Los desconocidos bosques almerienses producen 80.000 toneladas de madera

La sahariana Almería, descarnada de arbolado en la mayor parte de sus 8.774 kilómetros cuadrados, es capaz ya de producir 80.000 toneladas de madera y podría multiplicarlo por tres, uniendo también la umbría de Baza y Huétor-Santillán.
Este aprovechamiento forestal  almeriense se da casi exclusivamente en la zona de la Sierra de Los Filabres, Nacimiento y la mancha provincial de Sierra Nevada.

No es una actividad esencial para el PIB doméstico, ni se ha prestado nunca demasiada atención desde la Administración al recurso de los montes, pero ya hay una nómina de diez empresas que trabajan en la provincia en este sector y que proporcionan un centenar de empleos y cada vez es más frecuente ver camiones cargados con troncos por la rotonda de Pescadería que van camino de la exportación por barco a Francia y a Turquía.

Las empresas de este negocio, en Almería y Granada, se han puesto de acuerdo para crear la Asociación de Empresarios Forestales, en el seno de Asempal, que nace para la generación de empleo en zonas rurales y la sostenibilidad de la masa forestal. Su presidente, Miguel Expósito, gerente de Aserraderos Fiñañana, expresa que el sector tiene la necesidad de que la Administración andaluza habilite nuevo monte forestal suficiente para aprovechar los aprovechamientos selvícolas sin paradas estacionarias.

Las provincias de Almería y Granada suman 315.000 hectáreas de pinar, de los que más de la mitad necesitad eliminar la densidad mediante tratamientos de tala y selvicultura. La mayoría de estos bosques provienen de antiguas repoblaciones del Icona, de los años 50 y 60, que se ejecutaron con la previsión de recibir posteriores clareos y ajustes de densidad para evitar riesgos de incendios.

El principal uso de esta madera almeriense es para la fabricación de palets para las empresas agrícola, fábricas de aglomerado y como combustible vegetal (pellet).

Osos, lobos y extensos pinares
Hubo un tiempo en el que, además de un surtido de osos y lobos, la provincia, en manos islámicas, estaba provista de bosques impenetrables, que fueron desapareciendo. Son varias las razones con las que se especula para explicar esta aniquilación verde:  las talas abusivas para abastecer a los astilleros de la Armada Invencible a lo largo del siglo XVI y la actividad de los hornos mineros de Almagrera y Sierra de Gádor, que convirtieron en carbón sus grandes masas de arbolado, sobre todo de la Sierra de Cabrera.