Todo comenzó con cuatro personas que se mudaron a Almería, cada uno movido por una razón distinta, pero con algo en común: un ordenador bajo el brazo y un gran interés profesional y personal en la tecnología. Se hicieron amigos una vez llegaron a la provincia. "Todos trabajábamos de forma remota, y nos vinimos aquí por el clima, por la pareja o por la fama que tenía la capital de ser una ciudad económica", recuerda Antonio Jiménez, integrante del grupo fundador de AlmeríaTech junto a Adrián Alonso, Marisol Peña y Samantha Montaña. A este cuarteto se unió después Rubén Sánchez, hoy un miembro más del equipo.
Para su sorpresa, al llegar se encontraron con la ausencia de una comunidad tecnológica activa en la ciudad donde poder compartir e intercambiar conocimientos: "En otros lugares donde hemos vivido sí las hay, por eso decidimos intentar crearla aquí. Es un proceso bastante lento que requiere mucho esfuerzo, pero nos tiramos a la piscina porque creímos que merecía la pena", cuenta Jiménez.
Unos objetivos prometedores
Si bien Almería es famosa por su agricultura o su turismo de sol y playa, nadie piensa en nuestra provincia por ser un referente tecnológico. Esto es lo que el equipo de AlmeríaTech busca cambiar. Para ello, crear comunidad es fundamental: "Queremos que la gente de Almería se conozca. Hay quien trabaja para Intel, otro de Volkswagen, otro de Open Bank... Son personas que trabajan desde su casa por distintas razones y que han terminado en Almería. Son muy buenos en lo suyo, pero no se conocen entre sí", relata el almeriense, quien añade que lo ideal sería que pudiesen intercambiar sus conocimientos.
"Si yo hago todos los días lo mismo en mi trabajo, puedo llegar a ser muy bueno en eso, pero si además voy a una charla donde otras personas me cuentan lo que hacen y por qué lo hacen, puedo agrandar y refinar mis conocimientos y aprender qué es trending ahora mismo", señala el almeriense. El fin último es lograr que la gente se quede en Almería en lugar de tener que irse a Madrid o a Barcelona a trabajar.
Activos y con ganas
Con una marca que ya empieza a ser conocida en otros lugares de Andalucía, AlmeríaTech -en funcionamiento desde febrero de 2024- desprende energía y ganas de extender su comunidad a través de talleres y enriquecedoras charlas. Se trata de ponencias dadas por personas que puedan aportar nuevas perspectivas sobre el ámbito tecnológico, después de las cuales se abre un tiempo de preguntas y de networking que para Jiménez es verdaderamente relevante: "Es un momento en el que pueden salir nuevos proyectos u oportunidades laborales".
El proceso para ser ponente se encuentra totalmente abierto. Todo aquel que quiera participar podrá hacer la petición a través de la página web de AlmeríaTech, donde se ha habilitado un call for paper. Al respecto, el equipo asegura que en AlmeríaTech todo el mundo es bienvenido. Adrián Alonso reconoce que reciben “un aluvión de propuestas”, pero que “todas son tenidas en cuenta” y que “podrían tener cabida” en su programación en un futuro.
Por su parte, Antonio matiza que les gustaría que más que centrarse en vender un producto, los ponentes también expliquen “cómo han hecho su empresa, cuáles han sido sus dificultades o cómo se han enfrentado a sus clientes", ya que dicha exposición enriquece la experiencia tanto de los espectadores como del propio ponente, quien muchas veces se estrena con AlmeríaTech en esta oportunidad de cara al público.
Para la persona que da la conferencia puede llegar a ser muy beneficioso, puesto que “prácticamente todos los eventos luego se comparten en YouTube y en redes sociales”, explica Samantha Montaña, para después añadir que han tenido la suerte “de contar con gente que ha venido desde otras ciudades como Murcia o Madrid” exclusivamente para participar. También procedentes de otro lugar serán las personas que den la siguiente charla -Martyna Jakubowska e Izabela Chelminiak (de mente.io), que tendrá lugar en noviembre en La Cuarta Planta y que será su primer evento en inglés, avanza.
Son eventos gratuitos organizados hasta ahora en lugares como la mencionada Cuarta Planta, Clasijazz, La Guajira o El Terrao; todos ellos locales que les han cedido las instalaciones sin pedir una compensación económica: "Aun así, es un win-win, porque nosotros les llevamos a 60 o 70 personas, hay veces que incluso han llegado a 100, que consumen bebidas, refrescos, cervezas...", relata el almeriense.
La iniciativa ha reunido ya a una gran cantidad de almerienses entusiasmados con la idea, pero no solo eso, sino que también ha llegado a público de otras partes de España. Para incentivar aún más dicha comunidad, AlmeríaTech ha empezado a colaborar con distintos espacios de coworking repartidos por puntos emblemáticos de la ciudad, como Workspace o Wood Work; lugares que también han cedido sus instalaciones para charlas y talleres. Como indica uno de sus fundadores, esto no ha hecho más que empezar.
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