Es uno de lo ediles más jóvenes. Tras cuatro años dedicado en cuerpo y alma a la Cultura pasa a ser el hombre fuerte del Gobierno. Elegido por su talante y su talento, Ramón Fernández-Pacheco llega a Urbanismo.
¿Sorprendido?
Sorprendido relativamente. Esperaba en el nuevo equipo de Gobierno el tener más responsabilidad de la que había tenido hasta ahora pero desde luego cuando recibí la llamada del alcalde me sorprendió gratamente.
¿A quién se lo dijo primero?
Pues a nadie hasta que el alcalde lo hizo público. La siguiente persona que se enteró fue porque Luis Rogelio lo dijo.
Es leal hasta para mantener un secreto así.
Después de que te dicen algo así y te piden que no se lo comentes a nadie sería de ser muy tonto traicionarle en la primera de cambio.
Hay quien le pone de delfín. ¿Está practicando el idioma?
En absoluto. Ni aspiro a serlo ni me veo como tal.
Pero puede llegar.
Puede llegar como puede llegar a cualquiera. Yo creo que todos los que están en la teoría de que Luis Rogelio está en retirada ni conocen a Luis ni conocen la situación del Ayuntamiento. Luis Rogelio ha vuelto a ser el candidato más votado en Almería y creo que se ha presentado a las elecciones para ser cuatro años alcalde.
¿Y dentro de cuatro años?
Quedan cuatro años.
Dicen que cumple los cánones para ser el relevo. Es usted joven, por tanto es una renovación, y es hombre de Luis Rogelio y de partido.
La edad tiene poca opinión, nací en 1983. Respecto a lo otro, a veces hay quien plantea que no se puede ser leal a todo el mundo. Yo soy leal a quien creo que tengo que serlo. Por supuesto a Luis Rogelio lo primero porque a nivel profesional, desde lo personal, se lo debo todo, y por supuesto al partido también. Pero es que Luis Rogelio a su vez es un hombre de partido, más hombre del PP que él que ha sido presidente, secretario general, parlamentario, presidente de Diputación, alcalde, senador, si dicen que no es hombre de partido....
¿Le toca bailar con la más fea? Ser portavoz en esta Corporación es una gran responsabilidad.
Sí, pero supongo que el alcalde habrá visto en mi esa capacidad. A mi el reto no me preocupa demasiado, siempre me he entendido bien con todo el mundo. Estoy convencido de que habrá diálogo por lo poco que conozco a Juan Carlos Pérez Navas, a Rafael Esteban lo conozco mejor y durante cuatro años he tenido una relación excepcional con él, a Miguel Cazorla lo conozco menos también.
No habrá consenso en todo, no se está a veces dentro del propio equipo de Gobierno y tenemos nuestras reflexiones internas y se toman decisiones oyendo a todos. Parto de la base de que todos vamos a ser leales con lo único que debemos, que es con Almería y los almerienses pues siempre que las decisiones sean buenas para la ciudad, entiendo que no va a haber problema.
Parece una buena declaración de intenciones.
La forma de trabajar en el Ayuntamiento tiene que cambiar, es evidente. Nuestra manera de concebir la acción de gobierno tiene que ser diferente, ya no sólo depende de lo que nosotros pensemos sino que cuenta de manera definitiva y decisoria lo que piensen los demás también. Ya en la pasada Corporación eran muchos los puntos aprobados por unanimidad.
Uno de los temas más controvertidos ha sido el PGOU y ahora depende de usted. Cuando responda la Junta de Andalucía se reabrirá el debate.
El Plan General está ahora mismo en Sevilla. Se está informando y presumo que faltan unos cuantos meses para que respondan. Cuando lleguen los informes hablaremos según sean. Si son positivos por la Junta sería absurdo volver a revisarlo, si tiene problemas que requieren una revisión del mismo, pues no hay problema y nos sentamos a hablar.
Entre los proyectos que el alcalde marcó como prioritarios, y que se supone que tiene que pactar el cómo con la oposición, están muchos de su área. Dícese puerto-ciudad, soterramiento del paso a nivel de El Puche, la biblioteca...
Estoy aterrizando en el área pero hay proyectos importantes de ciudad que sin duda van a suscitar el debate, no solo en la Corporación municipal sino también en la calle, y los nuevos tiempos marcan que habrá que sentarse a hablar. Pero por ejemplo, en el puerto-ciudad estoy convencido que nadie que quiera Almería va a estar en contra de integrar el puerto en la ciudad. Al final eso es lo importante, que el punto de partida lo tengamos todos claro. Habrá que ver cómo lo hacemos, y si hay que hacer una consulta participativa para que la gente opine, se hará.
En el puerto ciudad habrá que hablar con los arquitectos, con los ingenieros, con los que viven allí, con el puerto, con los que quieren usar el puerto desde un punto de vista comercial, con los que quieren exportar, los que quieren instaurar un negocio allí.
Uno de sus mayores problemas va a ser la tan traída fusión de Almería XXI y Emisa.
Nadie dijo que fuera fácil. Yo llevo cuatro años como consejero de Emisa y todo se puede hacer porque el Ayuntamiento tiene unos técnicos estupendos. No es la primera sociedad mercantil que se disuelve.
¿Barrio Alto seguirá siendo una prioridad?
El Barrio Alto necesitaba la actuación que ya se ha realizado, era evidente y nadie puede discutirlo. Y que hay que seguir mejorando este barrio, es algo que nadie va a discutirlo. Lo que toca es ponerse de acuerdo en cómo actuar y no tengo ningún problema en sentarme con los tres y hablar.
Está pendiente cerrar con la administración central el paseo marítimo y la estación del ferrocarril, cuyo borradores de convenio no convencieron.
Seré igual o más beligerante con el Gobierno central de lo que lo han sido mis antecesores en el cargo. Lo primero es Almería. Yo que he sido concejal de Cultura tengo muy claro la potencialidad que tiene la estación de ferrocarril.
En Cultura hemos hecho estudios que demuestran que cada euro que se invierte en la recuperación del Patrimonio revierte a la ciudad multiplicando por cuatro la cantidad invertida. La estación de Renfe es el edificio más bonito de la ciudad, es el único que puesto en cualquier ciudad de España sería una referencia y no podemos permitirnos que siga así.
Lo que no podemos hacer tampoco es hipotecar al Ayuntamiento. Hay políticos que tienen cierta facilidad para prometer lo que son conscientes que nunca van a poder hacer y más teniendo en cuenta lo restrictivas que son las leyes ahora con respecto al dinero, a nosotros no nos queda más remedio que seguir pidiendo.
¿Irá a Madrid a pedir?
Iré a Madrid todas las veces que haga falta. Creo que el alcalde sea senador ayuda y me remito a lo conseguido para Almería del Gobierno central en los últimos cuatro años. Y si hay que ir a Madrid los cuatro portavoces,pues lo haremos.
¿Cerrará la negociación de la cesión del Teatro Cervantes?
La negociación está prácticamente cerrada ya, pero por responsabilidad entendíamos que en el periodo en el que estábamos en funciones en nuestros cargos no era lo oportuno hacerlo porque podría haber cambiado el gobierno, y lo respetuoso, elegante y lo que a mi me gustaría que hubieran hecho conmigo es que un proyecto de tal magnitud la tome el equipo entrante y no el saliente. Una vez que nos asentemos en nuestras diferentes responsabilidades y da igual si lo cierro yo o lo hace Ana Martínez Labella, o el alcalde, el acuerdo con el Círculo es prácticamente total.
¿Habrá alguna pega del resto de formaciones?
Se hablará con todos pero el acuerdo alcanzado es bueno para todos y cuando se lo expliquemos no creo que haya problemas.
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