Ya ocurrió el año pasado y en la actual campaña ha vuelto a repetirse: la Administración marroquí ha decidido restringir el volumen de exportaciones de tomate, y de algunas otras frutas y hortalizas, en un intento por controlar la fuerte subida de precios que sufre en sus mercados.
Por el momento se trata sólo de restricciones en el volumen y en varios de los destinos de sus tomates, especialmente los del norte del continente africano, donde directamente se ha prohibido la venta de frutas y hortalizas, y algunos de los mercados comunitarios, según ha recogido este semana la web hortofrutícola almeriense Hortoinfo, citando fuentes de la Organización de Control y Coordinación de Exportaciones de Alimentos, Morocco Fodex.
La decisión responde a una serie de medidas encaminadas a tratar de contener la fuerte inflación que se ha producido en los últimos meses, similar a la que se ha registrado en España y que, al igual que en nuestro país, está provocando un incremento mayor en el precio de los alimentos frescos y, en concreto, de las hortalizas frescas.
Pero no se trata sólo de contener la subida de los precios sino que ésta viene acompañada de un descenso en las producciones del país norteafricano, afectado por cuestiones como la sequía de los últimos dos años y el incremento de los costes de producción que, al igual que en el caso de los productores almerienses, está recortando los resultados de los que cultivan sus tomates y hortalizas en Marruecos.
Frío invernal
A esas circunstancias se ha venido a unir que las corrientes de aire frío de origen ártico están afectando a la climatología marroquí porque las masas de aire frío que normalmente circulan en latitudes más elevadas han descendido este invierno y afectan no sólo a España sino también al territorio del norte de Marruecos.
Los analistas del sector hortofrutícola marroquí, también del almeriense, han indicado que con esas bajas temperaturas los niveles de producción se han visto afectados hasta el punto de que disponer de volumen suficiente de productos para atender la demanda exterior e, incluso, ya afectan también a los mercados locales.
Seguridad Ante este panorama las autoridades marroquíes han decidido frenar la salida de algunos de sus productos, en especial aquellos con mayor demanda por parte de sus ciudadanos. Entre ellos se encuentra el tomate, una hortaliza de gran consumo en aquel país que está alcanzando precios inasumibles para una buena parte de los ciudadanos.
Abastecimiento
Para el Gobierno de Marruecos se trata de un problema importante, puesto que el tomate es un producto de consumo diario y frecuente en su país y, por esa causa, recibe las presiones de sus consumidores, que piden que se garantice el abastecimiento a precios ‘razonables’.
Desde la Asociación Marroquí de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas se reconoce que el incremento de los precios, derivado de los experimentados por los costes de producción, se deben a factores como la subida de precios de los insumos, el transporte, los fertilizantes o las condiciones climáticas “que han empujado a numerosos agricultores a dejar de cultivar el tomate para centrarse en otras frutas y hortalizas más rentables”.
Esa situación es contemplada con interés desde Almería, donde el tomate y otras hortalizas están alcanzando precios récord en las últimas semanas. El problema de Almería es parecido, en cualquier caso, al que sufre Marruecos, ya que desde que llegara el frío invernal se ha producido una merma en la producción que ha llegado a poner en cuestión la capacidad de abastecimiento.
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