Las constructoras que estén interesadas en ser las encargadas de poner su sello en la que será la principal transformación de la ciudad de los últimos años, la peatonalización del Paseo de Almería, tienen hasta las 14.00 horas de hoy para presentar su oferta ante el Ayuntamiento de la capital.
Y es que tras un mes de licitación, toca continuar con la tramitación administrativa que tiene que decidir, a contrarreloj, quien es la empresa que finalmente se queda con los trabajos. Cabe recordar el compromiso de la alcaldesa de la capital, María del Mar Vázquez, de comenzar la actuación justo después de la celebración de la Cabalgata de Reyes Magos con lo que, el tiempo para materializar la adjudicación queda reducido a algo más de un mes.
Esta actuación supondrá una inversión presupuestada en 14.127.337 euros y cuya previsión es de doce meses de ejecución, aunque quiere el equipo de Gobierno reducir al máximo este tiempo.
Hay que tener en cuenta que estamos ante un cambio total desde la Plaza Emilio Pérez hasta Puerta de Purchena para convertir este recorrido en una ‘ciudad de plazas’. Y es que la pretensión del equipo diseñador del proyecto, tal y como reza en la memoria del mismo, los trabajos sobre una superficie de 26.089 metros cuadrados busca que las plazas existentes, y que ya cuentan con su propio arbolado,se amplíe su superficie peatonal e incrementar el arbolado.
La ‘recepción’
Las plazas de nueva planta propuestas enfrente de los edificios públicos más relevantes, “se generarán complementando el arbolado actual con otras especies, de manera que invite a la estancia con una escala íntima. Con esta acción, se dota de un espacio público a escala urbana acorde al edificio representativo al que se adhiere, intensificando la relación horizontal y vertical entre ambos”.
Hay que tener en cuenta que en esta intervención desaparecerá la carretera como tal, es decir, habrá una plataforma única y el carril sostenible que se ha previsto tendrá la sección mínima necesaria estando “destinado a autobús, emergencias, abastecimientos, vecinos y un carril-bici”, según la propia memoria.
Lo que queda por saber es la regulación que va a tener ese ‘carril sostenible’ y que, seguramente se tenga que establecer mientras se realiza la obra.
Lo primero que toca regular, y en eso sí que está trabajando el área de Seguridad, es la carga y descarga. Cierto es que hay que establecer los horarios en los que se permitirá a los comercios y establecimientos hosteleros de la calle el ‘avituallamiento’, algo que debe quedar reflejado en la ordenanza de carga y descarga que se está confeccionando junto con el sector.
Lo que está mucho más abierto es cómo se va a regular el tránsito de otros vehículos como las bicicletas, y lo que es más importante, el de los patinetes eléctricos que se han convertido en una de las grandes preocupaciones de la movilidad en las ciudades.
Al tratarse esta zona de un espacio que está previsto que sea eminentemente peatonal habrá que controlar este tipo de vehículos que no terminan de adaptarse ni a convivir con los peatones ni con los coches. Tendrá tarea el Ayuntamiento para la consecución de esta convivencia en paz.
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