproximadamente a la altura de la zona de La Térmica, el grupo de embarcaciones dará la vuelta para deshacer el trayecto, de modo que los bañistas puedan contemplar la estampa, tan tradicional en las ciudades costeras de la zona y tan peculiar entre los turistas. En otros puntos de la provincia como Aguadulce, Garrucha, Balerma o Adra se vivirán instantes similares hoy como en el barrio de Pescadería de la capital, el barrio genuino de la Virgen del Carmen, la Virgen de la marinería andante.
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