El alimento del futuro: los cuatro insectos que se pueden comer

Su alto contenido en proteínas hace de ellos un alimento de lo más nutritivo

Los insectos son una fuente de proteínas y lípidos para la industria agroalimentaria
Los insectos son una fuente de proteínas y lípidos para la industria agroalimentaria La Voz
Jaime Molero
10:16 • 14 jul. 2022 / actualizado a las 12:01 • 14 jul. 2022

Las propiedades nutritivas y el bajo impacto ecológico y económico hacen de los insectos uno de los alimentos del futuro en nuestra dieta. Actualmente, ya se pueden encontrar en algunos supermercados, pero sobre todo en los países asiáticos es un indispensable en la cesta de la compra. A pesar de la repulsión que le pueda causar a algunos, la autorización y la comercialización de insectos ya es un hecho, pues entró en vigor en 2018 con el Reglamento de nuevos alimentos.



Estos insectos se denominan en la comercialización 'nuevos alimentos', de esta manera cualquier operador que desee comercializarlos deberá presentar una solicitud para incluirlos como tal. Se puede comercializar si el insecto ha formado parte de la dieta tradicional de otro país durante al menos 25 años o, si el insecto no cumple este requisito, siguiendo el procedimiento de autorización de nuevo alimento. Desde la entrada en vigor del citado reglamento de nuevos alimentos, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha estado recibiendo un gran volumen de solicitudes. 






Cuatro insectos seguros para el consumo humano


La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha realizado, en uno de sus estudios, una lista de los insectos que la Comisión Europea ha permitido de cara al consumo e ingesta humana. Cuatro insectos que en breve podrán estar disponibles en nuestros supermercados e incluso en nuestros platos.






1. Gusano de la harina (Tenebrio molitor).




Este fue el primer insecto que fue aprobado para el consumo humano, concretamente en mayo de 2021, aunque el gusano amarillo de harina ya se utilizaba con anterioridad para el consumo humano. La ingesta de este insecto se destina a ser consumido como insecto entero y desecado en forma de aperitivo o, también como un ingrediente más para otros productos más elaborados.


2. Langosta migratoria (Locusta migratoria).


La langosta migratoria es el segundo insecto aprobado, en noviembre de 2021. En este caso, se destina al consumo en forma de congelado, seco y en polvo.


3. Grillo doméstico (Acheta domesticus).


Muy recientemente fue la autorización del consumo de este insecto por la Unión Europea, en febrero de 2022. Al igual que el gusano de la harina, puede ser consumido en seco como aperitivo o como ingrediente en forma de polvo. 


4. Larvas de escarabajo (Alphitobius diaperinus).


La EFSA ha emitido una evaluación positiva de estas larvas en julio de 2022, aunque advierte que puede causar alguna que otra reacción alérgica, al igual que puede ocurrir con otros insectos ya autorizados. Se ha evaluado la seguridad de consumo de las preparaciones congeladas y liofilizadas (proceso de deshidratación para conservar un alimento) que serían ingeridas como un ingrediente más para otros productos, como pasta o cereales. Al ser un alimento considerado como seguro, se espera que en los próximos años la Comisión Europea autorice su venta.


Cuidado con las alergias

Curiosamente, las etiquetas de los alimentos que han sido elaborados a partir de gusanos de la harina o langostas deben indicar que estos alimentos pueden llegar a causar algunas reacciones alérgicas en personas con alergias a crustáceos. Los datos de las reacciones alérgicas a los grillos aún no son concluyentes, por lo que de momento no se exige su indicación en la etiqueta. La relación de estas alergias con los alimentos viene dada por su alto contenido en proteínas, que hace que la EFSA deba evaluar el consumo de insectos en relación a las reacciones alérgicas.


Sin embargo, la EFSA sigue investigando la posibilidad del consumo de estos nuevos alimentos, en su último informe presentó los potenciales riegos biológicos y químicos junto con las alergias que se asocian a los insectos 'de granja'. Concluyen, además, con la necesidad de seguir investigando algunos aspectos que siguen generando incertidumbre. Será necesario, por tanto, para controlar los peligros microbiológicos, aplicar medidas correctas de higiene durante todas las fases de producción y comercialización. A su vez, los consumidores también tienen algunas responsabilidades para el consumo, deben seguir también unas medidas de higiene básicas para minimizar el riesgo de contaminación cruzada y que no proliferen microorganismos.


Temas relacionados

para ti

en destaque