Lourdes Molina: "Es lamentable que en cinco años no esté ya el Caso Poniente"

Está contenta. Sobre la mesa atesora decenas de afectuosas cartas de felicitación. El día de la entrevista había recibido otra más formal pero no menos satisfactoria. El CGPJ  argumentaba por qué le renovaba en el cargo:  “por su eficaz gestión” en el anterior mandato.

Le salió contrincante en su primera reelección, algo no habitual. ¿Temió no ser reelegida?
Hasta el último momento no se sabe. Y no me parece mal que se presentara otra persona. Es más meritorio si hay contienda. No lo tomo a mal.

¿Le ha felicitado Luis Columna   [el otro candidato]?
Sí, y me ha mostrado su apoyo. Cada uno tenemos un cargo diferente. Él hace su labor como juez decano, y muy bien, por cierto. 

¿Qué ha aportado usted al estilo de desempeñar el  cargo?
Soy bastante natural, y el cargo supone la proyección de la personalidad de cada uno. No he tenido que hacer ningún esfuerzo por ser cercana a los ciudadanos y a los operadores jurídicos porque yo soy así. Entiendo que es necesario en las personas que ostentamos un cargo. 

¿Esa cualidad la entiende todo el mundo? Chocaron algunas de sus actuaciones como presidenta, por ejemplo, que organizara fiestas. ¿Se arrepiente de algo?
En absoluto. Con todos los respetos y con todos los malentendidos que haya podido haber, pienso seguir celebrándolas. Estamos en Andalucía y en la idiosincrasia de los andaluces no hay que explicar lo que es una fiesta. Es un punto de relación con las personas más próximas.

Dígame algunos mitos sobre los jueces que deban ser desterrados.
Somos miembros de un poder del Estado y eso supone una responsabilidad tremenda. De hecho, con lo que está cayendo en este país, creo que el Poder Judicial es lo único que se está salvando. Pero eso no desdice que los jueces somos personas, que vivimos en la realidad, y debemos conocer las circunstancias que nos rodean para aplicar las leyes.

O sea, que no es bueno un juez burbuja...
...ni un juez estrella, eso sería la idea de un juez del siglo XIX,   que no conoce ni a su vecino, ni sabe que hay que pagar el alquiler, cuánto vale una barra de pan, dónde se toman las mejores tapas de Almería, y eso, si no sale uno a la calle, no lo sabe.

Si esto fuera otro tipo de entrevista, le preguntaría cuánto vale una barra de pan.
Lo sé. Lo compro todos los días.

Dígame, ¿a qué altura ha estado la administración de Justicia en estos difíciles años de crisis?
Las personas que trabajamos en la Administración de Justicia, y hablo de todos, secretarios, funcionarios, fiscales, tenemos un compromiso personal. Eso no ocurre en otros sectores de la Administración.

Me refiero más bien a si los jueces han tenido más sensibilidad social en algunos asuntos que el poder legislativo.
En eso estoy completamente de acuerdo. Creo que las sentencias han provocado un mayor avance social que las leyes. Incluso han provocado en alguna medida que se modifiquen las leyes de este país.

Y a partir de ahora… usted presentó un proyecto de trabajo para la reelección.  ¿En qué consiste?
Centro mi proyecto principal en la provincia, que todavía tiene muchas carencias. Por ejemplo, los juzgados mixtos que llevan la competencia de Violencia sobre la mujer están sobrecargados y se puede evitar ya con un coste cero. ¿Cómo? Con la comarcalización. Eso supondría que en Levante y en Poniente habría uno o dos juzgados que tratarían en exclusiva esta competencia. También he propuesto una agrupación de los servicios comunes (notificaciones, IML) en los partidos judiciales de la provincia, y crear dos grandes zonas, una zona de Poniente y una zona de Levante. Los dos partidos del Norte, Vélez Rubio y Purchena, deberían estar agrupados. Y Huércal Overa y Vera también. Pero los partidos siguen donde están y las sedes judiciales donde están.

Los ayuntamientos mostraron una oposición feroz a que se eliminaran partidos judiciales.
Y llevaban razón. Por eso mi proyecto no supone supresión de sedes judiciales, sino, al contrario, optimizar recursos comunes. Por ejemplo, El Ejido tiene toda la dotación posible, y Roquetas, con la misma problemática, no es de recibo que esté en inferioridad. Algo similar ocurre en Vera respecto a Huércal Overa. Esos desequilibrios pueden evitarse y a coste cero.

En algunos de esos sitios los jueces no duran …. ¿tan malos destinos son?
Las soluciones están sobre la mesa ya y, en tanto se crean los órganos necesarios, pasan por mantener los refuerzos que ya existen. En el caso de Vera, llevan funcionando más de dos años, y se va notando. Algo parecido va a ocurrir con Roquetas, dentro de un mes va a haber dos refuerzos. Por mi parte también hay otra propuesta, y es la creación de la categoría de magistrados en Roquetas y El Ejido. Es imprescindible, daría una gran estabilidad a la plantilla.

¿Y cuáles son sus prioridades?
En la Audiencia, después del verano las tres  secLas  prioridades yo ya no me las puedo marcar.  Para que lo refuerzos funcionen correctamente, es necesario que también la Consejería de Justicia ponga de su parte. Es decir, que se nombre los funcionarios que son necesarios para que esos refuerzos se hagan efectivos, porque un juez solo no puede llevar a cabo esta reforma.

Estamos asistiendo en Almería a muchas imputaciones relacionadas con el ejercicio de cargos públicos. ¿Prima la corrupción o la sensación de impunidad?
Almería no la considero un sitio que destaque especialmente por la corrupción. Entiendo que se han dado las mismas  circunstancias de cualquier zona costera, con el boom económico de la construcción. Se ha podido dar, quizá sí, puna sensación de impunidad. Pero no quiero yo destacar esa faceta de Almería, porque no la veo así.

O sea, que no considera esta una provincia difícil para ser juez.
Creo que no. Aquí las dificultades vienen por la escasez de medios, no por otra cosa. Hombre, hay algunos temas de corrupción que todavía no están resueltos que evidentemente son complejos y dificultosos. Cuando hay un procedimiento donde hay implicados 70 u 80 personas, eso dificulta las cosas. Si encima de la carga que normalmente llevamos aparece un asunto de ese tipo, esto supone una carga adicional para toda la gente del juzgado.

Que un asunto tarde en instruirse cinco años da la sensación de que no es Justicia.
A mí me preocupa especialmente que el caso Poniente todavía no haya concluido la instrucción. Este asunto empezó cuando yo llegué aquí, en 2009. Es lamentable que en cinco años todavía no haya concluido esa instrucción, da una sensación de dejadez total y absoluta que hay que evitar a toda costa. Yo no culpabilizo a nadie de esta situación, pero no nos beneficia a ninguna de las personas que trabajamos en la Administración de Justicia ver que hay casos que aún no han llegado a la fase de enjuiciamiento.  Hay que agilizarlo como sea porque el ciudadano tiene derecho a que se resuelvan estas cuestiones, y las personas implicadas también.

¿Qué opina de la prisión permanente revisable?
Prefiero no opinar.

Ley del Aborto
No considero mal que se necesite la autorización de los padres.