El Ayuntamiento de Almería acude a los Juzgados a denunciar los vertidos ilegales de aguas fecales por parte de diferentes municipios al río Andarax. Una situación que obliga a los almerienses de la capital a sufrir mosquitos y malos olores, además de otras situaciones que atentan contra la salud pública. Y antes de que ocurra una desgracia, el equipo municipal de gobierno entiende que hay que actuar.
El portavoz municipal Carlos Sánchez ha asegurado que Almería es el único Ayuntamiento que cumple con la norma y no entiende por qué sus ciudadanos tienen que "soportar la mierda de otros". "Estamos hartos", ha asegurado de forma contundente.
Niños que juegan en el agua encharcada a la altura de El Puche, pastores que cruzan el río con animales que beben aguas fecales y plaga de mosquitos, además de malos olores completan un último informe de Policía Local que ha desatado las alarmas en el Ayuntamiento. Se trata de un informe que será remitido al Juzgado de guardia donde se notificarán las denuncias que desde 2008 viene haciendo el Ayuntamiento de Almería a Medio Ambiente, Salud Pública y el Gobierno de la Junta.
El retraso en las obras de la depuradora están detrás de esta situación. Un retraso que no se solventará de forma inmediata, sino que, "siendo positivos, tardarán en finalizarse unos dos meses. Habrá que tener otros seis meses más a prueba la instalación", así que Medio Ambiente "no puede respaldarse diciendo que quien quieran puede conectarse ya porque no es cierto", ha insistido Sánchez.
La situación ha llegado a tal punto que el Ayuntamiento de Almería no quiere ni puede mirar siglas políticas. "El Ayuntamiento que inclumpla, tendrá que se sancionado", dice.
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