Casi 200 profesionales sanitarios están pendientes en el área de Urgencias de Torrecárdenas de atender el incremento de demanda asistencial que desde hace un par de semanas supera los trescientos pacientes diarios. La mayoría acude al hospital con cuadros catarrales y también gripe. Un virus, este último, que se espera alcance esta semana la tasa de 232,9 casos por cien mil habitantes. Es decir, que ha superado, con creces, el umbral de epidemia.
Tanto el número de afectados por gripe como por otros virus ha colapsado Atención Primaria y, por extensión, los servicios de las Urgencias hospitalarias. En el caso de Torrecárdenas, se ha pasado a atender una media de 280 adultos diarios en Urgencias a más de 365, que fueron los que entraron por la puerta del servicio el lunes de la semana pasada aumentando los tiempos de espera y, por ende, las quejas de los ciudadanos.
Y eso, que el Plan de Alta Frecuentación llevaba activado en Torrecárdenas desde antes de Navidad. El problema es que mantiene tres fases en función del incremento de la demanda y en esta ocasión se ha pasado de la fase una (incremento del 10% de la demanda) a la fase tres (más del 25% de aumento de pacientes) sin etapa intermedia. Aún así, el refuerzo a la hora de agilizar la disponibilidad de camas y también la derivación de cada paciente a la unidad médica específica para su caso concreto ha permitido que los usuarios sean diagnosticados y tratados por el servicio correspondiente aun cuando sigan en las salas de Observación de Urgencias, explica el responsable de la unidad, Antonio Duarte.
Todo el personal en activo Duarte es uno de los 36 médicos que atienden las Urgencias en Torrecárdenas y responsable de un servicio en el que son más de 90 los enfermeros que trabajan en atención directa al paciente. Precisamente, la organización de libranzas evita que los sanitarios de esta unidad tomen vacaciones o días libres en los momentos de Alta Frecuentación. Un plan que supone, entre otras medidas, la apertura de una segunda sala de Observación que viene a incrementar el número de profesionales de Enfermería.
También ha quedado abierta una planta que en el hospital de la Cruz Roja se mantiene reservada para estos casos, explican responsables de la delegación territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.
El objetivo del Plan de Alta Frecuentación es el de agilizar la respuesta sanitaria ante un incremento de demanda asistencial. Aumento que se ha dado especialmente, entre personas con patologías crónicas o de edad avanzada a las que, el virus catarral o la gripe “desestabilizan” y requieren hospitalización.
Ingresan uno de cada diez A pesar del aumento de pacientes en Urgencias, el porcentaje de ingresos se ha mantenido entre el 12 y el 13 por ciento del total de los que pasan por el servicio, asegura Antonio Duarte, que reconoce, por otra parte, cómo cuatro de cada diez casos vistos en Urgencias bien podrían haberse resuelto en Atención Primaria. Un porcentaje, este último, que se mantiene a lo largo de todo el año.
Recomienda, por tanto, a las personas sanas (sin patologías previas o que no padecen ninguna enfermedad crónica) que opten por el médico de cabecera antes que por las Urgencias ante un cuadro viral o catarral, “salvo, claro está, que observen cualquier síntoma de alarma”.
Gripe con náuseas y vómitos La gripe que está circulando esta temporada viene acompañada de náuseas y vómitos, además de fiebre y malestar general. Así vienen a confirmarlo los datos que han obtenido los servicios epidemiológicos de provincias que, como Granada, han alcanzado ya una elevada tasa de afectados.
El responsable del área de Urgencias del Hospital Torrecárdenas, Antonio Duarte, explica que el virus de la gripe A, actualmente en circulación, será “más leve” que el de años anteriores cuando llegó con gran fuerza y provocó cierta alarma. Claro que no es el único virus que circula, también lo está haciendo el de la gripe convencional, o gripe B, que sí que presenta mayor afectación catarral de vías altas y llega con mayor dolor muscular.
La vacuna que se ha administrado este año ha vuelto a ser un combinado de los dos virus, A y B, de modo que quienes se han vacunado este 2014 estarían más protegidos frente a estos procesos gripales y, si bien no están exentos de librarse del contagio al cien por cien, sí que los síntomas que padecerán serán más leves.
Y si la medida de prevención por excelencia es la vacuna, también lo es extremas las medidas de higiene. El lavado frecuente de manos es uno de los elementos que esgrimen los sanitarios para evitar contagios y es que los virus se transmiten por contacto. Igualmente, se recomienda “cierto cuidado a la hora de toser y estornudar, cuando conviene taparse la boca”, indica Duarte que recuerda cómo los síntomas de la gripe afectan a todo el cuerpo.
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