Almería pide agua y advierte que “se nos acaba el tiempo”

La celebración del Día Mundial del Agua se convertía ayer en un acto reivindicativo en el que se habló de la escasez de lluvias, de los problemas de sobreexplotación de los acuíferos, del alto precio que se paga en Almería por cada metro cúbico consumido, el más alto del país, pero también de la esperanza de encontrar soluciones para el futuro.

El punto de partida lo marcaba la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, al afirmar que no se podía encontrar mejor lugar de celebración que el Poniente almeriense, una de las zonas del mundo en las que se realiza la mejor gestión de este recurso y donde los regantes han asumido el compromiso de poner en marcha medidas que permitan la recuperación de los acuíferos.

Lecciones
Y es que, según varios de los ponentes de esta jornada, Almería está en disposición de dar lecciones del buen uso del recurso al resto de territorios españoles e incluso ser ejemplo a nivel internacional, tanto por el ahorro de agua, como por la rentabilidad por hectárea que se obtiene de esos recursos.

El paso siguiente es poner en práctica conceptos esenciales para un reparto justo de los recursos, tales como la solidaridad entre cuencas o entre provincias, eficiencia en el manejo del agua y la búsqueda de recursos alternativos que permitan reducir el déficit hídrico que arrastra la provincia de Almería y garantizar la disponibilidad de un recurso básico para mantener la actividad económica.

Un camino en el que Almería se ha destacado especialmente con la aportación para el regadío de aguas residuales depuradas o aguas desaladas. Como reseñaba el Director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Roberto García Torrente, ese es un camino que ya emprendió Almería “y de hecho es una de las provincias con más aportación de agua procedente de fuentes no convencionales, casi un 18 por ciento del consumo final frente al 0,1 por ciento de la media española”.

Urgencias 
Uno de los problemas troncales de estos objetivos, que ayer se pusieron sobre la mesa en los actos del Día Mundial, celebrados en el Teatro Auditorio de El Ejido, es la lentitud en la toma de decisiones y las dilaciones en las obras e inversiones precisas para solucionar las carencias actuales en esta materia.

Fueron el alcalde de El Ejido y el presidente de la Federación de Regantes de Almería, José Antonio Fernández, los que lo expusieron con mayor claridad: Almería sabe lo que hacer para resolver gran parte de sus problemas, pero la cuestión es que los proyectos se dilatan en el tiempo “y nos estamos quedando sin tiempo mientras esperamos las soluciones”.

Los acuerdos 
Se dijo también ayer que los agricultores y territorios como Almería, donde el agua es de vital importancia, “no podemos perder el tiempo ni dilapidar esfuerzos con confrontaciones o enfrentamientos entre las cuencas o los productores; son batallas estériles cuando lo que está en juego es el futuro de nuestra economía”.

Ninguna opción se descarta a priori y desde las organizaciones de regantes almerienses o murcianas, presentes en el acto, se apostó por los trasvases, aún entendiendo las dificultades, por una desalación que tiene pendiente reducir los costes (con la aplicación de energías renovables) o avanzar hacia la depuración y reutilización. “No podemos perder ni una gota”, defendieron en la cita de ayer