Las organizaciones agrarias están que trinan con la actitud del Gobierno en relación al contingente de tomate marroquí. El reino alauita tiene un acuerdo preferencia de asociación con la Unión Europea que, en opinión generalizada del sector hortícola almeriense no se cumple y se rebasó el último año de 285.000 toneladas de cupo permitido hasta las 50.000 toneladas, la mayoría cultivado en Agadir.
La organización de productores Asaja ha mantenido esta misma semana un encuentro sectorial de hortalizas con el representante del Ministerio de Agricultura para hacerle llegar la preocupación del sector por las repercusiones que está teniendo el acuerdo comercial con Marruecos en las producciones hortofrutícolas almerienses en particular y españolas en general.
Según las cifras que manejan las organizaciones del ramo, este Acuerdo preferencial con el reino de Marruecos “está provocando la desaparición del tomate que genera unas pérdidas al sector en general de 750 millones de euros anuales”. Asaja critica que la respuesta dada por la subdirectora general de Frutas y Hortalizas del Ministerio ante las peticiones de la necesaria revisión del actual Acuerdo, ya no sólo para adaptarlo a la salida de Reino Unido, sino a la evolución actual de los costes de producción, haya sido toda una “sorpresa”, y es que no entra en los planes ni del Ministerio ni de la propia Comisión el reclamar revisión alguna; es decir, que el contingente tras haber perdido a 67 millones de consumidores es inamovible.
Denuncian también “la falta de interés existente en aclarar lo relativo al pago de aranceles por parte de Marruecos, ya que la solución es que nos dirijamos a Aduanas, a Industria, a Comercio Exterior como si de un Vía Crucis se tratara camino del limbo al que nos mandan irrevocablemente”.
Los productores consideran que “esta falta de transparencia lo único que provoca es la lógica desconfianza ante lo que ocurre en las fronteras con los productos que llegan de este país, socio prioritario de la UE. Con esta dejadez, además de contribuir al fraude a la Hacienda comunitaria que Marruecos lleva años haciendo, se deja a los agricultores de frutas y hortalizas, a quienes sí que se le suben impuestos, a su suerte”.
Asaja considera esta actitud del Ministerio como un ninguneo al principal sector agroalimentario del país y es una falta de respeto a los agricultores. “Deberían defendernos dentro y fuera de nuestras fronteras, y si el sector está preocupado por una situación que ya está demostrando que no es un invento, lo que se debería hacer es buscar soluciones, cosa que hoy parece inexistente”, estima la organización de productores.
Asaja lamenta el posicionamiento mantenido por el Ministerio en dicho encuentro, y espera un cambio en las directrices para que sea nuestro Gobierno el que apoye y esté al lado de sus agricultores.
Las organizaciones agrarias almerienses se preguntan de qué sirve haber conseguido sentarse en la mesa del Mercado Común de la Unión Europea, si quien no se sienta en la mesa tiene casi los mismos derechos: ya comen los alemanes casi la misma cantidad de tomate africano de Agadir que del invernadero urcitano. La Coag acaba de exigir a Europa, por los hechos de Ceuta, que suspenda de inmediato los acuerdos comerciales con Marruecos y que no ceda al chantaje de la Dictadura marroquí “que utiliza una crisis humanitaria para conseguir sus fines políticos”.
Hoy presenta Coag un estudio de investigación sobre los derechos humanos y el tomate en el Sáhara Occidental.
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