Seis millones de piezas de cebolla amamantadas con esmero en el campo de Nijar salen cada año rumbo a Centroeuropa. Alemanes, ingleses, daneses y belgas se llevan para sus frías despensas, para sus proteicos caldos y guisos, esta variedad semidulce producida por la empresa Naturcharc, que crece blanca y morada muy cerca del lindero por donde pasó el escritor Goytisolo hace ahora 55 años.
Por esas fechas, ya andaba por allí el abuelo de los actuales productores, Manuel Giménez, seleccionando la simiente y recolectando los bulbos.
Después siguió su padre, el segundo Manuel Giménez, que adquirió hace cuatro décadas las tierras para las actuales cosechas: 71 hectáreas de regadío donde la familia campesina no solo recolecta esta planta que consumían hervida los gladiadores romanos, sino que también siembran apio, brócoli, calabaza y pimiento dulce en ecológico.
Lo complementan con plantaciones de pepino, tomate pera, calabacín, berenjena y ahora papaya, bajo invernadero, cuya producción, en un 90%, se vende en el exterior. 40 hectáreas se producen bajo plástico y 31 en cultivos de frutas y hortalizas al aire libre.
Los nietos
La tercera generación de Giménez, vinculados a la tierra donde nacieron son los hermanos Manuel, José y Javier, aún treintañeros, que han sabido combinar la tradición agrícola de sus antepasados con las nuevas técnicas de venta mediante líneas bio y comercialización directa a mayoristas y supermercados.
El tercer Manuel Giménez, como los Aurelianos Buendía de Macondo, es el gerente de la compañía quien expresa que “con altibajos, vamos saliendo adelante porque hay demanda suficiente”. Naturcharc es el primer productor de cebollas de la provincia y de los primeros de Andalucía.
José, el hermano mediano, es el responsable del área Logística y Manipulación y el promotor de la idea de recuperar las cebolletas que cultivaba como aparcero hace cuarenta años el abuelo.
El menor, Javier, es el responsable del área de Producción y quien se ha volcado en la plantación de papayas bio.
Desde hace siete años viniendo apostando por el cultivo ecológico en venta directa, tratando de encontrar nuevos mercados en esta modalidad agro de alto valor añadido. Los Giménez trabajan también en poner a punto una modélica planta de compostaje a pie de finca que le permitirá cumplir el sueño de que “lo que sale de la tierra debe volver a la tierra”.
Cultura bio
Hace ya 15 años que Naturcharc decidió empezar con las producciones hortícolas ecológicas y, desde entonces, ha sido una brega constante por hacer valer su producción almeriense, en un segmento de negocio cada vez más competitivo y, en algunos casos, escasamente reconocido.
Manuel Giménez expone su deseo de que el mercado interior sea también un eslabón importante de su cifra de negocio, “estamos reforzando nuestra línea entre los consumidores españoles meditante productos en pack o de cesta”.
Manuel, José y Javier, son el paradigma de la nueva generación de agricultores almerienses que no renuncian a sus orígenes.
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