Llega la Almería de dos ruedas

En esta primera quincena del mes de septiembre la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía culminará los trabajos de creación y puesta en marcha del carril bici en la ciudad.  Según el delegado provincial del área, Joaquín Jiménez, “a día de hoy el nivel de ejecución de obra pública se encuentra entre el 80 y 90%  lo que permitirá, en el caso de la capital, que en breve la obra sea entregada y puesta a disposición del Ayuntamiento de Almería”. 

La inversión total de la actuación, enmarcada en el Plan Andaluz de la Bicicleta (PAB) por parte de la Consejería ha rondado  los 5 millones de euros de los que unos 2,1 millones se han destinado al  proyecto del levante y unos 2,7 millones en el de poniente, “facilitando, por tanto, la vertebración de los principales ejes de comunicación norte/sur y este/oeste”, subrayó el delegado. 

Con esta apuesta, Jiménez confía en “estimular la movilidad alternativa en la ciudad”  de hecho, en los cálculos realizados por la institución autonómica prevén  una media de 24.900 desplazamientos diarios en bicicleta, de los cuales 7.400 serán restados directamente al transporte en coche lo que se traduce en que la ciudad de Almería dejaría de emitir un total de 2.360 toneladas de CO2 al año. 

Obstáculos
No ha sido fácil el diseño y puesta en marcha del PAB. Desde que comenzaran las obras han sido muchos los obstáculos que desde las administraciones se han debido superar. Ha habido que casar los intereses de quienes reclaman el uso de la bicicleta, de peatones y de quienes reivindican el  vehículo a motor.

El Ayuntamiento y la Junta, a través de la comisión de seguimiento del desarrollo del plan,  tuvieron que hacer frente a varios hechos significativos, entre ellos las quejas vecinales por el trazado en la c/San Juan Bosco que llevaron a su modificación inicial pese a la presión ejercida por un total de siete colectivos en defensa de la movilidad sostenible (‘Doble Fila’, ‘Al Pedal’,  ‘Podemos’, ‘Equo’,  Ecologistas en Acción, la Asociación de Amigos del Parque Natural ‘Cabo de Gata- Níjar’ y ‘Salvemos La Molineta’) quienes abogaban por la no modificación de los proyectos. Otra de las quejas suscitadas ha tenido como protagonista las llamadas zonas de carril mixto, es decir, aquellas en las que comparten tránsito bicicleta y peatón y que, desde algunos colectivos, se han tildado de peligrosas. Durante el desarrollo de los propios trabajos se han ido ejecutando mejoras como el rebaje de bordillos o la colocación de bolardos para señalar los pasos de cebras o bien evitar que los vehículos accedan al carril. 

El revuelo ciudadano llevó incluso a que el alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez, protagonizara un episodio cuanto menos inédito; hizo 16 km por los carriles disfrazado para poder comprobar in situ, la situación de los mismos. 

Y es que el cambio de mentalidad en los ciudadanos es problablemente la barrera más difícil de derribar. 

Nuevos retos 
1. Reorganización ROA 
Los 35 kilómetros totales de carril bici han supuesto la eliminación de un total de 300 plazas de aparcamiento. Desde el Ayuntamiento, entienden que es una cifra asumible atendiendo al número de estacionamientos subterráneos. Esta nueva situación repercute también en la concesión administrativa del ROA, que ahora deberá reorganizar sus zonas. 

2. Ordenanza municipal 
La Concejalía de Seguridad y Movilidad asumirá la creación de un reglamento u ordenanza que regule los usos del carril bici y que determine las posibles sanciones ante sus incumplimientos. 

3. Alquiler de bicicletas 
Sería el paso lógico a la creación de una red de comunicación para las dos ruedas. Tanto el Ayuntamiento como la Junta de Andalucía ya están estudiando el funcionamiento de esta fórmula en otras ciudades.  Aquí tuvo una prueba, sin éxito, impulsada por la Diputación Provincial y la Universidad.