Diez millones de inversión en edificios penitenciarios cerrados y sin estrenar

La falta de presupuesto impide abrir el CIS, cerrado desde hace dos años, y los módulos de El Acebuche

CENTRO de inserción social, en una imagen de julio de 2013
CENTRO de inserción social, en una imagen de julio de 2013
Javier Pajarón
11:52 • 09 sept. 2015

El Ministerio del Interior se lanzó a la aventura de la modernización de las infraestructuras penitenciarias en la provincia de Almería, aun cuando la crisis daba sus primeros pasos y los presupuestos sufrían la merma de la austeridad. Las necesidades de El Acebuche, la segunda prisión más antigua de Andalucía, bien valían el esfuerzo. Sin embargo, años después del comienzo de las obras, coordinadas por la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP), los proyectos están congelados, antes incluso de haberse estrenado.




Se trata fundamentalmente del Centro de Inserción Social (CIS), levantado en el Polígono Sector 20, junto a El Puche, y los cuatro nuevos módulos en el patio este de El Acebuche. Ambas infraestructuras suman una inversión pública que ronda los 10 millones de euros, según sus proyectos iniciales. 




Los edificios están levantados y terminados, pero las limitaciones presupuestarias para la dotación de personal frenan la apertura de sus puertas y hacen inútiles sus 13.000 metros cuadrados de celdas, talleres, oficinas, bibliotecas, lavanderías y almacenes.




Terceros grados
El caso del CIS es el más llamativo. Su construcción se anunció a mediados del año 2008, en una parcela del Polígono Sector 20 cercana a la Ciudad del Taxi y las instalaciones de Urbaser. Su objetivo era ofrecer un espacio para reclusos en tercer grado, cercanos a la libertad, que sirviera como centro de formación para el empleo y recibiera a los internos prácticamente sólo para dormir. De este modo, El Acebuche oxigenaría su tasa de hacinamiento y liberaría espacio.




Las obras comenzaron en 2011 y están finalizadas desde verano de 2013. Dos años sin actividad, en la práctica, y ni un sólo recluso atendido en las instalaciones. 




Más aún, los Presupuestos Generales de 2016 tampoco contemplan la necesaria dotación de personal para la apertura. En una comparecencia en el Congreso de los Diputados a finales de agosto, el presidente de SIEP, Andreu Bassas, anunció 1,1 millones de euros a repartir entre el CIS de Ceuta, el CIS de Almería, el CIS de Las Palmas y el CIS de Valencia. Para Almería se reseñaba una dotación destinada a equipamiento, pero no para aumentar el personal.
De hecho, el propio secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, reconoció en un encuentro en Almería que la apertura del CIS estaba supeditada a la plantilla disponible. Sin presupuesto no habrá, de momento, centro de inserción social.




Más espacio
Un situación similar viven los cuatro nuevos módulos construidos en El Acebuche. Constituyen un obra vanguardista y dan un salto cualitativo para la cárcel con más espacio para los internos y mejores condiciones de seguridad. Sin embargo, van camino de un año terminados y todavía no están en funcionamiento.




SIEP, a diferencia del caso del CIS, da la obra por terminada, según su propia página web. Sin embargo, todavía no están disponibles las instalaciones para el uso de El Acebuche y el edificio de tres plantas, visible perfectamente desde la autovía, espera vacío la autorización de Instituciones Penitenciarias para abrir sus puertas. 



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