Almería -que disfruta de la mayor flota del Mediterráneo andaluz con 281 embarcaciones- fue ayer sede una cumbre del sector pesquero de todos los puertos de la Comunidad para acordar un nuevo modelo de gestión de los caladeros.
La directora general de Pesca de la Junta de Andalucía, Margarita Pérez, analizó con los armadores el proyecto que ha trasladado al Gobierno de España estableciendo sus aportaciones en pesca sostenible a la nueva Orden de Gestión del caladero mediterráneo que prepara el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Por parte de la provincia asistieron representantes del sector de los puertos de Almería, Garrucha, Carboneras, Roquetas y Adra.
El sector se juega, con es nueva normativa su futuro y el de varios cientos de familias de la provincia en las modalidades de arrastre (con la que se capturan los cotizados mariscos almerienses y especies como la merluza, la pescada o la brótola), cerco (más centrado en el pescado azul como la sardina, caballa, melva o boquerón con traíña) y artes menores, principalmente aquellas embarcaciones que se hacen a la mar para pescar al trasmallo pescado de rolaje y especies también con óptimos precios en el mercado como el salmonete.
En el Plan, sin embargo, no está incluido la pesquería de palangre en la que Carboneras cuenta con 30 embarcaciones que suponen la mayor flota de todo el Mediterráneo.
La representante del Gobierno andaluz se mostró confiada ante las decisiones consensuadas que se puedan adoptar en el próximo modelo de gestión que debe ser trasladado a la Unión Europea. El Plan contempla la “delicada situación” de algunas poblaciones de peces, de manera que se recogen una serie de medidas que, a partir de las singularidades de la pesca en Andalucía, han tenido por objetivo adelantarse e influir en cualquier decisión que tome tanto el Gobierno central como la Comisión Europea.
La Consejería y el propio sector confían en que finalmente el Ministerio reconsidere algunas cuestiones que ha incluido en su orden, como la eliminación de uno de los dos desembarques de capturas que hace al día la flota de cerco. En este sentido, se recuerda que en Andalucía tradicionalmente se han hecho dos desembarques diarios y que lo realmente importante es el tope de capturas permitido, fijado en 4.500 kilos por barco y día, independientemente de las veces que se desembarca.
Discrepancia
Otro aspecto en el que la Junta de Andalucía y el sector no están de acuerdo es en la intención del Ministerio de dar a la flota de arrastre una serie de horas de faena anuales en función de que haya pescado más días en la pesca costera o de profundidad de la gamba roja. “Ahí tenemos un problema porque la flota andaluza no se dedica sólo a la gamba roja o sólo a otras especies, sino que los barcos salen a pescar y en función de ciertos factores, como la meteorología o la experiencia del patrón, decide ir a la gamba o, por ejemplo, la merluza. Ahí no podemos aceptar que haya dos tipos de pesquería en una misma modalidad o dos tipos de bolsa de trabajo”, ha señalado Margarita Pérez.
Los trabajos para el plan de gestión propuesto por Andalucía se iniciaron hace un año y fueron remitidos a su finalización al Ministerio para consensuar una mayor definición de las medidas. Asimismo, se envió a la región de Murcia, con quien Andalucía comparte pesquería.
Menos sardinas
Entre las medidas que incluye el documento aportado por Andalucía destacan la regulación de la pesca deportiva a 210 días al año, veda en junio y mayor de mayor grosor. Para la modalidad de cerco con jareta habrá un tope de capturas de sardinas de 4.500 kilos por día y barco, lo que supone una reducción del 10% respecto al límite actual.
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