Cuando Pedro Martínez, un agricultor de La Mojonera, llegó por la mañana a su plantación del paraje Los Malagueños y se encontró con el invernadero hecho un Ecce Homo: alambres y bandas partidas, matas cortadas y restos de berenjenas tiradas por el suelo. “En total 4.000 kilos se han debido llevar esta madrugada y me han echado a perder la campaña”, explica el productor.
El caso de Pedro es uno más de los muchos que están sufriendo los productores del Poniente almeriense en los últimos días. Sin duda espoleados por las altas cotizaciones de las pizarras en origen, sobre todo en productos como berenjena y pepino que se están pagando, en el primer caso, a más de dos euros el kilo dada su escasez. Por las trazas, se advierte que son hurtos más organizados, con gente más profesional que parten puertas de almacenes y trenzas recias de alambre. “Debieron estar toda la madrugada para llevarse tanto genero, sin problemas, porque por allí no pasa nadie.”, apunta Martínez.
La Mojonera y Balerma
No ha sido el único empresario damnificado, un vecino suyo de La Mojonera, Joaquín Crespo, también le han invadido su explotación con nocturnidad quitándole género dispuesto para su cosecha.
A David, un agricultor de Balerma, también le han hurtado unos 600 kilos de pepino que está rozando en las subastas, en algunas variedades, el euro por kilo.La organización agraria Coag ha solicitado ya una reunión urgente con el Subdelegado del Gobierno, la Guardia Civil y los grupos ROCA de la provincia para abordar este problema y previsiblemente se celebre la próxima semana.
El secretario provincial de Coag, Andrés Góngora, ha confirmado que existe una gran preocupación en sector porque la llegada del frío y la subida de las cotizaciones están actuando como incentivadores de estos hechos delictivos.
Explica Góngora que “se da la paradoja de que los robos se repiten siempre por la misma zona de La Mojonera, Las Norias y Cortijos de Marín”.
Los ladrones rompen la banda del invernadero y utilizan las cajas y los carros del propio agricultor para hacer su propia recogida de cosecha. “En la mayoría de los casos no está habiendo destrozos en las producciones, ya que las hortalizas las están cogiendo sin dañar la mata”.
Los agricultores reclaman a las autoridades que aumenten la vigilancia en el medio rural “porque ahora que los productos tienen algo de precio, no podemos hacer frente también a los robos”.
La organización agraria recuerda que “los agricultores no pueden estar trabajando de día y vigilando la finca de noche, tenemos que abordar esta situación de forma inmediata”.
Coag recuerda a los agricultores que denuncien una y otra vez, cuantas veces sea necesario, por pequeño que sea el robo o destrozo, para que la Administración disponga de datos reales. También piden a las comercializadoras que denuncien cualquier actividad sospechosa.
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