“Sufrí una trombosis venosa profunda, pero yo nunca tiro la toalla”

Los futboleros de Almería y provincia seguro que lo conocen. Ha recorrido varios equipos, salió de su tierra natal, regresó y ahora comparte el deporte con su trabajo de vigilante de seguridad. Javier Ibáñez Beltrán, más conocido en el mundillo del fútbol como Beltrán, nació en la capital el 8 de febrero de 1988. Hizo parvulitos en El Milagro y después pasó al Colegio La Salle, donde permaneció hasta que terminó Bachillerato, y más tarde en la Universidad, donde optó por la carrera de Magisterio en Educación Física. Actualmente tiene 36 años y desde hace siete trabaja como vigilante de seguridad. Gracias a los horarios lo puede compatibilizar con los veteranos de la UD Roquetas y UD Almería.

En cuanto a su vida futbolística, desde 1995 a 2002 dio los primeros toques al balón en La Salle en fútbol sala, donde consiguió en infantiles el título de Liga. En la Copa, el Oriente, con Diego Capel en sus filas, le privó del campeonato. Más tarde llegarían a la final de Andalucía, donde Capel les hizo 11 goles y perdieron 15-5.

Fue llamado por Migueli para la Selección de Almería y disputó el Campeonato de Andalucía celebrado en Córdoba, consiguiendo el título de campeón. Tras la experiencia en pista, Beltrán dudaba entre continuar firmando en un club de superior categoría o pasar a fútbol en campo grande. Entonces, desde 2002 a 2004 perteneció a Los Ángeles en cadetes. En Preferente tuvo de técnico a Carlos Garcés, y en Autonómico a José Castillo. De 2004 a 2007 firmó en los Juveniles del CD Oriente en Liga Nacional, donde Manolo Gil era el míster. El 30 de abril de 2006, fue convocado por el sénior en Regional Preferente que se jugaba el ascenso a Primera Andaluza contra la Venta del Pobre. Salió en la segunda mitad con 2-3, y con tres menos en el campo. En los últimos compases remontaron y subieron a Andaluza. Beltrán aún era juvenil. 

En diciembre de 2006 fue a probar una semana con el Villarreal, que llevaba tiempo fijándose en él. En el club "me daban largas, pedían dinero, y entonces vinieron personalmente y se hizo de esta forma. Acordé quedarme hasta final de campaña para subir a División de Honor y después ir al Villarreal B, pero como subió a Segunda B, me hicieron ficha en el C, que militaba en Tercera".

En la 2007-2008 trabajó con Alejandro López Ufarte, campaña que fue difícil porque tuvo varias lesiones y no debutaría hasta diciembre. Al finalizar el curso liguero, le quedaban tres años más de contrato, que no cumpliría al pedir la carta de libertad amistosamente. De vuelta a Almería, "gente del fútbol y entrenadores inventaron cosas falsas y me cerraron las puertas de varios equipos".

El CD Roquetas, recién ascendido a Segunda B, le dio la oportunidad de probar en pretemporada. Convenció a Ramón Florit y firmó. Hasta 2012 en el conjunto roquetero, todos ellos en la categoría de bronce, hasta la desaparición por motivos económicos. En este tiempo, también aprendió de Esteban Navarro, Pepe Callejón y José Ortega. Luego firmaría por el Español del Alquián, se proclamó campeón de España con la Universidad de Almería y dos veces subcampeón de Europa, para también pasar por Pavía, Polideportivo Almería y CD Oriente.

En 2020 la vida le dio un gran susto. “En noviembre de ese año me dio una trombosis venosa profunda, afectándome al pecho y al brazo derecho, pasando la peor época de mi vida y por la que me operaron dos veces en el PTS de Granada. No pude volver a jugar al fútbol en un año y seis meses”, cuenta Beltrán. En 2021 dio un paso más en su carrera deportiva, debutando con los veteranos del Almería ganando 0-3 al Granada y marcando un gol. A partir de entonces militaría en el Plus Ultra, hasta que en 2022 debutó con la UD Roquetas en el Campeonato de España. Cayeron en la gran final por penaltis. También es uno de los ‘fijos’ en las fases finales que organiza la Asociación. 

“Con el tiempo aprendes que las derrotas te hacen más fuerte y valoras más las victorias, y yo me siento orgulloso de lo que conseguí en mi vida porque nadie me ha regalado nada”, señala Beltrán. “Muchas veces en el fútbol no me sentí valorado o no me dieron las oportunidades que me gané con mi trabajo y esfuerzo. Nunca tiré la toalla y siempre confié en mí aunque las circunstancias y los imprevistos (lesiones) hacen que decaigas muchas veces. Por eso hay que levantarse y sobreponerse a las adversidades, porque la vida es superarse día a día”, recuerda el futbolista.

“Siempre habrá comentarios malos, envidias o gente que no desea tu bien, pero tu céntrate en ti y en seguir tu camino, eso solo son baches en el camino. El fútbol me ha dado mucho, aunque también me ha quitado, pero el balance es positivo. Yo adoro jugar y competir. Doy gracias a día de hoy por seguir jugando y espero poder seguir así más años”, finaliza emocionado el almeriense.